Capítulo 30.

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Como si hubiese sido un reloj que marcaba la hora, Matilda, Justin, Ryan, Jean Franco y yo partimos de regreso a la hacienda a las 12:30, puedo atreverme a decir que con sinceridad, máximo habíamos salido de la casa a las 12:32.

–Una semana después.


-Evelyn ¿puedo hablar contigo? –me preguntó Justin desde el marco de la puerta de mi habitación.
-Pasa, tranquilo.
-No –miro a todos lados–, quiero que sea afuera... Es más seguro.
-¿Seguro?
-Sí –asintió Justin. Tenía misterio en su cara, yo coloqué de lado las cosas que estaba acomodando y me levanté del piso, seguí a Justin quien caminaba ansioso por los pasillos y cuando llegamos al patio de frente, suspiró aliviado y me indicó que lo siguiera.
-¿Estamos bien aquí? –comenté harta de tanto caminar.
-Sí, sí, lo siento –dijo acomodándose el cabello– Eve, seré un poco directo, tengo que hablarte sobre dos cosas.
-¿Qué? –me senté a su lado.
-Rebecca y Ryan.
-Las dos R –comenté graciosa pero Justin seguía serio–, dime...
-Comenzaré por Rebecca. Eve, eres como mi mejor amiga, vaya, mi mejor amiga para ser sinceros. Aunque tenemos pocas semanas conociéndonos eres la chica en quien más confío aquí. Mi abuela me dijo que, supo que tu pensabas que Rebecca era falsa ¿es cierto?
-Justin...
-No fue chisme, nada de lo que quieras pensar. Quiero saber la verdad, mi abuela se enteró por casualidad, y para serte sincero, agradezco que me haya contado.
-Justin, te seré sincera –dije tragando grueso, no me esperaba todavía hablar con él de esto–. Rebecca es una chica muy carismática y divertida, pero noté que es un poco sangrona también. No la critico, no la conozco, no puedo juzgarla, pero Justin... No le veo muy contentan con nosotros. Pero es tu novia, no podemos...
-Calma. Solo, cuéntame lo que ves –yo asentí.
-Es que, cuando la conocí, fue una chica normal, divertida, pero la última vez que la vi, la semana pasada, huyó de nosotros cuando llegamos. No creo que estuviese tan apurada, y es mucha casualidad que...
-Sí, ella se fue precisamente por que ustedes llegaron. Me habló de ustedes, tú no le caes bien, y a Ryan siempre le consigue un defecto.
-¡Pero Justin...!
-Sí, le reclamé, le dije que ustedes son mis amigos. ¿Pero te digo algo? Ella es así con todos, no puede haber alguien a quien no critique, se la pasa en eso. Es su pasatiempo favorito.
-¿Y entonces, eso no te agrada?
-Obvio que no, una persona no puede pasársela juzgando a los demás. Nadie es más que nadie, y sinceramente, estoy seguro que puede que detrás de mí siga diciendo algunas cosas, también.
-No entiendo ¿entonces, si estás inseguro, por qué sigues con ella?
-Porque no solo soy inseguro de ella, si no de mi mismo.
-¿Cómo? –pregunté sin comprender.
-Temo no encontrar a nadie más. Mírame. ¿Crees que puedo conseguir alguna chica después de Rebecca? Esto fue solo suerte de principiante, de novato, de nuevo en la ciudad, pero no creo que alguna otra chica se pueda fijar en mí. Lo dudo tanto –negó con su cabeza gacha.

Sin complejos.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora