Capítulo 4

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No sabía cuánto tardaría Devlin en aparecer, pero supuso que poco

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No sabía cuánto tardaría Devlin en aparecer, pero supuso que poco. Él siempre tardaba poco estuviese donde estuviese. Su red de contactos era tan amplia que Arisha se había visto obligada a recurrir a él varias veces. Se habían conocido de pura casualidad al poco tiempo de morir su abuela, ella estaba perdida, su sed de venganza la estaba destruyendo y él la ayudó a prepararse física y mentalmente si quería seguir investigando sobre lo que había pasado. Era algo peligroso y arriesgado, lo había sabido siempre, pero eso es lo que le quedaba en la vida. La venganza, el conocimiento, el por qué había pasado.

Justo en ese momento, su mente voló hacia Olya. Alexey la había visto con ella y tenía que asegurarse de que estaba bien. Caviló durante unos momentos si llamarla o escribirla y qué decir para que no sospechase que podía pasar algo. Decidió que un mensaje era mejor, así que abrió su WhatsApp y le mandó rápidamente uno.

"¿Mañana nos vemos?"

Esperaba que no sospechase, ya que no era la primera vez que cruzaba con ella mensajes de ese tipo y esperó que la contestara.

"Claro. Aunque después de trabajar he quedado, acabo de conocer a alguien"

¿Acababa de conocer a alguien? ¿Olya? Aquello era raro, a la joven rápidamente se le cruzó en la mente el muchacho que la perseguía. Sería perfecto para él seducir a Olya, le quedaba cerca de ella y además, de esa manera, podría siempre jugar a hacerla daño.

"¿Ah, sí? ¿Quién es él?"

La puerta de su casa sonó en ese instante y la chica se dirigió al portero automático al lado de la puerta. Tenía cámara y en ella vio los ojos de Devlin. ¿Cómo había podido llegar tan rápido? Abrió la puerta sin decir una palabra y esperó a que el chico subiera mientras leía rápidamente el mensaje que le había mandado Olya.

"Se llama Alex, le conocí esta noche cuando fui a tomar algo con mi hermana"

Joder. Exactamente era eso lo que había estado temiendo, pero de momento no podía hacer nada sin levantar las sospechas de la otra chica, ya hablaría con ella del tema al día siguiente. Al oír el timbre de la puerta de entrada, fue hacia ella y la abrió. Allí estaba, Devlin, alto, mucho más alto que ella y eso que ella ya era alta. Su cuerpo era musculoso, se percibía aún a pesar de la larga gabardina de invierno que llevaba, sus ojos, casi tan grises como los de ella, destacaban en su cara de facciones duras. Era un hombre atractivo, siempre lo había sido y era uno de los pocos hombres en los que confiaba algo la joven, aunque la última vez que habían hablado, la cosa no había acabado nada bien.

—Ari —la voz del hombre era grave, dura, pero encerraba una ligera ternura—. ¿Qué está pasando?

—Dev —saludó la chica inclinando la cabeza un poco. A su lado siempre se sentía mucho más pequeña, a pesar de que tenían prácticamente la misma edad—. ¿Cómo es posible que me encuentre otra vez? Viene en serio a por mí, Devlin, está intentando salir con Olya y... —La chica tartamudeaba ligeramente, le daba igual lo que pudiese hacerle a ella, pero Olya no tenía nada que ver, aunque era bien sabido que a ellos eso les daba totalmente igual.

—Ari, tranquilízate, sabíamos que te encontraría algún día. Estás preparada para esto, estás lista, Arisha —la voz de él sonaba tranquilizadora, todo su cuerpo transmitía calma y seguridad, como siempre había sido, él conseguía mantener la calma en casi cualquier situación. Los dedos de él se habían puesto en sus mejillas y los pasaba por ellas para transmitir calma.

—¿Por qué has venido? —Sabía que ella le había llamado, pero no sabía si él iba a acudir, como decía, habían acabado bastante mal, necesitaba saberlo ahora que habían vuelto a encontrarse.

Un fuerte suspiro salió de él.

—Prometí no dejar que te pasase nada, Arisha. Te lo prometí a mí y me lo prometí a mí mismo. No voy a dejar que nadie más sufra por esto. —Su voz sonaba brusca, como siempre que hablaba de ese tema, él mismo sabía perfectamente lo que era perder a alguien por esa gente y casi había perdido también a aquella chica conocerla, aunque eso es algo que ella aún no sabía.

—Él me perdonó la vida, Devlin, ¿por qué iba a hacerme algo ahora? ¿Qué está cambiando? ¿Por qué ellos no saben dónde estoy? —Las preguntas salieron de la boca de la joven en tropel, no entendía nada y aquel hombre era ante el único que podía sincerarse y parecer humana, algo que no se permitía con prácticamente, nadie podría echar abajo su muralla, nadie podría acercarse a ella.

—Lo averiguaremos, pero lo haremos juntos, no te voy a volver a dejar sola, cometí ese error una vez y no volverá a pasar —su voz sonaba totalmente segura y ella sabía que era verdad, cuando él prometía algo, jamás lo incumplía, su palabra era de las pocas de las que alguien se podía fiar. Las palmas de él seguían en sus mejillas y en los ojos de ella, clavados en los de él, se veía nostalgia, añoranza.

En ese momento, sonó el móvil de ella y se apartó apresuradamente de su lado, haciendo que sus manos cayeran a ambos lados de su cuerpo como muertas. Cogió el teléfono y abrió el mensaje que le había llegado.

Sus manos fueron inmediatamente a su boca, dejando caer el móvil al suelo en el proceso. Cerró los ojos con fuerza. Efectivamente, allí estaba, sabía que eso iba a pasar. Tenía que hacer algo y pronto.

"Nos vemos pronto, rubia"

El mensaje venía acompañado de una foto, una foto en la que salía Olya... Y también Alexey.

Bueno, he tardado un poco en subir nuevo, pero estaba de exámenes y no he podido antes

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Bueno, he tardado un poco en subir nuevo, pero estaba de exámenes y no he podido antes. Espero que os guste. ¡Ya me decís! Besos.

La voz del pasadoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora