Capítulo 36: Déjalo

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—Ashley —suspire cansada. Ya no estoy con ella en mi tiempo libre. Ella se la pasa tomando, fumando, y de fiesta en fiesta, sigue con Josh y todo es culpa de ese chico.

—¿Qué quieres? —preguntó fastidiada.

—Ven para acá, ya —murmure entre dientes.

—Nope.

—Ashley...

—Deberías disfrutar, así como yo. No andar chillando por hombres.

Bien, ahí sí que se pasó.

—Me vale mierda lo que pienses. Pero te juro que si no estás aquí en veinte minutos, iré yo misma a esa fiesta, golpeare ese trasero de tu novio hasta que ya no sienta nada.

Pude jurar qué ella rodó los ojos.

—Ya voy.

Colgué antes de oír algo más y mientras que ella llegaba, me preparé un café. Con el vaso caliente en mis manos, tocaron la puerta y yo fui a abrir, esperando que fuera Derek, ya que estos días siempre viene. Pero no, no fue él. Vaya sorpresa la que me dio.

—¿Qué haces aquí? —pregunté molesta.

—Vamos, linda. No te pongas así. Mira, si quieres, puedes ir con nosotros a... —no pudo acabar gracias a mi interrupción qué fue en que mi mano abierta chocó con la mejilla de él.

—¿Dónde está mi hermana? —murmure entre dientes.

—Vaya, quién lo diría. Tienes fuerza.

Lo agarré del cuello y lo pegué contra la pared, no con tanta fuerza con la que quería, pero por lo menos pude tenerlo cara a cara, gracias a los zapatos altos que tenía.

—Mira, no te lo voy a repetir. Trae a mi hermana ya.

—¿O sino qué?

Le di una patada en dónde debía y salí de mi casa dejando la puerta abierta, ahí estaba mi hermana apoyada en el carro de Josh, fumando un cigarrillo.

No le hablé, simplemente fui a dónde ella y le jale el brazo hasta llegar a la casa. No sin antes agarrarle el cigarrillo y tirarlo al piso.

Ella siempre ha odiado fumar.

—Déjalo, déjalo ya. ¿No ves que te estás volviendo una chica en la cuál no quieres convertirte? El día que cogi un cigarrillo, casi me matas y a la persona que me lo dio, y ni siquiera estaba prendido. ¿Como se supone que debo estar?

Me di cuenta que Josh estaba escuchando nuestra conversación, así que con una mirada le dije que se levantara, y así lo hizo.

—Ashley...

—Mañana hablamos, Josh —dijo fría mi hermana. Supongo que su relación es así.

Cuando él se fue, cerré la puerta y seguí hablando.

—¿Qué te está pasando? Tenemos una fiesta en dos meses, y no has estado con Max para nada. No te pido que seas su novia, pero...

—Estamos saliendo a escondidas.

—¿Qué? —subí mi tono de voz.

—Así es. Ya dejo a Josh.

Ella sacó su celular y empezó a teclear unas cuantas palabras, lo que alcancé a ver era un terminamos de parte de ella, y un ok de parte de él.

—¿Por qué seguías con él?

Se alzó de hombros y se levantó, para luego decirme:

—Callate por un momento, ¿sí?

*
Estábamos en la escuela, cuando vi a Josh con Ashley, no me debo meter, pero la tentación era mucha. Justo cuando me iba a meter en su conversación, ella se dio la vuelta y buscó a alguien con la mirada.

—Britany —Emma se puso enfrente mío y no pude ver a quién buscaba, pero puedo apostar que buscaba a Max.

—Hola. ¿Cuanto tiempo, no? —dije burlona.

—Sí, es que después de todo lo que ha pasado con Travis y Derek pues no sabemos si se sentirían cómodas con nosotros y... —dijo incómoda y tímida y yo la interrumpí

—Hey, tranquila. No nos sentiríamos mal con ustedes.

Ella iba a hablar pero unos brazos cubiertos por un suéter rojo sangre la rodeó por la cintura.

Yo sabía que estos dos acabarían juntos.

—¡Drew!

—¡Britany!

Ellos sonrieron y se dieron un beso corto en los labios.

—Bueno, los dejo solos. —les guiñe un ojo y me fui de ahí.

*

—Moore —dije bromeando.

—Smith —me reí y él continuó —¿Puedo ir a tu casa?

—¿Estás enfermo? Que yo sepa, siempre entras sin permiso —dije aún con tono bromista.

—Está bien, ya voy.

—¡Espera! Trae a Max.

—¿Me estás cambiando?

Me reí y negué con la cabeza.

—Claro que no, Moore.

Él se empezó a reír y añadí:

—De los Moore, puedo decir claramente que tu eres el más guapo.

Guerra De HermanosDonde viven las historias. Descúbrelo ahora