Capítulo 27.

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Era de esperarse que estuviera molesta, dolida. Sí, mi padre era insensible. Siempre lo fue y nunca termine de entender que le había visto mi madre a él, pero había llegado a los extremos, a un punto sin retorno. Me encerré en mi cuarto malgastando las esperanzas de que se disculpara conmigo pero obviamente no pasó y yo me dormí, vencida por el sueño.


Cuando desperté el sol abarcaba con su luz toda mi habitación, había un sobre y una taza de té de lado de mi cama, pero antes de tomarlos me lavaría los dientes, tomaría una ducha con agua tibia y me peinaría una crineja. 

Había terminado de hacer lo previsto para cuando leí la nota.

"Buenos días, tu padre y yo partimos de madrugada, te extrañaré. Si ¿sabes por qué? Porque me gustas y soy cobarde al decírtelo, un beso que te dure hasta que nos volvamos a ver.

Te quiere R"

¿R? "Porque me gustas y soy cobarde al decírtelo" ¿Ryan? ¿Pero a dónde se fue con mi padre? Corrí hasta la cocina y en el mesón solo estaba sentado Justin hablando con Matilda, el pánico se apoderó de mí.

-¿Dónde esta Ryan? –pregunté azarada.
-Eve, él...
-Aquí estoy –dijo una voz sonriente detrás de mí– ¿Qué pasa?

Sentí un gran alivio dentro de mí, pero luego repugnancia, buag, era Russell entonces. Cuando bajé de mis pensamientos noté que Ryan me había apartado un poco de la cocina y estaba mirándome.
-¿Por que me buscabas así?
-Por esto  –mostré nerviosa la nota, él me la arrebato y la leyó silenciosamente deletreando en mudo las palabras con su boca, sus labios, tan provocativos.
-¿Que... diablos? ¿Le gustas a Russell? ¿Un beso que te dure hasta que...? ¿Evelyn, él te gusta?
-No, no –dije rápidamente, Ryan suspiro aliviado–. ¿Celos?
-No –dijo seco y nervioso–  ¿Quién te gusta?
-Estoy como tú, averiguándolo.
-¿Te ayudo? –sonrió, mire a todos lados y lo besé torpemente. Cuando me separé sus ojos estaban cerrados y sus labios entreabiertos, como esperando más. Yo reí y toque su nariz con la punta de mis dedos, el abrió los ojos y yo entré divertidamente de nuevo a la cocina.

Sin complejos.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora