Capítulo 30. La ciencia tenía la culpa de todo.

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Una vez al año el instituto Claymont dedica un día al año a la ciencia, donde obviamente se hace una feria de ciencias y en la cual los alumnos deben presentar un proyecto para aprobar la materia. Cada año Logan y Liam conseguían uno de los primeros lugares, ya que Logan sí piensa en sus proyectos, no como los demás que sólo hacen proyectos sacados de internet y los cuales ya están más utilizados que un libro de Harry Potter en una biblioteca pública.

En esta ocasión Ashley y Caroline habían creado decentemente unas lámparas de lava caseras, eran un frasco con agua y aceite y para que funcionará debían introducir una pastilla efervescente, si, esto era un proyecto demasiado simple, pero ellas solo querían aprobar la materia, no querían ganar la feria de ciencias.

—Debimos de haber hecho el péndulo —opinó Caroline colocando el cartel en la mesa.

—Demasiado tarde, esto no esta tan mal —apuntó Ashley observando su proyecto.

—Iré a la cafetería, ¿quieres algo? —preguntó Caroline.

—No —dijo echando agua a los frascos—, espera.

—¿Si?

—En la cajuela de mi carro están las pastillas efervescentes, ¿las puedes traer? —finalizó entregándole las llaves del auto.

—De acuerdo —respondió antes de marcharse.

Por otro lado, Logan y Liam habían construido un triturador de basura orgánica, su artefacto estaba diseñado con dos baldes juntos, en el balde de la parte de abajo estaba un motor de un ventilador viejo y en la otra parte estaban unas aspas afiladas con las cuales se trituraba la basura, Logan lo llamó T.B.O.

—El cartel ha quedado muy bien —felicitó Liam colocándolo en la mesa.

—Sí, T.B.O también quedó muy bien —dijo molesto Logan.

—¿Sigues molesto? Sabes que yo te pregunté si necesitabas ayuda y tú me dijiste que solo me encargara del cartel y eso fue lo que hice.

—Sí, sí, además solo ibas a estorbar, no sabes usar un martillo, menos conectar cables —admitió Logan riendo.

—Oye —reclamó molesto Liam.

Pero eso era cierto, al fin había algo en lo que Liam no era bueno, la ciencia y todo lo que tuviera que ver con herramientas, ¿cómo habían terminado siendo mejores amigos si ambos son totalmente diferentes?

—Liam, ¿trajiste la basura que te encargue? —preguntó Logan.

—Sí, ¿quieres que la traiga?

—Sí, quiero ver si funciona, pero como yo lo hice sé que T.B.O funcionará a la perfección.

—De acuerdo, regreso en unos minutos —anunció Liam marchándose al estacionamiento.

Caroline estaba en el estacionamiento buscando en la cajuela del carro de Ashley las pastillas efervescentes, cuando al fin las encontró las tomó y al momento de cerrar la cajuela un chico le habló.

—Caroline —llamó Liam haciendo que ella diera un brinco de susto.

—Liam —hablo Caroline cuando se giró para verlo.

—Lo siento, no quería asustarte, yo solo te miré y pensé en saludarte.

—No te preocupes, estoy bien, solo fue un pequeño susto —respondió riendo.

—¿Qué tal? —preguntó Liam con una sonrisa.

Era inevitable no sentir la tensión que había entre ellos.

—Bien, por cierto, ¿qué es eso? —preguntó Caroline señalando la caja que estaba llena de basura la cual estaba en las manos de Liam.

—¿Esto? —preguntó alzando la caja—. Basura.

—Todos lo sabemos Liam, ¿pero para qué es?

—Es para nuestro proyecto, Logan ha construido un triturador de basura orgánica y obviamente vamos a triturar esta basura.

—¿Como una licuadora? —preguntó riendo.

—Así es, pero más grande y más potente —respondió riendo.

—Ustedes van a ganar esta feria.

—Lo sé, los dos últimos años hemos conseguido un lugar y este no será la excepción el dúo de amigos se retirará invicto, agradezco tener un amigo con la mente de un genio, Logan tiene muchas ideas dentro de su cabeza, ¿sabes? Si por mi fuera yo presentaría un proyecto sacado de internet —respondió riendo.

—¡Eso me dolió! —gritó Caroline riendo.

—¿Que han hecho ustedes?

—Lámpara de lava caseras.

—¿Las que son de los hippies?

—Algo así.

—Caroline, respecto al otro día, yo necesito decirte algo...

Pero Caroline interrumpió las palabras de Liam dándole un beso, cerró los ojos y se dejó llevar por el momento, sintió que algo estaba en su pecho y que un extraño hormigueo recorría todo su cuerpo. Los labios de Liam acariciaban los suyos, con ternura y cuando se separó de ella, la rubia se sentía débil que tuvo que apoyarse del auto de Ashley para no venirse abajo.

—Caroline...

—No digas nada —respondió dejándolo.

Liam estaba confundido, no sabía lo que había sucedido ahí afuera, los locos impulsos de Caroline no la llevarían a ninguna parte, sólo estaban empeorando las cosas, pero ambos sabían que había sido un gran beso, claro, ignorando que en medio de ellos hubiera una caja con basura, ¿qué rayos había sido todo lo que había sucedido? La ciencia tenía la culpa de todo.

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