Capítulo 49.

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Me había llevado hasta la parte trasera de la hacienda y Ryan estaba esperando allí apoyado contra la pared y sonriendo, en cuanto me vio llegar Justin desapareció y él se fue acercando poco a poco hacia mí. Cuando estaba cerca de mí, me tomo por la cintura, beso mi mejilla y me susurro al oído: "Feliz primer mes" yo sonreí y me colgué de su cuello con un tierno abrazo, después nos distanciamos y nos besamos dulcemente. Ryan sonrió y me tomó de la mano llevándome a caminar. Anduvimos en caballo... No tuve ningún problema esta vez porque además que estábamos los dos en el mismo, yo iba detrás abrazandole y él dirigiéndo. Después que habíamos pasado un buen rato andando, nos bajamos y me llevó a donde había una pequeña cesta con almuerzo preparado por Matilda, el era un chico muy dulce y lo peor de todo era que yo no le había preparado nada.

-¿Que pasa? –me miró un poco preocupado.
-Es que yo... no hice nada –dije nerviosa.
-Por eso no hay problemas –sonrió–, hoy quiero sorprenderte yo, tu lo haces conmigo todos los días.
-Claro que no, nunca te he dado nada...
-Tus regalos son sonrisas, miradas, besos... Con eso y menos me conformo estando a tu lado –yo me sonrojé–. ¿Recuerdas que aquel día te dije que mañana te amaría? No paso al día siguiente, pero hoy si...
-¿Hoy si que? –pregunté.
-Hoy si te amo... Y creo que desde siempre.
-Ryan –dije con la mirada gacha.
-¿Que paso? ¿Me apresuré? Lo siento mucho, no quise...
-No eres tú, es todo esto. Siento que todo va rápido, no sé dominarlo.
-Estar enamorado no se domina, es imposible.
-Igual y yo también te amo –dije con la cara escondida, sonrojada.
-¿En serio? –dijo esbozando una gran sonrisa.
-Claro que sí Ryan, estoy segura de que esto que siento debe llamarse así.
-¿Y para ti... que es esto?
-Lo que siento.
-¿Lo explicarías?
-No –negué con la cabeza–, es imposible. –Ryan tomó mi mentón con delicadeza y beso mis labios; fue algo más duradero que cualquier otro, y solo cuando me quedé sin aire deje de pulsar sus labios contra los míos. Pero es que él, el solo hecho de mirarlo a los ojos me dejaba sin aliento.

Esa tarde miramos juntos en el atardecer. Nunca me había apresurado en el amor, mi lema era que el chico indicado llegaría en el momento indicado. No había tenido un novio anterior, a pesar del chico que compartió mis aventuras de pequeña, pero nunca me mortifiqué, por que sabía que en mi Destino estaba mi otra mitad, esa otra parte que no solo me complementaría, si no que llenaría esos días oscuros en algo completamente colorido. La vida se trata de eso, de amar, de dar y recibir, y mientras estés abierta a las oportunidades, todo se dará como está planificado. Nunca temas arriesgarte, por que tu corazón puede ser herido en varias ocasiones, solo cocerlo y sigue adelante, el amor no mata... No te precipites igual, la vida está llena de caminos, pero solo hay un destino.

Sin complejos.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora