Después de ese día, había modificado algunas cosas en la casa, quería evitar encuentros inoportunos en horas de comer, así que ahora Justin y Ryan estarían comiendo conmigo. Al día siguiente habíamos pautado un par de actividades juntos y quedamos en encontrarnos en los establos, estaríamos ayudando a cepillar y probar los caballos de trote a ver como se mantenían. Eran los favoritos de mamá...
Habíamos estado pasando una buena mañana, realmente el tiempo pasaba voltando juntos a ellos. Eran divertidos y ocurrentes, no solía tener un concepto así de las personas que me rodeaban así que era refrescante y revitalizante. Yo me encargaba de cepillarlos y Justin y Ryan montaban las sillas y las probaban.
Cuando casi habíamos terminado de hacer todo eso, Matilda nos estaba esperando con una agua de avena súper fría, la tomamos en apuros y entre risas estábamos compitiendo a ver quien la terminaba primero. Por otro lado nos pasaban gotas en los labios desbordadas del vaso. Cuando terminamos había ganado Ryan, todos partimos en risa mientras Matilda nos miraba casi nostalgicamente, recogió los vasos y nos dejo solos de nuevo. Estábamos llegando al establo para terminar de ordenar las cosas y buscar algo mejor que hacer, cuando Ryan interrumpió el momento de infinito silencio mientras caminábamos.
-Yo gané –dijo Ryan entusiasmado.
-¿Y que con eso? –dijo Justin cortante, pero a la vez sonriendo.
-Que gané, soy un hombre poderoso.
-Para algunas cosas –solté indiscretamente riendo, su amigo me acompañó–, es broma Ryan.
-Pero merezco un premio –hizo pucheros y deteniéndose, haciendo que Justin y yo nos volviéramos a mirarlo.
-¿Y que esperas? ¿Que te lo demos? –comentó él.
-Sería un... lindo detalle. Ya tengo pensado uno.
-¿Que quieres? –le pregunté.
-Un beso de Justin...
-¿Qué? –preguntó él shockeado, mientras yo reía a todo pulmón y Ryan me miraba sonriendo.
-Un beso tuyo, lo he soñado desde que te conocí.
-¿No será de Em? –dijo de un descuido, mi risa como por arte de magia desapareció y me coloqué seria. Justin nos miró a los dos, notó nuestras expresiones y fue él quien ahora reía.
-No –dijo serio Ryan–, aunque no me vendría nada mal...
-¿No vendría mal? –arquee una ceja.
-Vamos, hablo de un beso en la mejilla... No mal interpretes –Justin seguía riendo.
-¿Cuál es el chiste?
-No lo sé. ¿Se lo darás?
-Sí –dije segura y me acerqué a Ryan, el se quedó en su sitio, sin moverse, ni siquiera se si estaba respirando y le planté un beso en la mejilla, a pocos centímetros de la comisura de sus labios. Sí, un poco atrevida, lo sé, pero me nació hacerlo, además que sus ojos... Hice mucho al no besarlo más allá.
-¡Ryan amigo! ¡Reacciona! –decía bromeando, pero en realidad Ryan estaba rojo como un tomate y puesto en su lugar, sin moverse.
-¿Ryan? –le llamé. El se movilizó, nos miro y luego se hecho a reir.
-Era broma –dijo entre cortado–. ¿Seguimos?
-Claro –le respondí para olvidar el tema–. ¿Y que haremos ahora que terminamos esto? –pregunté mientras levantaba del suelo el cepillo con que peiné minutos antes el pelaje de los caballos.
-¿Quieren andar en caballo? Dar un paseo quizás.
-Hace mucho que no doy uno. Desde que mi mamá...
-Si quieres no lo hacemos –interrumpió Ryan considerando.
-No, no, creo que puedo –esbocé una sonrisa–. ¿Ustedes quieren ir? –los dos se miraron y asintieron con la cabeza–. ¡Vamos entonces!

ESTÁS LEYENDO
Sin complejos.
Fanfiction«Sin complejos es saber vivir solo bajo tus propios paradigmas. Y recuerda que tus paradigmas, son los lentes con los que ves el mundo. Una historia de amor, experiencias y muchos lentes por limpiar.» Segunda publicación. Primera publicación en nue...