Esto se iba cada vez peor. Él no se detenía, simplemente ignoraba mis suplicas.
—Por favor... -pedí una vez más, mi cuerpo comenzaba a quedar rígido con tan solo sentir como me tocaba.
Cuando de pronto escucho un gran golpe fuera del auto, como si algo pesado hubiera caído. Me provocó una tensión que recorrió por todo mi cuerpo. Y entonces, aquel hombre ya no estaba encima de mí, sino, fuera el auto, tirando en el suelo.
—Largo de aquí, infeliz! —un alargado disparo se escuchó después de que aquella voz masculina había hablado, era ronca, y dominante. El hombre que había intentado abusar de mí se había echado a correr lejos de ahí, con una pierna lastimada y un hombro dislocado.
Sin alcanzar a ver que había pasado después, tome de mis rodillas, incorpore mi espalda y me recorrí al otro extremo del asiento mientras oía sonidos metálicos, entre ellos eran pasos continuos, estaba abrumada y espantada también. No sabía lo que realmente estaba sucediendo.
Entonces cuando se acercó, vi una armadura de hierro, en tono dorado con rojo metálico que se movía tal y como un humano, tenía silueta de una persona. Mientras que me llamó la atención ver que llevaba una luz en forma de círculo sobre su pecho.
Quedé mirando aquella cosa que se asomaba para observarme también desde la otra puerta trasera del auto.
—¿Sola? ¿Enserio? —me dirige unas palabras que había reconocido como un simple regaño. La voz se me hacia familiar—. Sal de ahí. —habla de nuevo.
—¿No? —respondo inmediatamente. Parecía que mi respuesta más bien era una pregunta, me confundía. Estaba atemorizada.
—Anda!, no querrás hacerlo difícil.
Juraría que lo último que dijo me pareció haber escuchado de alguien más, pero... ¿de quién?
—He dicho que no! —le dejo en claro.
—Te lo advertí, Georgie.
De inmediato, al escuchar mi nombre me hizo sentir curiosidad por saber porqué o más bien ¿Cómo era que lo sabía?
—¿Qué? ¿Georg.... — y sin conseguir terminar con mis interrogaciones, entonces logró sacarme de un momento a otro—. Suéltame! —le pido mientras me tenía abrazada por la espalda hacia él.
—Será mejor que te agarres bien. —me advierte haciendo que de inmediato le obedeciera. Ni siquiera había dudado. Sabía que él hablaba enserio. No tenía momento para preguntarle que haría.
Entonces veo que unos propulsores se encienden, empezaba a tener dificultad de respirar, esta cosa comenzaba a exprimirme, sus actos me ponían cada vez más alerta. De pronto comenzábamos a elevarnos hasta entonces ir por el aire volando a altas velocidades.
Soltaba gritos, gritos de miedo, temor, preocupación, adrenalina, todo me pasaba por el cuerpo. Diablos! Me quede rígida a aquella armadura, agarrándome de esta lo más fuerte que podía, tenía miedo, miedo de caer, miedo de que algo fallara y las cosas terminaran para nada bien. No me venía nada en mente más que cosas demasiado traumante que me hacían temer más. La adrenalina se me había subido hasta el cerebro, no sabía a dónde me llevaba, mucho menos, no sabia quien era él...
Un par de segundos después habíamos empezado a descender, me di cuenta que bajábamos hacia una gran mansión. No dudé ni por un momento que el dueño de esa propiedad sería un millonario.
Después de que esa armadura toco suelo, seguí yo.. Al estar de pie, me había sentido aliviada y a salvo. Realmente a salvo. Estaba más relajada, pero eso no me había quitado el coraje que le tenía a esa cosa por llevarme así por los aires de Malibú.
—Suéltame! —de inmediato lo aparte de mí mientras lo empujaba desde el pecho. Cuando por fin este decide soltarme doy unos pasos atrás, esa cosa no me quitaba la mirada de encima—. Demonios! ¿Quién te crees para llevarme así? —farfullo, esperando respuesta.
—Estabas en peligro, no dejaría que te hubieran hecho daño, Georg... -me habla, desde dentro de la armadura. Mientras que cada movimiento que hacia, sonaba un tenuo sonido metálico.
En el instante de escuchar de nuevo mi nombre me hizo recordar de averiguar como sabía mi nombre. Por lo que le interrumpí antes de que acabara de mencionarlo.
—Espera... ¿cómo sabes mi nombre?
No puedo negarlo... él me ha salvado y estoy sumamente agradecida, pero no sabía como expresar mi gratitud a eso.
—Estás petrificada... tienes que...
—No evites mi pregunta y responde.—le ordené, haciendo que se callara antes de terminar lo que estaba por decir—. ¿Cómo sabes mi nombre? ¿Quién eres? ¿Cómo supiste donde estaba? —le interrogo nuevamente antes de que siguiera hablando.
—*Ah, ¿señor? No creo que sea buena idea que le muestre a la señorita Stone su identidad.* —habla una altavoz que simplemente no tenía ni la mínima idea de donde rayos salía, al parecer, viene dentro de la armadura, aunque no es esa cosa quien estaba hablando, la voz no era la misma. Eran dos voces completamente diferentes.
—Es de confianza, Jarvis. —ahora es él que está dentro de la armadura quien habla con el altavoz.
—¿Quién es Jarvis... y como sabe también quién soy?—seguí preguntando, tan insistente.
—Es... un mayordomo virtual que yo mismo cree, esta para que me ayude en lo que sea.—hace una pausa y sigue—. Es bueno, creeme.
Dicho esto, alzo una ceja, esta información no era suficiente.
—Disculpa pero tengo que volver a casa y quizá mi hermano este pensando en lo peor si no vuelvo temprano. —le conté—. será mejor que me digas ¡ENSERIO! qué es todo esto. Principalmente quiero saber quién eres tu! —le digo, un poco más tranquila. Comenzaba a entrar en confianza—. Y cómo sabes mi nombre...
—¿No me conoces? —pregunta sorprendido, como si mi pregunta le ofendiera. Negué con la cabeza en modo de respuesta y entonces continuó—. Yo... soy Iron Man. —lo miré detenidamente curiosa, ¿Iron Man? Cuando ve que eso no servía de nada, volvió a intentar—. Vamos! no creo que jamás hayas oído algo sobre mí.
—¿Sinceramente? no... —me encojo de hombros—. Pero enserio, no estoy para juegos. ¿Quién eres sin la armadura? O traje, o como quieras llamarle... ¿Tan cierto es que me conoces?
—Jarvis, debo hacerlo... —le vuelve a hablar a el altavoz. Cuando de pronto... La armadura comenzaba a desarmarse, parte por parte, y efectivamente, tal y como lo pensaba... había un hombre dentro. Cuando se abre el casco. Madre mía! Mis ojos se abren completamente. Quedé pasmada.
—Hola...—Tony! —musito, perpleja.
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Iron Man mi Guardaespaldas ❨sin editar❩
FanfictionMuchos lo conocen como "Tony Stark", otros como "Iron Man". El es reconocido por ser un genio, millonario, playboy y filántropo. También por ser quien salva a la ciudad. Hijo de Haward Stark, inventor de armas. ¿Yo? Sólo sé que él es mi guardaespal...