Sin complejos.

Capítulo 43.

Ese día habían pasado completamente el día juntos, pero bajo de darme importancia. No quería que influyera en nada, y menos si al día siguiente se iría. Por lo visto no pensaba dejarme lisa, así que en la noche, antes de todos acostarnos a dormir, pasó por mi habitación.

-¿Cenaste más temprano que nosotros, o no tienes apetito hermanita? –preguntó entrando al cuarto.
-¿Eres bipolar, o solamente vienes a fastidiarme? –dije irónica.
-No, no soy bipolar... Entonces descartemos esa respuesta.
-Ya entiendo que vienes a molestarme, Abril.
-Bueno, si quieres verlo de esa manera... –dijo y se sentó en mi cama–. La pasé increíble con tu novio y Justin hoy.
-Me alegra, hay que disfrutar cuando las cosas se tienen de a rato... Yo no tengo que apurarme a pasar un día con él, si tengo el resto.
-El problema es cuando tienes el resto, pero su mente está con otra.
-¿Insinúas que...? –reí irónicamente–. Que agallas tienes Abril, en eso si que nos parecemos, pero perfectamente puedes ahorrarte tus comentarios que de nada me sirven, ni para bien, ni para afectarme. Quiero dormir ¿sabes? Puedes... retirarte.
-Me voy temprano mañana –se levantó de la cama–, no creo que nos veamos, así que suerte...
-¿Con qué? –la miré.
-Con todo, después de todo somos medias hermanas ¿no?
-Basta Abril, definitivamente si eres bipolar, salte, hazme el favor –dije empujándole y cerrando mi habitación.

¿No estaba bien de la cabeza? ¿O se arrepentía de cada cosa que dijera? Fuese lo que fuese no terminaría de averiguarlo, mañana se iba, lo que significaba que mi padre había regresado. Miré el calendario y marcaba 24 de Agosto, fecha cercana al comienzo de clases, ahora tendría que preocuparme por ubicar todo lo que necesitaría para ir al nuevo colegio. Mi padre, con el contacto de Russell me había asegurado un cupo así que tendría que ir en esta semana a darles mi respuesta de que asistiría. Pensé que sería el día indicado para comprar lo necesario, los cuadernos, y ambientarme o al menos tener una idea de como sería el colegio; entonces estaba decidida con que mañana temprano, después que se fuera Abril, saldría al pueblo para tener bajo control mi nuevo año escolar, con Ryan y Justin.

Temprano, al despertar, después de cepillarme y haberme cambiado el pijama, salí a desayunar pero los chicos aún no se habían levantado. Matilda me recibió con el desayuno y le comenté que quería que me acompañara a tomar todas las cartas sobre el asunto de mi nuevo colegio. Cuando estaba terminando de comer los chicos aparecieron con caras de desvelados.

-¡Parece que no durmieron nada! –dijo Matilda con tono reprochante.
-Ay abuela, es que levantarnos a las tres de la mañana y volvernos a acostar, es realmente agotador.
-¿Y eso? –pregunté indiferente.
-Para despedir a Abril... –dijo Justin y se congeló, por lo visto se le había salido algo que no debía decir. El sueño lo tenía aún atontado y respondió automáticamente mi pregunta, Ryan me miró petrificado, como con temor. Yo solo me levanté de la cocina y salí.