Capítulo 45.

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Ryan me siguió hasta que se cansó, porque no paraba de evitarlo. Escuche unos gruñidos de su boca y luego vi como se regresaba molesto a casa. Él no tenía por qué molestarse después de todo, se había sobrepasado con los detalles con Abril, y no podía evitar estar celo... molesta. Me senté frente a uno de los corrales y simplemente me perdí pensando. Sentí que me estaba precipitando a las cosas, que algo estaba saliendo mal, o quizás ahora en mis pensamientos era cuando estaba sacando conclusiones apresuradas. Por primera vez, desde mucho tiempo, estaba confundida con mis sentimientos, normalmente estaba concreta con lo que sentía, rabia, amor, dolor, pero ahora no sabía siquiera qué era... Pero reconocía el miedo dentro de todos ellos. Me di cuenta que Justin se estaba acercando a mí, y en mi mente comencé a pensar que le diría, por que de seguro venía a hablarme de Ryan y lo que había pasado.

-¿Puedo? –me preguntó señalando sentarse a mi lado.
-Sí, dale.
-¿Estás molesta?
-Justin, no quiero hablar de eso contigo.
-¿Y por qué? –me miró curioso–. No vengo a defenderlo, vengo es a escucharte a ti, sé que lo necesitas...
-Sí, lo necesito –dije mientras me apoyaba en su hombro–. ¿Es que sabes que me pasa?
-No...
-Tengo miedo, miedo de que todo esto sea muy rápido. Justin, en dos días tendremos un mes saliendo, pero siento que todo va rápido, nunca había tenido una experiencia así, nunca había tenido novio y no sé como es todo esto... 
-Hagamos una cosa, yo soy tu amigo, te diré si algo anda mal ¿sí?
-¿Lo prometes? –lo miré.
-Lo prometo –beso mi frente–, mi abuela te esta llamando para salir al pueblo. ¿Quieres que te acompañe?
-No es necesario... Y sobre Ryan, ¿crees que hice mal al molestarme?
-No –sonrió–, ya lo solucionaran, son solamente celos... Es normal que pase.
-¿Celos? Yo no soy celosa.
-Si lo eres, mírate –dijo sonriendo–, tranquila, es obvio que seas así, y la situación lo ameritaba, solo que Ryan no lo hizo con mala intención. Lo conozco, y además de ser un chico correcto, fiel, ya sabes –dijo dándome un pequeño empujoncito con el codo– te quiere demasiado.
-¿En serio? –dije riendo.
-¡Oh, no sabes lo que tengo que pasar! En las noches solo comenta sobre tu sonrisa, sobre lo perfecta que eres...
-Nadie es perfecto –dije con la mirada gacha.
-Es cierto, nadie es perfecto, pero ante los ojos del amor, hace ver lo mejor de ella. Nunca sus defectos.

No quería que Justin me acompañara al pueblo, prefería ir sola con Matilda, algo de chicas... De amigas. Tenía que encargarme de todo esto hoy, me moría por estudiar con ellos, mis amigos. Me entusiasmaba mucho la idea de ahora, tener la oportunidad de conocer chicas como yo, quizás llegar a tener alguna amiga, y mucho mejor, pasar tanto tiempo con Ryan. Cuando pasé por la sala, él estaba sentado en una silla y se levantó al verme pasar, como si fuese a hablarme pero por lo visto no se atrevió y yo no pensaba decirle algo, así que solo le miré de reojo y continué hacia mi habitación donde me cambié y fui a buscar a Matilda para salir. Justin y Ryan estaban afuera cuando nos estábamos montando en el transporte, para no decirle carreta, y Ryan se acercó para decirme algo en el oído, yo quise evitarlo, retirarme, pero mi fuerza de voluntad estaba de lado de él, así que esperé que hiciera lo que pensaba hacer.

-Hablaremos cuando llegues, cuídate –susurró y beso mi mejilla, yo sonreí sin que lo notara y luego él me ayudo a montarme.

Sin complejos.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora