Secre •MikaYuu•

Capítulo 1

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Tomo del brazo a Yuu mientras entramos a ese edificio. Hoy es nuestro primer día de trabajo. Él será le secretario de el señor Mikaela Hyakuya, yo seré secretaria de su mano derecha Ferid Bathory.
-¿Listo?- le preguntó cuándo salimos del elevador. Es el último piso, el 25.
-Listo- me da una sonrisa alegre, como sólo él.
-Estamos enfrente todo el día- le recuerdo que nuestros jefes tienen nuestros escritorios frente al otro, como sus oficinas.
Antes de poder entrar a esa zona una señorita nos sonríe amablemente.
-Soy Shinoa Hiragi y los llevare con los señores- nos dice-, síganme.
Sin decir más la seguimos por el pasillo, frente a muchas personas que nos miraban con curiosidad.
-Izbell Clearke- me llama-, ese es tu despacho y detrás de esa puerta está el de tu jefe.
Suelto a Yuu para dirigirme con el señor Bathory.
Abro la puerta, lo último que escucho de Shinoa es:
-Mika...
Al entrar me encuentro con un joven sentado frente a un escritorio, sube la mirada para verme.
-Izbell Clearke, un gusto tenerla aquí- suelta parándose- mi nombre es Ferid Bathory.
Le tomó la mano.
-Un gusto trabajar para usted, señor Bathory.
Sonríe.
-Dime Ferid, odio el "señor".
Sonrío.
-Esta bien, Ferid ¿Cuál es mi primer trabajo?
-Ah, los papeles, organiza las citas, por favor, todo está en esa pila.
Me dirijo a donde señala y tomó la gran pila de papeles junto a la agenda para salir y sentarme en el escritorio.
Yuu aún no sale.
¿Debería preocuparme?
Suspiró mientras empiezo mi labor.
10 minutos... Yuu aún no sale.
Entonces, la puerta se abre y salen él junto a un joven rubio de ojos celestes.
Yuu está sonrojado y lleva papeles en los brazos, el otro joven también. Los colocan sobre el escritorio al mismo tiempo, el joven lo observa detenidamente antes de susurrar algo al oído de Yuu, sonrojandolo, para luego verme con una sonrisa y acercarse a mí.
-¿Izbell Clearke?- pregunta tendiéndome la mano.
Se la estrechó.
-¿Señor Mikaela Hyakuya?
Sonríe achicando los ojos ¡Qué lindo! Le devuelvo la sonrisa de muy buena gana.
-Un gusto- me guiña un ojo.
Se da la vuelta para volver a su oficina.
-¡Qué lindo!- digo cuando cierra la puerta.
Yuu me ve de manera extraña.
-¿Qué?- le pregunto.
-No, olvídalo- se sonroja.
Entrecierro los ojos mientras me río.
-Llegando a casa te lo digo- le digo al final.
Nos lleva todo un día de trabajo organizar citas, armar juntas, pedidos, envíos. Yuu y yo estábamos divirtiéndonos enserio con el trabajo.
-Yuu, ¿Ya vas a terminar?- le pregunto subiendo la vista para ver su orden de papeles.
-Ya casi ¿Y tú?
-Ya casi- le guiñó un ojo.
-¡Eh!- me dice sorprendido- ¡Ya son las 6:30!
Abrí los ojos lo más que pude con sorpresa.
-¿Tanto tiempo pasamos haciendo esto? ¡Nos perdimos hasta el almuerzo!- cuando dije eso el señor Hyakuya salía de la oficina.
-¿También se perdieron el almuerzo?- pregunta.
-Sí- responde suspirando Yuu.
-¿Quieren ir a cenar conmigo?- pregunta.
Algo en mi cabeza hace ¡Click!
-Yo no puedo- le respondo-, aún me falta mucho- miento.
-Puedo decirle a Ferid...
-¡No, no! ¡No se preocupe! Prefiero terminar sin interrupciones, vayan ustedes dos a cenar.
Yuu me ve sorprendido.
-¿Qué dices, Yuu-chan?
Yuu-Chan...
Me derrito para mis adentros.
-Eh... Sí.
Los ojos de Hyakuya brillan con intensidad.
-¡Vamos! Deja los papeles, mañana te ayudo si quieres- le dice un feliz Mikaela.
En ese momento Ferid sale con cara de cansado.
-¡Mañana gracias a Krul no vengo!- suelta mientras se sienta en mi escritorio-. Qué bonito, un Mika-Kun sonriente.
-¿Verdad que es lindo?
-Sí, más que un tierno gatito.
Mikaela estaba normal, seguía sonriéndole a Yuu, como si no nos escuchara.
Ferid pone los ojos en blanco y se dirige solo a mí.
-Dulzura, mañana no vendré a trabajar por un viaje de negocios ¿Podrías atender todas las llamadas y pasar ese comunicado en mi ausencia?
-Claro, no hay problemas ¿En cuánto regresa?
-Dos semanas, pero el tiempo pasa rápido, lamentó dejarte más obligaciones.
-No, por eso trabajo.
Él sonríe.
-Me agradas.
-Eh... Izzy, voy a ir con Mika ¿Nos vemos en casa?- me pregunta Yuu.
-Claro- me levanto para despedirlo con un abrazo y un beso en la mejilla, como siempre-. Nos vemos en casa, corazón.
Por último nos damos la mano guiñando un ojo.
-Adiós, Izzy- se despide mientras se va con Mikaela.
-Oh, Dios mío ¡Mika-Kun celoso!- se ríe Ferid.
-¿Qué?- preguntó extrañada.
-Ay, querida, ese chico es gay- aclara Ferid-. Eso creo yo, nunca vi a Mika-Kun con una chica.
-Ni yo a mi hermano- respondo sentándome.
-¿Crees que...?
-Sin dudas- le respondo-. Démosles unas dos semanas para caer en el Yaoi.
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