Capítulo 13

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Alexey daba vueltas por el salón, con las manos en la cabeza, lucía desesperado, el puto Iván había vuelto a hacerlo, creía que ya no tenía nada que hacer pero siempre tenía algo más con lo cual hacerle daño

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Alexey daba vueltas por el salón, con las manos en la cabeza, lucía desesperado, el puto Iván había vuelto a hacerlo, creía que ya no tenía nada que hacer pero siempre tenía algo más con lo cual hacerle daño.

Arisha y Devlin lo miraban callados, de vez en cuando se lanzaban miradas preocupadas entre ellos, parecía realmente que Alexey había perdido del todo la cabeza. Al final, fue Ari la que se atrevió a hablar.

—¿Quién es ella, Alexey? —La voz de la joven seguía preocupada, no sabía quién era aquella muchacha, pero intuía que le afectaba de cerca, sino él no se hubiese puesto así delante de ella, muchísimo menos delante de Devlin.

Alexey paró en medio de uno de sus paseos como si hubiera despertado de un trance y clavó sus ojos desesperados en los ojos preocupados de Arisha. Titubeó un momento antes de hablar.

—Ella es... —Su voz era poco más que un susurro—. Es mi maldita hermana —negó con la cabeza reanudando su paseo rápidamente, mientras que los otros dos se miraban entre ellos asustados.

Esperaron a que él dijese algo más, pero no lo hizo, sólo siguió paseando. Un momento después, volvió a parar para hablar de nuevo y cuando estaba abriendo la boca para hacerlo, su móvil sonó. Lo sacó de su bolsillo malhumorado, pero su mirada cambió en el momento que leyó el mensaje que había llegado a su teléfono. Negó con la cabeza una vez más y le tendió el mismo a Arisha. Era Olya. La joven e inocente Olya estaba preocupada por Alex. El mensaje decía lo siguiente:

"Hola, Alex. No sabía si escribirte por si te habías arrepentido de lo del otro día, pero estaba algo preocupada, ¿va todo bien? <3"

Arisha puso los ojos en blanco y negó con la cabeza. Prefirió posponer la conversación sobre ella que quería tener con él para otro momento, puesto que las cosas ya estaban lo suficientemente mal como para añadir una cosa más. En voz baja, la joven le dijo lo que pensaba que debía hacer.

—Ve a verla, Alex. Olya es una buena persona, es inocente y le gustas. Habla con ella lo que tengas que hablar y no le hagas daño. 

La joven bajó la mirada, realmente Olya le importaba lo suficiente como para no querer que él le hiciese daño como pensaba que haría.

Alexey sólo la miró un momento, transmitiendo algo indescifrable con la mirada. A continuación asintió con la cabeza y sin siquiera molestarse en mirar su aspecto, con unos vaqueros caídos y una camiseta negra que dejaba ver su más que trabajado cuerpo, dio media vuelta en la casa y se fue por la puerta.

Al verle marchar, Arisha subió la cabeza y suspiró, había algo que no acababa de parecerle bien en todo aquello.

Olya estaba en su casa, acababa de mandarle un mensaje a Alexey ya que comenzaba a estar preocupada por él cuando él la contestó y le dijo que la esperaba en unos pocos minutos en su portal, de manera que la joven sonrió ilusionada y bajó rápidamente las escaleras de su edificio, saliendo a la puerta y esperando a que él llegara.

La voz del pasadoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora