Capítulo 40.

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-¿Desayunas? –me preguntó repentinamente. Hacía mucho tiempo que alguien no se preocupaba por mí. Bueno, no de mi propia sangre. Y con eso, me refería con que solamente tenía a mis padres, y definitivamente era mi madre quien antes se ocupaba de todo. Eran un montón de cosquillas en mi estomago, o quizás a una altura más pronunciada, no sabía describirlas, y unas increíbles ganas de abrazarle pero me contuve y sonreí.
-Sí, gracias –la miré mientras me fijaba que Justin y Ryan me miraban sin entender–. ¿Y ustedes que harán hoy chicos?
-Pues yo ayudaré a Jean Franco...
-Igual yo –respondió indiferente Justin.
-¿Y ustedes siguen molestos? –pregunté.
-Sí, bueno, no... Yo no estoy molesto –dijo Justin– es Ryan.
-Yo estoy molesto porque eres un inmaduro masoquista.. Y además, no me agradeces que me preocupe por ti, sino que me tratas mal.
-No te traté mal, y no tienes por qué hacerlo. Soy grande, y no eres nada mío.
-Un amigo –interrumpí yo–, que se preocupa por ti, y precisamente esos son los más difíciles de encontrar. Justin, compórtate maduramente y discúlpate con Ryan.
-¿QUE YO HAGA QUÉ? –espetó de inmediato alterado.
-¿No valoras su amistad lo suficiente para disculparte, y asumir tu error Justin? –lo miré intentando convencerle.
-Yo... eh... –Ryan se levanto sin vacilar y se fue, dejando su desayuno a medias. Justin sabía que había cometido un error, termino de comer resignado y luego se fue, supongo que a buscarlo, y sino era así, bueno, todo empeoraría, era predecible.
-Está listo –me sacó una voz de mis pensamientos, sí, todo era real, Abril estaba preparando desayuno para las dos.
-Gracias –sonreí aceptando el plato que me ofrecía–. ¿Y tu mamá?
-Está en mi casa, ya sabes... Yo estoy aquí mientras papá regresa de vacaciones. ¿Y tu mamá?
-Bueno –dije atorándome con un poco de desayuno–, ella murió hace dos años Abril...
-¿En serio? Lo siento mucho...
-Tranquila –sonreí.

Había algo en ella que no lograba cerrarme, comenzó a hablarme de mi amigo el pelirrojo, Ryan. Comenzó a decirme que era muy lindo, que pensaba tirarle la onda, y lo peor fue que yo no me atreví a decirle que éramos novios, o que andábamos, mejor dicho... Pensé que se podría dar cuenta ella sola, pero, estaba saliendose de las manos. Me preguntó como era él, y yo solo intentaba hablarle de Justin. Cuando habíamos terminado de desayunar me pidió salir a buscarlo, y yo moría sin saber que hacer, cuando llegamos noté que Ryan me miraba con ternura y que estaba a punto de venir a abrazarme, pero le hice un par de señas para evitarlo. Quizás estaba actuando mal, pero no sabía que hacer para entonces. No quería que fuese como una propiedad ¿o sí debía ser así?

Sin complejos.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora