Salimos a los pasillos de la casa, nos guiamos por las voces de Justin hablando con Matilda y llegamos interrumpiendo. Matilda me miro nostálgica y luego me abrazó, aunque sabía que era por todo el cariño que nos teníamos odiaba sentir que todo esto llevaba escrita la palabra: "lastima". Le correspondí, pues no quería armar un problema un poco ligeramente más grande y noté como Justin me miraba también un poco triste. ¿QUE NO ACABO DE DECIR QUE ODIO ESAS ACTITUDES HACIA MÍ? Claro, pero no lo dije en voz alta, ellos no lo saben.
-Em, ¿podemos hablar un momento? –sonrió Justin.
-Sí, claro –respondí–, pero antes quiero aclararles, de una vez, cómo odio que me traten como si fuese una niña consentida, odio que me den a entender que me miran y me tratan con lastima –dije seria–. Sé que no es la intencion de ustedes, pero... limítense. Por favor.
-Lo haremos, mi capitana –reimos con Ryan mientras me alejaba acompañada de Justin.
-No quiero irme muy lejos... –me detuve–. ¿Que pasa?
-Sabes lo que pasa... El que no lo sabia era yo –dijo nervioso–, no mal interpretes que ahora quiero... cambiar contigo. ¿Como te digo? Solo... lo siento.
-Tranquilo –sonreí–, se que no fue tu intención, pero como te dije, lo que menos quiero ahora es que me traten raro, o con compasión. Justin, no quiero vivir lamentándome de cada cosa que haga, no fue lo que prometí.
-¿Lo que prometiste? –me miró intrigado.
-Da igual –el sonrió.
-¿Puedo abrazarte?
-Si eso quieres –sonreí y deje que me envolviera. Él era un poco más alto que yo, y notaba que era simpático, aunque tuviese sus impulsos descontrolados. Es decir, sentía que era de ese tipo de niños que de un momento está callado, a otro quiere demostrar cariño, y para otro, simplemente mata a golpes a Rusell. Ahora me tocaba lidiar con él y su amigo, pues definitivamente se hospedarían aquí en la hacienda ahora en adelante, lo de contratarlos era lo de menos, ahora serían como... visita, o mucho mejor, un par de compañeros aquí, alegrándonos un poco.
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Sin complejos.
Fiksi Penggemar«Sin complejos es saber vivir solo bajo tus propios paradigmas. Y recuerda que tus paradigmas, son los lentes con los que ves el mundo. Una historia de amor, experiencias y muchos lentes por limpiar.» Segunda publicación. Primera publicación en nue...
