Estaba en una fiesta, con un vaso rojo en mi mano izquierda, y mi mano derecha en la delgada cintura de la rubia. Ella me estaba hablando, pero yo solo veía sus labios moverse, solo quería besarle, y no de esa manera tierna.
Así que lo hice.
Y me arrepiento. Por qué ahora mismo, estoy en la cama de un desconocido, desnudo, acostado junto a una chica que no recuerdo ni su nombre. Y aunque siempre me pasa, siempre me arrepiento, pero jamás cambio, y pienso que jamás cambiaré.
Son las cinco de la mañana, cogí mi ropa y me vestí mientras bajaba al primer piso de la casa de este chico, y en el camino, veía a gente semi desnuda tirada en el piso, con trago regado a su lado. Y hasta a veces encontraba a gente totalmente desnuda.
Me fui corriendo a mi casa, sin camisa y me tambaleaba.
Al llegar, dormí aun más, ese día no quería hacer nada. Pero el idiota de mi hermano me tenía que despertar.
Después de bañarme, ponerme ropa, perfumarme, peinarme y revisar que estaba todo lo que necesito , baje corriendo.
Max y yo nos fuimos al colegio caminando tranquilamente.
Cuando llegamos, vimos que una chica nueva se nos acerca.
-Hola, soy Penny. Soy nueva -lo noté -solo quería saber dónde quedaba recepción.
-Claro, nena. Queda por allí -mi hermano señaló la recepción, y yo solo asentí.
-Gracias.
Hablaba muy tímidamente, es una lindura.
Una idea se me vino a la cabeza, no, con ella no, por favor. Ojalá al idiota ese no se le ocurra hacerle eso a ella.
Mi hermano y yo seguimos caminando, hasta el salón.
La verdad, ni puse atención cuando llego el profesor. Simplemente estaba pensando en quién soy yo.
Un mujeriego, un jugador de fútbol, un genio en literatura y filosofía, aunque sea imposible de creer, pero es verdad. Y también, un chico que quiere enamorarse. Sé que como mujeriego debería de desear jamás enamorarme para tener a todas detrás de mí y todo eso que dicen, pero sería lindo que encontrará a chica que me quiera como soy, y no por lo que tengo que ser para ser popular. Soy un chico con un hermano, que sé que es igual que yo en todo, menos en lo genio de literatura y filosofía, él es el genio en geografía. Y nos ayudamos entre nosotros con las tareas.
No se puede decir mucho de mi, solo que lo único que anhelo es que no lleguen otras nuevas. Sería difícil para mi. Y para mi hermano. Y para todo el equipo. Bueno, creo que eso es todo lo que puedo decir de mi, por ahora. Mientras tanto, pongo atención a la clase.
*
Cuando por fin puse atención a la clase de teatro, me di cuenta de lo que había dicho el profesor apenas empezó la clase. Aunque sólo he pensado durante cinco minutos algo que no sea de la clase. Así que solo me perdí de eso.
Las dos se miraron entre sí, estaban nerviosas.
Pasaron al frente a hablar, pero se susurraron algunas cosas entre ellas al frente, y empezó a hablar la rubia:
-Soy Britany Smith. Tengo dieciséis años, soy de Australia y vengo de allá. Y... Y ya.
-Soy Ashley Smith. También tengo dieciséis años, también soy de Australia y también vengo de allá.
-Somos hermanas. -dijeron al mismo tiempo, señalandose entre ellas dos con el pulgar.
Mi hermano y yo solo nos miramos. Estaban buenas. Muy buenas.
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Guerra De Hermanos
Teen FictionBritany y Ashley, dos hermanas nuevas en el país de Estados Unidos. Una vida nueva, pero no será fácil. Tendrán que aguantarse el instituto que las espera. No es malo el instituto. Lo malo, son las personas que están en ese instituto. Ellas solo qui...