Capítulo 21

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En algún lugar de San Petersburgo, cinco años atrás

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En algún lugar de San Petersburgo, cinco años atrás

Alexey se había quedado escondido en las inmediaciones de la casa de la abuela de Arisha hasta que Devlin se la había llevado. Esperaba que pudiera salvarla. Maldita estúpida, si no se hubiese movido sería una herida tonta, pero al haberse revuelto, la herida era mucho más seria de lo que él pretendía cuando clavó el puñal en su piel. Ahora le tocaba a él enfrentarse a Iván. Eso sería mucho más doloroso que aquella herida.

De manera cansina, movió sus pies hasta el coche que había llevado hasta allí y se dirigió al lugar donde estaba Iván, en un hotel en el centro de la ciudad. Aparcó allí su coche y se bajó, entrando a continuación en el hotel y dirigiéndose directamente a la habitación donde estaba. Nadie le dijo nada, sabían que no era prudente meterse con él, ya le conocían con anterioridad. Al llegar a la habitación, cerró los ojos preparándose durante unos segundos antes de llamar a la puerta. Tendría que fingir muy bien a continuación.

—Pasa.

Entró en la habitación y clavó su mirada en Iván, no era un hombre demasiado joven, aunque tampoco era muy mayor, rondaría los treinta y cinco años. Le miró esperando que hablase, era él el que acaba de llegar de una misión. Alexey había aprendido a no temerle, simplemente a tenerle respeto, aunque sabía perfectamente cómo era y lo que estaría dispuesto a hacer.

—Se escapó.

Iván cerró un momento los ojos y maldijo en voz alta antes de empezar a hablar de nuevo, mientras se levantaba y comenzaba a dar vueltas alrededor de Alexey.

—Se escapó. Una puta cría de dieciséis malditos años se ha escapado de una de las personas más mortíferas que hay en este jodido lugar. ¿Cómo coño puede escaparse de ti? ¡Tenías que matarla, Alexey! ¡No era un trabajo tan malditamente difícil! Ella es un error, ella jamás debería haber existido. ¿Cuánta maldita gente más tiene que morir para que esa maldita niña desaparezca? —Negó repetidas veces con la cabeza mientras se paraba delante de Alexey y sacaba un puñal algo más largo, parecido al que portaba Alexey y hacía un ligero gesto con la mano llamando a alguien—. Como podrás imaginar, esto trae un castigo asociado y no va a ser bonito. Me fallaste, Alexey.

Los ojos de Iván denotaban decepción y Alex notó como alguien lo cogía por detrás y lo agarraba con fuerza, a pesar de que él no oponía ninguna resistencia. Sabía que sería inútil. El puñal de Iván se deslizó por su cara unos segundos, causando un muy ligero corte sobre su mejilla derecha, para después clavarse con fuerza en su estómago y deslizarse hacia abajo, creando una gigante herida de la que no paraba de manar sangre.

—Lástima. Tienes suerte de ser tú, a cualquier otro lo habría matado sin miramientos y tú... —Iván lo miró con furia y burla a la vez—. Bueno, igual también tú mueres. A ver si eres capaz de curar eso.

Iván se echó a reír e hizo otro gesto para que se lo llevasen de su vista mientras Alex empezaba a quedarse medio inconsciente. En cuanto desapareció de la habitación, Iván cogió su teléfono y llamó con él. Una voz le contestó al otro lado, era una voz masculina.

La voz del pasadoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora