Capítulo 28. Momento de confesiones.

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Caroline y Liam se habían evitado desde el día de la obra, ninguno quería hablar con el otro, ambos estaban demasiados confundidos con lo que había sucedido, pero después de unos días ellos sabían lo que estaban sintiendo. Caroline estaba en el centro comercial con Ashley, se encontraban comprando ropa, una actividad que hace meses no hacían; por otro lado, Liam se encontraba trotando con Logan. Ambos tenían mucho tiempo que no pasaban tiempo con sus amigos y este era el momento adecuado, tener la ayuda de alguien es importante, pero la de sus mejores amigos siempre será la mejor ayuda, ellos sabrán qué hacer con Liam y Caroline y sus locas pero tiernas confusiones.

—Ya no puedo seguir con esto —confesó Liam deteniendo su paso y tomando aire a bocanadas.

—¿Te sientes bien? —preguntó Logan desconcertado.

—Sí, en realidad no.

—¿Caroline? —cuestionó con una sonrisilla tierna—. Sé lo que sucede entre ustedes.

—Sí.

—Sigamos caminando, esto será muy largo —comentó comenzando a trotar y triunfando en su mente, "lo sabía" se repetía.

Logan estaba en lo correcto, Liam tenía mucho que contar, en especial debía decirle lo que sentía por Caroline.

—Creo me estoy enamorando —reveló rindiéndose.

—Liam...

—No digas nada Logan, lo sé, soy un idiota, arruiné todo, mi reputación, mi dinero, la lista y a Caroline.

—No arruinaste nada. Es normal que te hayas enamorado.

—Pero no de la chica con la que debo acostarme.

—Liam... No te sientas mal, enamorarse no es un delito, sólo es un sentimiento, no deberías estar así. Los chicos van a entender lo que sucedió, eso sí, perderás todos tus ahorros —bromeó tratando de animar el ambiente.

—Siempre dije que el amor era para los débiles, jugué muchas veces con los sentimientos de las chicas y mírame ahora, el mismo Liam enamorado, esto debe de ser una gran broma.

Logan ya no sabía que decir pues Liam tenía la razón, él jugó con las chicas y ahora estaba pagando un poco lo que ellas sufrieron. El plan de Ashley y Caroline estaba funcionando a la perfección, sólo faltaba la última etapa para que se llevara de forma correcta: romperle el corazón. ¿Pero realmente Caroline podría hacerlo?

—Tal vez Caroline sienta lo mismo por ti, deberías hablar con ella, para que aclaren las cosas entre ustedes y puede que funcione.

—Sabes que todo está en mi contra. Ashley es su mejor amiga y mis rumores de mujeriego no ayudaran en nada.

—¿Sabes? Primero tienes que aprender las reglas del juego y después jugar mejor que nadie.

Liam sonrió, pues aquello que le había dicho Logan era cierto, todo tenía que cambiar, un distinto juego de amor estaba por iniciar, la pregunta ahora era ¿funcionaría?

—Caroline está en el centro comercial, deberías ir a buscarla en este momento —señaló Logan como una opción a la vez que revisaba sus mensajes en el móvil.

—No creo que sea el momento indicado —dudó—, pero esto no puede esperar más.

—¡Corre Liam! ¡Corre como el viento! —animó Logan mientras veía como Liam corría hasta el centro comercial que estaba cerca del parque donde se encontraban ejercitando.

Ashley y Caroline habían hecho compras como cualquiera otra chica, pero Caroline se sentía triste y por eso estaba padeciendo del síndrome de compradora compulsiva; ya que para sentirse mejor compró varías cosas que en realidad no necesitaba y le habían salido un poco caras.

—Caroline me estas preocupando, no has dicho nada en toda la tarde —manifestó Ashley dándole un sorbo a su bebida.

—Yo... Solo no estoy bien.

—¿Qué te sucede? Sabes que puedo ayudarte en todo.

—Lo sé, pero si te digo es probable que me odies —admitió preocupada.

—Soy tu mejor amiga y las mejores amigas no te juzgan.

—Pero con esto en verdad creerás que estoy loca.

—No importa, dime, yo trataré de ayudarte y sin juzgarte.

—Creo que estoy enamorada —confesó finalmente cubriendo su cara con sus manos.

—Eso es genial Caroline, ¿quién es el afortunado? —preguntó, pero en pocos segundos Ashley reaccionó—. Espera, espera, por favor dime que ese chico no es Liam.

—Yo... No pude evitarlo —aceptó avergonzada.

—Esto no puede ser posible, te mandé al matadero así de fácil, yo tengo la culpa de esto, sabía que tarde o temprano esto iba a suceder, no debí meterte en este lío.

—Ashley, tú no tienes la culpa de nada, yo dejé que sus encantos entraran en mi corazón.

—Caroline tienes que despertar, ¿sabes? Podemos sacarle provecho a eso y Liam pagará todo lo que él ha hecho.

—Yo ya no quiero jugar más —anunció Caroline convencida.

—¡Caroline! Hemos llegado hasta el último paso de nuestro plan, no te puedes rendir así de fácil, esa no es la Caroline que yo conozco, tú nunca te rindes y siempre consigues lo que te propones.

—Dame tiempo para pensarlo, te doy la respuesta en unos días —pidió Caroline tomando sus bolsas y marchándose del lugar.

Liam seguía corriendo, en realidad quería hablar con Caroline, al llegar al centro comercial, él la buscó y no la encontró por ningún lugar, también le marcó pero ella no respondió, entendió que Caroline no quería hablar con él por el momento.

—¡Rayos! —maldijo molesto.

Liam estaba molesto ya que en realidad querían hablar con Caroline, pero esto tenía que ser otro día, tenía que comenzar a planear como acercarse a ella y ya sabía cómo: el día de san Valentín era su oportunidad para arreglar las cosas entre ellos, claro, todo dependía si Caroline quería jugar el mismo juego de amor. 

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