Capítulo 46

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Dieciséis años antes, en algún lugar de San Petersburgo

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Dieciséis años antes, en algún lugar de San Petersburgo...

Ilya Vólkov estaba en el despacho de su casa, comparando unos análisis que acababan de salir del horno. Eran los análisis del genoma de su hija, Arisha, para demostrar si realmente era tan perfecta como él había pretendido al engendrarla. Anya realmente le había dado igual desde el principio pero había analizado su genoma y era totalmente perfecta para él, para hacer lo que él quería, es decir, crear a alguien absolutamente perfecto como su hija. Si aquel experimento salía bien, podría tener todo un ejército a sus pies y, de esa manera, conseguiría el poder más absoluto. ¿Qué podría haber mejor que un ejército de sus propios hijos, criados y educados por él y que, además, fuesen absolutamente perfectos? Aquello era el sueño de cualquier dictador.

Mientras todos aquellos pensamientos rondaban por su cabeza, seguía mirando el resultado del informe que había llegado a su despacho. Efectivamente, aquella pequeña niña rubia que revoloteaba por toda la casa era genéticamente perfecta. Un alarido triunfal salió de los labios de aquel hombre hasta que se cortó de repente al observar la siguiente parte del informe. Por mera prudencia, siempre se realizaba un análisis de paternidad en aquellos exámenes, no porque dudase de que fuese su hija, sino porque era mero trámite. Sólo que aquella vez era diferente.

El informe había hablado por sí solo. Al lado de la prueba de paternidad realizada entre Arisha y él rezaba un contundente y absoluto negativo. Aquello quería decir que no era hija suya.

Con ojo crítico, analizó los marcadores genéticos que traía aquel informe viendo, efectivamente, que no coincidían con los suyos, de manera que no podía ser su hija. Sí coincidían con los de Anya, pero aquello era evidente. Él mismo había visto a su mujer embarazada, él mismo había visto nacer a la niña. Pero no sólo coincidían con los de ella.

Con un gesto de incredulidad, se levantó del gran sillón del despacho en el que estaba sentado. Aquellos marcadores realmente le sonaban al hombre de manera que se dirigió al archivo, sacando la ficha de su segundo al mando. Por supuesto, su segundo al mando era casi perfecto genéticamente, como casi todos los que se encontraban en su bando. Sacó de ahí el papel que analizaba los marcadores genéticos de Iván, el hombre en el que había confiado hasta su vida. Puso los dos resultados al lado y ahí estaba, la clara evidencia de que la que creía su hija era, realmente, hija de Iván.

El anterior alarido de triunfo se convirtió en un alarido de rabia. Aunque no quisiera a su mujer, era eso, su mujer y nadie podía tocarla. Mucho menos su hombre de confianza.

Se sentó de nuevo en el sillón, pensativamente. Nadie tenía por qué enterarse de aquello, al menos no aún. Estaba claro que un hombre como él tenía grandes enemigos, mucha gente le perseguía puesto que tenía mucho poder y cada día era capaz de recabar más y más de manera que algo bueno podría salir de todo aquello en realidad.

Una suave sonrisa iluminó su rostro y preparó su plan. Lo que haría sería fingir un accidente, que nadie se diese cuenta, con aquello conseguiría matar a Anya por la terrible traición que había cometido y, a su vez, podría fingir su muerte, de manera que todos aquellos que le perseguían podrían perder su pista. A su vez, planeó avisar de todo aquel plan a Iván, pero cuando fuese demasiado tarde como para que pudiera hacer nada, de manera que él quedaría vivo, sabiendo que el propio Ilya estaba también vivo y no podría hacer absolutamente nada, pasaría todo el resto de su vida sufriendo al saber que él era el causante de la muerte de Anya y también que, cuando Arisha fuese lo suficientemente mayor, se la llevaría y haría un perfecto clan de hijos perfectos con la hija de su hombre de confianza.

El plan fue tomando forma en su cabeza, haría un viaje con Anya y viajarían en coches diferentes. Ella iría antes para poder establecerse cómodamente y después iría él, una vez terminado el trabajo. Nadie sabría que iban separados y la niña se quedaría en casa de la madre de Anya, que la cuidaría durante aquella salida.

El coche de Anya tendría un accidente y explotaría, encontrando entre la chatarra del coche restos de los dos, tanto de él como de Anya. Todo el mundo le daría por muerto y Anya realmente moriría. Unos segundos antes de que aquello pasara, él llamaría a Iván y le contaría todo su plan, de manera que todo quedaría atado. Y, respecto a Arisha, ella viviría con su abuela, oculta de Iván, hasta que cumpliese la edad en la que él iría a por ella y pudiese hacer lo que quería.

Sabía que Iván trataría de poner a salvo a la niña, por eso dejaba instrucciones precisas a su abuela de que no se la podría llevar nadie, así como un sitio totalmente seguro donde pudieran esconderse.

Era un plan maravilloso y terriblemente cruel, motivo por el cual al hombre le encantaba.

Con precaución, sin dejar ningún cabo suelto, fue organizando aquella salida. Iban a ir, supuestamente, a Moscú unos días, a pasarlos solos, puesto que desde que había nacido la niña no habían pasado tiempo a solas. Él siempre se había encargado de fingir que realmente estaba enamorado de su esposa, realmente parecían una familia feliz, de las típicas que salen en las películas de las mafias en las que él realizaba su trabajo mientras que era feliz y amaba a su familia. Se había esforzado en que fuera así por el simple hecho de la imagen que daría a la gente que le seguía, menos gente se sublevaría contra él si veía que lo que tenía era fuerte, tanto en lazos familiares como en lazos con sus aliados y de aquella manera había conseguido subir al poder y mantenerse en él, era la única manera de realizar sus planes sin que nadie le investigase.

El día antes del viaje, dejó la casa vacía por la noche, ordenando a Iván que se quedase al cuidado de su familia, sabiendo lo que seguramente pasaría aquella noche entre su esposa e Iván, pero aquello era precisamente lo que quería, si Anya moría justo un día después de haber estado con Iván, aquello resultaría más doloroso y traumático para el hombre, un sufrimiento extra que Ilya se permitía causarle al hombre que había traicionado su confianza. El hombre al que había sacado de la calle y le había dado la mejor vida que se podía pedir.

Volvió a la mañana siguiente y sólo hizo falta ver las miradas que había pasado por alto antes entre Iván y su esposa para saber que había estado en lo cierto. Poco después, Iván se fue y la mujer se dispuso a irse. Ilya le había dicho que nadie debía saber que iban por separado y sabía que su mujer no se atrevería a contar aquello a nadie, ni siquiera al propio Iván, de manera que Anya se preparó para salir y se montó en su vehículo, que tenía una bomba colocada para que en el momento que alcanzase el cuentakilómetros determinado kilometraje, la bomba explotaría con su mujer dentro.

Además de aquello, él ya tenía preparada su huida, para que nadie pudiese encontrarlo y también había depositado parte de su dentadura y algún que otro resto biológico más en el coche de la mujer, consiguiendo así que todo el mundo le diese por muerto.

Cuando su mujer salió por la puerta, una gran sonrisa macabra se extendió por el rostro de él. Aquella misma tarde ya sonaba en las noticias de toda Rusia la trágica muerte de la familia Vólkov...

¡Hola! Dado que, efectivamente, se consiguió el reto que propuse, procederé a subir los últimos capítulos de esta historia

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¡Hola! Dado que, efectivamente, se consiguió el reto que propuse, procederé a subir los últimos capítulos de esta historia. Espero que la disfrutéis al menos tanto como la he disfrutado yo. ¡Espero vuestros votos y comentarios! Besos.


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