La idea que tenía en mente podía ser buena, pero no sabía si los pocos que acompañaban mis decisiones las aprobarían. El primer paso era hablar con Matilda, solamente ella podía decirme si todo estaba bien, o mucho peor, decirme que no y que se cayeran todos mis planes.
-Hola Matilda –besé su mejilla desde atrás–. ¿Como estás?
-Bien mi niña... Pensé que no te vería más por aquí ahora.
-¿Por qué? ¿Por los chicos?
-Sí. Pero no sabes lo contenta que estoy de que se lleven bien. Mi nieto necesitaba salir de casa de Raquel por un tiempo.
-¿Por qué? –pregunté confundida.
-Ella también tiene esposo, es difícil para ellos también, pero no quieren decepcionar a la madre de Justin. Todos intentamos ayudarlos.
-Tranquila –coloqué mi mano en su hombro–, todo saldrá bien, lo prometo.
-Sí, mi niña –sonrió–. ¿Y me estabas buscando para algo en especial?
-En realidad sí.
-¿Me dirás para que soy buena? –preguntó Matilda dulcemente, mientras dejaba de cortar algunos vegetales.
-Es que... quiero irme a estudiar al pueblo. No quiero regresar a Villa.
-¿Como que no? Mi niña... –me dijo preocupada–. Allá está tu verdadera vida.
-¿Que vida Matilda? –pregunté secamente–. Si no tengo a nadie, solamente mi papá, y se que el no se preocupa por mí en lo absoluto. Si me voy, si me quedo, le dará igual.
-No estés tan segura de eso...
-Matilda, lo que más necesito ahora es tu aprobación. Mi papá pagaría todo lo mío, tú sabes perfectamente eso. No seré un estorbo, solo quiero estar rodeada de personas que verdaderamente me comprenden.
-No es tan fácil mi niña... Yo sería feliz de que te vinieras con mi hija, pero no sé...
-No, no me iría con ella. Me quedaría aquí Matilda, después J. Franco me llevaría al pueblo en las mañanas. ¡Por favor! –dije prácticamente rogando. Quería vivir aquí ahora, era la oportunidad de estar con amigos, de sentirme por primera vez a gusto, no perdería ese círculo que estaba comenzando a descubrir, no mientras pudiera evitarlo.
-¿Tu crees que tu padre acepte? –se dijo una sonrisa en su rostro.
-¿Tú me aceptarías aquí? Yo sé que a mi padre no le importará, no le afectará en nada.
-Claro que sí niña –me abrazó fuertemente–, mientras más cerca de mí, más feliz estaremos.
Ya había cumplido la primera parte, Matilda me aceptaría y casi puedo jurar que mi padre también. A él no le pesaba nada que estuviera lejos de él, porque nunca estábamos juntos y además tenía que dejar de preocuparse porque hiciera algo que pudiera afectarle, por que tan lejos de él no estarían juzgando cada paso que daría. Cuando iba saliendo de la habitación con una sonrisa imborrable alguien me tomo del brazo y me jaló hacia la próxima habitación.
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Sin complejos.
Fanfic«Sin complejos es saber vivir solo bajo tus propios paradigmas. Y recuerda que tus paradigmas, son los lentes con los que ves el mundo. Una historia de amor, experiencias y muchos lentes por limpiar.» Segunda publicación. Primera publicación en nue...