—Esperaba ese asombro. —dice mientras sale de aquella armadura en la que se encontraba. —Y también que cumplieras tus palabras...
—¿Que dices? —frunzo el ceño. Me parecía curioso saber el motivo de porque tanto ataque de pronto.
—Oh! Vaya, veo que al parecer se te ha olvidado un pequeño trato que acordamos no hace mucho... —dicho esto, me puse a recordar—. Dijimos que no salias de casa mientras que yo no le diría a nadie quien soy. Pero no cuentas con tu parte.
Sus palabras me dejaban la sangre helando. No podía hace ni el más mínimo movimiento muscular.. No sabía que responder, bueno, realmente no tenía nada que decir en mi defensa, después de todo... él tenía razón. No se equivoca en lo absoluto.
—¿Y que te da el derecho de traerme volando de una forma tan... —hice una pausa para buscar las palabras correctas para lo que estaba por preguntarle, pero no las encontraba, era difícil de hallarlas, entonces dije lo primero que se me pudo ocurrir—. ilegal. —refunfuñé.
—¿Ilegal? —después de repetir la última palabra que mencioné, se echó a reír en modo de burla.
—Lo que sea. —con fastidio puse los ojos en blanco—. Vamos, dime, ¿Qué diablos es lo que te permite hacer algo como eso?
—No sé si lo recuerdes... pero yo soy tu guardaespaldas. —antes que nada me deja en claro. Se veía un poco aturdido de lo mismo—. Y cabe mencionar que hasta una partida en un casino puedo interrumpir por salvarte de un cretino aprovechado que esta por ponerte las manos encima. —alza un poco la voz.
Me encojo de hombros, con las mejillas un poco sonrojadas. Yo no sabía que hacía tanto para salvarme. Realmente se toma su trabajo muy enserio.
—¿Dices que estabas en un casino? —pregunto, volviendo a analizar sus palabras.
—Sí, así es... tuve que dejar el juego a medias.
—¿Sabes lo que mi padre pensaría si sabe que te vas a casinos ? —me cruzo de brazos.
—Seguro lo peor, pero te vuelvo a repetir... soy tu guardaespaldas y eso no me quita la obligación de cuidarte. —su tono es firme. Lo miro sin palabras, me ha dejado la boca limpia—. Creo que... tienes muchas preguntas. ¿No? —ladea su cabeza, juguetón.
—Bueno, no lo pensaba... —murmuro.
Suelta una pequeña risita burlona.
—¿Quieres un poco de agua?
—Quiero volver a casa. —le corrijo—. Por cierto, ¿dónde estamos?
Echó una sonrisa lateral y sin dejar de caminar a la cantina que había a unos metros de nosotros, me habló.—Si no lo has notado... Bienvenida a mi casa.
—Ya, enserio! —le pedí—. ¿De quién es este lugar?
Él comienza a reír tan divertido. Parecía como si algo que yo mencionara realmente le causará mucha gracia, pero ¿qué?
—Esta propiedad es mío. —dice él mientras poco a poco volvía a controlarse—. Todo lo que está a tu alrededor me pertenece. —me comenta mientras extiende los brazos.
Mi boca y mis ojos se abrían completamente. Quizá más de su límite. Me asombraba todo. Quedé perpleja con tan sólo saber que Tony era un billonario.
—Vaya .—mi voz se agudiza mientras quedaba maravillada con cada pequeño espacio del lugar.
—Lo sé, la vida de un rico es de lo mejor. —me dice desde la barra que se encontraba a unos pocos pasos de donde yo estaba. Se servía un trago en un pequeño vaso. Después suelta una mueca juguetona.
Pero con que tipo de egocéntrico me he encontrado.
—¿A sí? —me acerqué a él con pasos cortos—. Y con todo esto dime, ¿tu quién eres en realidad? —fruncí el ceño.
—Genio, billonario, playboy, filántropo.. —me dice de forma natural, como si fuera algo que siempre mencionara. Y no lo dudé ni por un momento, él tenía mucha razón. Me había convencido.
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Iron Man mi Guardaespaldas ❨sin editar❩
FanfictionMuchos lo conocen como "Tony Stark", otros como "Iron Man". El es reconocido por ser un genio, millonario, playboy y filántropo. También por ser quien salva a la ciudad. Hijo de Haward Stark, inventor de armas. ¿Yo? Sólo sé que él es mi guardaespal...