Mírame.Por las buenas o por las malas

Cap 25 Pelea de perros 1/2

NOTA: Esta capitulo no pasa en el tiempo actual de la historia. Este capitulo es prácticamente la historia de Butch, lo que él le cuenta a Bellota. Y lo dividiré en dos partes para no dejarlos con tanto suspenso ;) 

PD: Este capitulo tiene mucho lenguaje vulgar. Si eres sensible ten cuidado.  

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PoV Butch 

Yo soy un perro.

Un día como cualquiera una prostituta en celo busco un hombre. Un hombre de negocios oscuros, capaz de hacer cualquier cosa con tal de ganar dinero fácil, un pedazo de carne podrida andante, un manipulador. La prostituta, como cualquier puta, no le importo en absoluto quien era aquel hombre de ojos verdes.

Tuvieron su aventura de una noche y luego cada quien siguió su camino. Unas cuantas semanas después este hombre qué era conocido como "El Dóberman" se llevo una gran sorpresa cuando una prostituta, de la cual siquiera se acordaba de su cara llego a la puerta de su casa con la buena noticia de que estaba embarazada. 

Bien, si analizamos la situación es algo cliché de telenovela. Pero ese no es el punto. Si no qué la reacción de este hombre no fue la típica, en vez de echar a aquella mujer desconocida para él o de pedirle que abortara. Este hombre sonrió alegremente y exclamo como si fuera un niño pequeño: ¡Siempre he querido un hijo!  

Y el tiempo paso más rápido de lo esperado. Esta prostituta de ojos azules y cabello negro me dio a luz ella sola en su habitación.

No tardo mucho en llevarme a la casa de aquel hombre el cual me cargo en sus brazos con una gran sonrisa. Ambas personas criaron de mi y solo bastaron unos pocos meses para que mi madre se enamorara por completo de aquel hombre de sonrisa amable. 

Al primer año mi padre me llevo a ver una pelea de perros mientras mamá trabajaba. Mientras veía como un perro desgarraba al otro solo con sus dientes haciendo que el contrario llorara y gritara mi padre me explicaba las mejores técnicas las cual, afirmaba él, me serian muy útil. Cegado por mi inocencia de aquel entonces no me daba cuenta de lo que en realidad insinuaba al decir que me servirían. 

Paso un tiempo y cumplí seis años. Papá tenía mucho dinero así que contrataba a un extraño señor para que me enseñara a leer y a escribir, sumar y restar. Papá decía que no necesitaba aprender todo eso pro mamá lo obligo. 

Pero un día repentinamente, mientras me cepillaba los dientes, mi mamá me tomo del ante-brazo y, mirándome fijamente dijo: Vete lejos, lejos de esta casa lo más que puedas y no te acerques nunca más a papá .

Con cinco años de edad ¿Como se supone que debo reaccionar? salí de casa y camine una pocas cuadres con un dedo en la boca, miraba hacia atrás confundido. Con miedo me senté en las escaleras de un edificio publico y ahí espere, no estaba muy lejos de casa y supuse que muy pronto mi mamá llegaría. El sueño y el hambre se hicieron presentes, no quería dormir en aquel lugar, en la calle fría. Comencé a llorar llamando a mis padres. 

Desgraciadamente mi padre me encontró, apenas lo vi me arroje a sus brazos asustado,él me acaricio la cabeza dijo que todo estaría bien ahora. Dijo que mamá se había portado mal y que ella iba a ser castigada. Dijo que yo no tenía porque preocuparme. Confié en sus palabras, pero debo admitir que su olor a tabaco me hizo desconfiar por un momento. 

Desde este punto, todo se puse de cabeza.  

Papá me llevo a lo que él llamaba "Mi segundo hogar" había mucha gente, era como un pequeño estadio de fútbol, mucho más pequeño. Nos sentamos en unos de los asientos más cercanos a lo que sería el espectáculo.