Capítulo 27

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Llevaban toda la noche pensando en qué podían hacer

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Llevaban toda la noche pensando en qué podían hacer. A Devlin y a Alex sólo se les habían ocurrido ideas estúpidas o suicidas. Cada vez que Arisha oía una, ponía los ojos en blanco y negaba con la cabeza, desesperándose. Tampoco contaba con demasiados efectivos, teniendo en cuenta que Alexey seguía herido y apenas tenía reflejos ni fuerza ni nada, es decir, no les iba a servir absolutamente de nada.

Ya habían pasado demasiadas horas y Arisha había decidido su plan por sí misma, se iba a ir en cuanto pudiese, pero iba a liberar a Lena. Ella seguramente no sobreviviría, pero haría que dejaran en paz a todos los demás y, al menos, podía morir tranquila. Ya no le tenía miedo a la muerte, había sufrido mucho e iba a poder morir salvando a la gente que le importaba, aunque sabía que todos ellos la odiarían un tiempo por hacer aquello, sentía que era lo correcto, estaba totalmente tranquila.

Después de pensar todo el día, así que decidieron descansar al llegar el anochecer, de manera que cada uno se fue a su respectiva cama, quedándose Arisha en el sofá, alegando que no quería estar cerca de ninguno de ellos, aunque sus planes no eran aquellos. Quería haberles dado un último abrazo a los dos, pero entonces ambos sospecharían que algo andaba mal, puesto que ella nunca había sido cariñosa y menos ahora que estaba enfadada. Pero sí les dejaría una nota, para que al menos supieran por qué había hecho aquello.

Esperó un par de horas impaciente y entonces escribió un mensaje a Iván, que rezaba así:

"Tendrás lo que quieres, Iván, pero con una condición. Nos vemos en el parque, ya sabes dónde, trae a Lena contigo. Vigilaré que está y si no, no me volverás a ver nunca en tu vida. Aprovecha. En media hora".

Arisha se preparó mentalmente unos segundos más y dejó una nota a los chicos, diciéndoles que les apreciaba y que hacía aquello por ellos y por la gente a la que aún apreciaba. Que cuidasen de sí mismos y que cuidasen de Lena. Dirigió una última mirada a su piso y salió de él sin dar un solo ruido, sabiendo cómo manejar la puerta para que no lo hiciese.

Más rápido de lo que le hubiese gustado, llegó al parque. Cómo cambian las cosas cuando estás a punto de perder tu vida, ¿verdad? Ahora lo veía todo con más color, veía algo especial en cada lugar al que mirase, cosas que antes le habrían pasado inadvertidas, ahora le fascinaban.

Se escondió en el parque, a la espera de ver a Iván con Lena. No había nadie por allí, hacía un intenso frío y era muy tarde, ideal para realizar aquel... Intercambio. Los vio llegar. Llegaban ellos dos solos, por supuesto. Lena lucía demacrada e iba agarrada por una cuerda que sostenía Iván en sus manos. Aquello cabreó mucho a Arisha, aunque también le sorprendió la expresión que lucía en el rostro de él. Parecía casi arrepentido. No sabía qué pasaba, pero salió de entre los árboles al ver que estaban los dos y se acercó a paso lento hasta donde ellos habían parado.

Durante unos instantes, ambos se miraron a los ojos con intensidad, sin decir nada. Entonces, Iván soltó la cuerda que llevaba a Lena y la dejó ir. Ella corrió, acercándose a Arisha rápidamente, que la soltó las cuerdas de las manos y la sonrió con alegría. Había conseguido salvar a su hermana, aunque no fuera de sangre, aquello merecería la pena si ella podía volver a casa con su hermano sana y salva y que ya nunca más tuviesen que huir de nadie. Lena la miró como si estuviera loca y habló asustada.

La voz del pasadoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora