En la mañana siguiente, me levantó el sonido de la carreta de J.Franco, así fue como pude intentar sacar mi cuerpo de la cama y miré a mí al rededor, Rusell estaba parado en la puerta mirándome, así que realmente me asuste pero el solo sonrió y se fue. Incomoda, por lo que acababa de pasar, me duche y me cambié para salir a desayunar, de seguro mi padre hoy se iría, el no pasaba más de 24 horas dentro de la hacienda por que le recordaba mucho a mamá, y esto... empeoraba su humor. Escuché gritos de Matilda cuando salí de la ducha, así que me arreglé lo más rápido que pude para acudir a ver que sucedía, pero me llevé una gran sorpresa cuando me di cuenta que unos chicos estaban peleando, y uno de esos chicos era Rusell. ¿Que oto susto iba a llevarme yo hoy en el día?
-¿Que es todo esto? –me pregunté nerviosa.
-Mi niña –me abrazó Matilda sonando desesperada–, mi nieto que acaba de llegar y ya esta formando desastres.De repente vislumbré la figura de Ryan haciéndole porras a alguno de los que estaban peleando, ¿Eran Justin y Rusell? Me moví hasta donde estaba el amigo de Justin y le pedí, casi rogándole, que los detuviera, el resoplando por lo que le pedía se movió un poco más adelante jalando a uno de ellos por un pie separándolos de seguir cargandose a golpes.
-¿Que diablos? –espetó Justin cuando se dio cuenta que Ryan había jalado a Rusell fuera de la cancha de peleas–. ¿Por qué...? –se calló al verme.
-¿Como te atreves? –dijo Matilda acercándose a Justin–. Que falta de respeto.
-Lo siento abuela –dijo mirando al piso e intercaladamente a mí–, es que... el me las debía.
-¿Te las debía? ¿Ustedes se conocen? –pregunté.
-Sí –dijo Rusell levantandose del suelo, limpiando su labio roto–, este chico y yo teníamos algunas pendientes.
-Que ya soldaron –dijo Matilda seria–, usted también, señor... Que falta de educación.
-Que educación, vieja –refunfuño Rusell a lo que yo le golpeé por la espalda–. Ouch...
-¿Que no te enseñaron nada de valores, querido? –le dije retandole, Ryan de inmediato se interpuso entre nosotros.
-No hagas que yo termine contigo y déjalas en paz...
-Vaya vaya –sonrió Rusell con aire de valiente–, ¿no has salido del armario aún, mariquita?
-No me colmes la paciencia –susurró Ryan–, si no estuviera frente a una dama, te hago lo inimaginable.
-Ya sabía yo que no jugábamos en el mismo equipo –se burló Rusell a lo que yo lo tomé fuertemente por el brazo y me lo llevé adentro, había colmado era mi paciencia, y por lo visto no era ningún santo. La culpa no podía ser completamente de Justin, pero eso ya lo arreglaría con Matilda después.-Gran forma de despertarme –susurré mientras lo hacia entrar al estudio–, no sé donde está mi padre, no sé de donde eres, ni de donde vienes, solo sé que al principio te noté diferente... Quizás podrías llevarte bien conmigo. Eso era antes –aclaré cuando vi que se formaba una sonrisa en su rostro–, ahora solo me avergüenzo de lo que provocaste.
-¿Que yo provoqué? –corrigió Rusell mis palabras–. Error, pequeña... Este chico no tiene nada que hacer aquí, así que le pedí que se fuera y el comenzó con la violencia.
-¿Que? ¿Esta hacienda es tuya? –el se sorprendió–. ¿Que tú crees que puedes decir quien entre y quien no? ¿Mi padre te dio ese poder? –el asintió, sonriendo descaradamente–. Que diablos...
-Sí, tu padre me ha dicho que puedo hacer como si fuese mi casa, y a él no lo quiero nunca en mi casa.
-Me da igual los problemas que hayan tenido, y cuando alguien dice que te sientas como tu casa, es en sentido figurado. Hazme el favor de no tomarte atributos que no te corresponden –coloqué bruscamente unas banditas adhesivas sobre el escritorio que estaba de la sala–, porque no responderé la próxima vez... Y ahora cúrate, que pareces recién salido de uno de esos lugares donde matan los animales para comérselos después. Bien que sabe pelear Justin –susurré solo para mí y me permití sonreír.
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Sin complejos.
Fanfiction«Sin complejos es saber vivir solo bajo tus propios paradigmas. Y recuerda que tus paradigmas, son los lentes con los que ves el mundo. Una historia de amor, experiencias y muchos lentes por limpiar.» Segunda publicación. Primera publicación en nue...