El ambiente era incómodo, ninguno hablaba, por la radio se comenzó a escuchar la canción favorita de Caroline, estaba conteniendo las ganas para no cantarla, pero el coro era irresistible. Al final la letra del coro se desbordó de sus labios. Caroline ignoraba el hecho de que también era la canción favorita de Liam y al verla cantando no pudo evitar el unírsele en la siguiente estrofa.
—Amo esa canción, realmente la amo, es la mejor de todas—comentó a la vez que retoma la canción. Desde ese preciso instante ya no era la canción preferida de Caroline.
Cuando la canción finalmente acabó, el ambiente del carro dentro del coche había cambiado por completo, podría decirse que había más confianza, aunque ambos lo negaran.
—Caroline, ¿sabes que siempre me has agradado? No entiendo por qué nunca me había animado a hablarte.
—Porque simplemente no te gustaba cuando no lucía tan femenina.Liam guardo silencio, no sabía que responder ya que en parte ella tenía la razón. En esta ocasión, no lo había salvado la campana ya que no estaban en la escuela, pero si lo había salvado su llegada al establecimiento de hamburguesas en el cual cenarían, se bajó del coche y corrió con rapidez para abrirle la puerta a Caroline.
— ¿En serio, Burger King? —preguntó ella inconforme.
—Aquí venden las mejores hamburguesas.
—Prefiero McDonald’s.
—Si gustas, podemos ir a McDonald’s.Liam se estaba portando bien con la chica, era obvio quería acostarse con ella lo más rápido posible.
—No, ya no quiero, vamos a entrar aquí—dijo finalmente bajando del auto.
—Entonces entremos.
Ambos caminaron hasta el restaurante, entraron al establecimiento y llegaron a la caja.
—Buenas noches, ¿que desean llevar? —preguntó la cajera con amabilidad.
—Una Bic Mac—respondió Caroline.La cajera y Liam se quedaron mirando a Caroline confundidos, ese pedido no lo vendían en el local.
—Disculpe, quiero una Wopper Junior.
—Será un Wopper Junior y una Triple Wopper.
—De acuerdo, aquí está su ticket.Liam saco su cartera y pago la cuenta. Al instante entregaron las hamburguesas.
— ¿Las comemos aquí o en el auto? —preguntó amablemente Liam.
—En el auto—respondió ella.Salieron del establecimiento con sus hamburguesas en su respectiva bolsa y subieron al coche, Liam lo encendió y arrancó. Nuevamente, el amiente era tenso, Liam quería romper el silencio, pero se cohibía de hacerlo, sin embargo, Caroline quería que la tortura de estar con él acabará lo más rápido posible, aunque no se estaba portando tan mal como esperó.
—Creo que en este lugar podremos comer—dijo Liam mientras dejaba de conducir—. Sí, es el indicado.
—Perfecto, ya moría de hambre—Caroline dijo mientras abría la bolsa con las hamburguesas, sacó una y la se entregó a Liam.Ambos comenzaron a comer en silencio. Caroline, sintiéndose un poco llena y siendo una señorita tan refinada dejó escapar un eructo, se quedó paralizada por unos segundos, no sabía cómo iba responder Liam, si le gustaba que las chicas lucieran femeninas, no podía imaginar cómo reaccionaría a eso. Todo era parte del plan, pero el nerviosismo de cómo reaccionaría seguía allí. Para su mala suerte, él lo tomó bien.
—Tú... —Se carcajeó— no puedo. —Continúo riendo, parecía que nunca hubiese escuchado a una mujer eructar en su vida.
—Liam, solo fue un accidente, no te conté un chiste —dijo Caroline molesta porque no era la reacción que esperaba.Continuaron la noche juntos, no como una noche tranquila, hubo risas y Caroline siendo casi literalmente: un hombre. Ambos sabían que la habían pasado muy bien, algo que nunca imaginaron. Claro que nada iba a salir bien, todo sería un total desastre.
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Love Games ©
Teen FictionCaroline Cárter es una chica que tiene sola una cosa en mente, venganza. La devastación empieza cuando la mejor amiga de Caroline, Ashley es herida por un chico: el guapo y genial capitán del equipo de fútbol americano de la escuela, Liam West. Amb...