Me fui hasta mi habitación, por más que fuesen inocentes, los comentarios de Justin habían dolido. Sé que quizás había parecido un tanto delicada, pero las vacaciones, para mí, eran crueles días. Cuando estaba en el colegio, estaba distraída por las tareas y se supone que no me daba cuenta de que estaba sola, sin amigos, y ahora más que mi mamá no me acompañaba. Pero en los días que estábamos libres, me daba cuenta de lo sola que estaba… Que no tenía con quien hablar, a quien llamar o simplemente quien me acompañase a divertirme algunas veces. Que Justin me enfrentara y me dijera: "Qué, no tienes vida social?" y luego se burlase de quién considero mi mejor amiga, me dejó fuera de mí.
-¿Que pasa Em? –me gritó Matilda al verme pasar hacia mi habitación casi corriendo, pero no pudo seguirme, poco después escuche como detuvo a otra persona que venía detrás de mí.
Pasé casi una hora acostada en mi cama viendo el techo, hacían unos minutos que le había prometido a Matilda no sufrir por otras personas, permitirme ser feliz, y ahora estaba prácticamente deprimida en mi cama pensando en que Justin, su nieto, se había burlado de mi poca vida social. Aunque yo dentro de mí intentaba hacerme sentir mejor, explicándome que tanto mi padre me prohibía salir con otras personas, como que siempre me mandaba lejos de casa cuando por fin eran vacaciones.
No lograba convencerme de que tenía una excusa para no tener amigos de mi edad. Es que era verdad, eran solo Matilda y Rorie, ¿cuántos más podía considerar como mis amigos?
-¿Puedo... hablar contigo? –dijo una voz dulce y varonil detrás de mí.
-¿De qué? –respondí seria, evitando que notara en mi voz que quería llorar.
-De ti, de lo que pasó hace unos segundos. ¿Puedo pasar Emi? –yo volteé a mirarlo y asentí casi volviendo a sonreir por la forma en que me había llamado–. Sé que no soy el indicado, pero, lamento eso.
-No fue tu culpa, fue la de tu amigo –dije un poco molesta–. No fue tu culpa, Ryan...
-Sé que no lo fue, pero es que ninguno de los dos sabía nada –dijo apenado–, no culpes a Matilda por contarnos, teníamos que entender todo, más si vamos a ser tus amigos de ahora en adelante –sonrió tomando mi mano.
-No necesito amigos por lastima –solté su mano bruscamente–. No los necesito.
-No somos amigos por lastima –susurró lo ultimo–, siempre han sido nuestras intenciones amigarnos contigo, pero solo que Justin no quiso herirte así.
-¿Y donde está él para decírmelo?
-Está afuera hablando con su abuela. Yo sabía que necesitabas a alguien pronto da tiempo que terminen de hablar y que se pase su vergüenza y vendrá a disculparse –sonrió seguro.
-Gracias –lo abracé como pude, pues los dos estabamos sentados a la misma altura.
-De nada –acaricio mi cabello.
-¿Puedo decirte que tienes unos ojos hermosos? –sonreí tímida.
-¿En serio? Entonces te gustan los ojos de Rusell –dijo serio.
-Si, en realidad si me llamaron la atención también.
-¿Que hace él aquí?
-No sé, si fuese por mí, ya se hubiese marchado.
-¿Y por qué no se va?
-Pregúntale a mi ausente padre –suspiré y me acomodé en la cama–. No se que hace aquí, no lo quiero aquí, pero... esta aquí.
-Pero no dejaremos que se acerque a ti. Este chico no es de una buena educación, lo conocimos en el colegio, es hijo del prefecto, pero definitivamente es uno de esos riquitos que creen que dominan el mundo. No como tú –sonrió mientras parecía se acercaba a mí. Yo me levanté
-Sí, gracias –sonreí nerviosa. ¿Buscamos a Justin?
-Si eso quieres –dijo tranquilo–. Entonces vamos.

ESTÁS LEYENDO
Sin complejos.
Fanfiction«Sin complejos es saber vivir solo bajo tus propios paradigmas. Y recuerda que tus paradigmas, son los lentes con los que ves el mundo. Una historia de amor, experiencias y muchos lentes por limpiar.» Segunda publicación. Primera publicación en nue...