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Capítulo 31. La cita perfecta.

Liam y Caroline no habían hablado desde el día de la feria, ¿qué diablos les sucedía? Cada vez que tenían un momento especial se evitaban, eran unas personas bipolares, ya que cambiaban sus emociones a cada segundo. Pero a veces la distancia es necesaria, ¿pero absolutamente necesaria? No, si ellos seguían evitándose terminarían olvidando lo que ambos sentían.

Liam escribió un mensaje de texto para Caroline, ella estaba viendo su programa favorito de reality shows en la sala de su casa cuando un sonido hizo que desconectara su mirada del televisor, el sonido provenía de su celular, vio que era un mensaje de Liam y rápidamente lo leyó.

El chico más guapo del mundo: Hola, quizás no me reconozcas, pero ¿te gustaría salir hoy?

Caroline se puso a pensar lo que iba a responder, finalmente decidió aceptar, ya que no tenía nada que hacer y además quería aclarar las cosas.

Caroline: Sí, ¿por qué no? :)

Liam sonrió al leer el mensaje que Caroline le había enviado, y rápidamente escribió una respuesta.

El chico más guapo del mundo: De acuerdo, pasare por ti a las nueve.

Liam tenía que preparar la cita perfecta para Caroline y lo debía hacer en menos de cinco horas, él tendría una larga tarde. Buscó en internet como crear la cita perfecta, esta era la primera vez en la que Liam estaba poniendo interés en una chica, él siempre era un patán con las chicas, y así lo querían, pero en esta ocasión sí le importaba. Al final con diferentes páginas creo una lista de cosas que ocuparía para la cita perfecta, en esa lista estaban velas, rosas, velas y más velas.

Subió a su auto y fue al supermercado, para comprar todas las cosas que necesitaba, la cajera se le quedó mirando raro cuando estaba pagando, ya que llevaba más de treinta velas, la cajera pensó que Liam iba a realizar un ritual.

—Necesito un arpista para las nueve —demandó Liam a través de teléfono.

—¿A las nueve?

—¡Sí! Le mando un mensaje con la dirección —avisó colgando.

Liam respiró cuando todo estaba listo, ahora solo tenía que esperar a que la hora llegara, nada iba arruinar este hermoso momento que Liam había planeado.

Caroline comenzó arreglarse horas antes, se puso un vestido color beige con unas zapatillas de color negro, tal vez esto último no era lo indicado para el lugar a donde irían. Liam se había puesto un pantalón de vestir color negro, con una camisa blanca, si ambos fueran novios esto iba a parecer que él le pediría matrimonio.

Liam pasó por Caroline poco después de la hora indicada, tocó la puerta y ella abrió, ambos se quedaron viéndose.

—Te ves hermosa —aduló Liam con una gran sonrisa.

—Tú también —respondió nerviosa.

— ¿También me veo hermosa? Yo siempre he sido hermosa —respondió riendo Liam tratando de romper la tensión que había entre ellos.

—¿Nos vamos?

—Sí.

Ambos subieron al auto, y comenzaron su viaje hasta donde tendría una primera cita "decente", todo el camino fue en silencio. Caroline se comenzó a preocupar cuando vio el cartel que decía que estaban saliendo de la ciudad y habló.

—¿A dónde me llevas?

—No te preocupes, no te secuestraré —respondió con una sonrisa. Con esa estúpida sonrisa Caroline caía rendida.