Capítulo 10.

4.4K 335 46
                                    

—Espera, espera... —antes de irse, lo detengo mientras por impulso me pongo de pie con un gran esfuerzo—. ¿Te has puesto a pensar en lo que mis padres pensarían si me quedo a dormir aquí?

—Que sólo hago mi trabajo. —habla inocente—. Al menos que quieras que pase algo más y...

Antes de que él terminara con la frase tuve que callarlo, entonces le interrumpí.

—Sabes, a veces me repugnas.—le confieso mientras le regalo una mirada con asco.

—Lo sé... y funciona.

—Bien bien, no soy tan tonta como para saber que funcionan tus incoherencias...—entonces cambié de tema antes que nada—. sabes, sólo quiero dormir. —vuelvo a acomodarme en el sofá, intentando acostarme sin lastimarme, pero inmediatamente él actua.

—¿Quién dijo que pasarás la noche aquí? —me pregunta mientras camina hacia mí.

—¿Dónde más?

—Dormirás en mi habitación. —dice mientras de un momento para otro ya me encontraba en sus brazos. Me había cargado.

—¿Y tú? —le cuestiono mientras vamos subiendo las escaleras.

—En mi cama.

—Disculpa mi ignorancia, pero... ¿enserio eres tan rico qué tienes dos camas?—lo miré con asombro. Mi pregunta era demasiado tonta, pero de eso se trataba.

—Puede ser, pero no es así.

—¿Me dirás que otra cama te queda muy corta de dinero?—reí un poco burlona, por lo que noté, a Tony no le gustó mi chiste—. ¿Así que yo no puedo decir chistes pero tu sí? —puse los ojos en blanco por un momento—. Sin mencionar lo repugnante que eres cuando intentas hacerte el gracioso.

Tony no contestó, sólo sus dos cejas las levantó rápidamente y luego me miró por un momento.

—Como sea, enserio no pienso dormir contigo.

—¿Y por qué no? 

—¿Enserio preguntas eso? ¡Es inapropiado, Stark!—exclamé un poco con molestia. 

—No hay nada de que puedas preocuparte.—me dice—. la cama es lo suficiente grande como para no amanecer encima de ti.

—¿Y si despierto, ya sabes...

—¿Sin ropa?—parecía que teníamos telepatía, pues a pesar de nuestras indiferencias el sabia lo que estaba por decirle y podía terminar mis frases antes de que yo lo hiciera—. ¿Por qué sería mi culpa? —se defiende.

—No lo sé...

Exhala, divertido, mientras abre la puerta.

—Sólo será una noche. No te tocaré en lo absoluto. —dice mientras camina hacia dentro—. Lo prometo...

Cuando observó el lugar. Vaya! Esa habitación era más grande que contando mi salón principal entero. Decoraba con azulejos oscuros por las paredes, una de las las cuatro paredes era una sola ventana que permitía darle una excelente vista a la ciudad. Las luces eran suaves y cálidas. Mientras que la calefacción era perfecta... Me di cuenta que Tony tenia toda la razón, la cama era más grande de lo que me imaginaba, era casi contando una king zise con una matrimonial juntas... Era demasiados cojines los que habían encima de la cama.

—Cielos!... —hablo con la mandíbula casi colgando hasta el suelo. Me llevó a la cama hasta acomodarme en la orilla, era increíblemente cómoda—. ¿Así que aquí es donde duermes cada noche?

—Sí... incluso no siempre lo que hago aquí es dormir. —me informa. Ladeo la cabeza un poco mientras lo observaba con fastidio y cansancio, estaba por ponerme de pie, pero antes de hacerlo él me detuvo—. De acuerdo. 

—Es increíble este lugar...

—Lo sé. —ladea la cabeza, diciéndolo orgulloso de si mismo. Estaba por meterme a la cama, cuando Tony me detiene en un segundo a otro—. ¿Piensas dormir con tu ropa puesta? —pregunta.

—¿Pues tú que crees? No tengo nada más que ponerme.

—Eso se te arrugara, te aseguro que terminarás echándola al cesto... —dice mientras caminaba a lo que parecía otra habitación, donde resultaba ser su closet. Cuando regresó llevaba una camiseta color guinda oscuro doblada entre sus manos. —toma, ponte esto.

La agarré, y después la desdoble, para verla... era más grande que yo. No dude que se trataba de una camiseta de Tony.

—Esto es enorme.

—El punto es que duermas cómoda, póntela. —me ordena.

—No contigo observándome. —hablo. Sin decirme nada, se va de nuevo al clóset, quizá a vestirse también.

Encima de la cama me cambié, lo más rápido que pudiera, aquella camisa me quedaba un poco más abajo de mis muslos. Cuando vi salir a Tony, llevaba el torso descubierto, mientras que sus pantalones para dormir los llevaba cayendo de las caderas... vaya abdomen! Me mantenía babeando en lo absoluto, cuando logré volver a la realidad, sacudí mi cabeza, alejando todo pensamiento sucio, cuando volví la mirada a mis zapatos, estaba por quitármelos cuando veo sus manos, sus venosas manos haciéndome el favor.. alzo la mirada para observarlo, cuando lo miro, veo lo atento que estaba... entonces terminando de habérmelos quitado me sonríe.

—Gracias. —le regreso la sonrisa.

Tony se incorpora y camina al otro lado de la cama, en donde se mete. Al igual que él, yo también me acomodo dentro de la cama, me cubro del pecho para abajo, me giro al lado opuesto de donde se encontraba Tony, y en poco tiempo, quede profundamente dormida...

(...)

Cuando la luz inundaba la habitación, comencé a abrir los ojos, estaba cómoda al parecer, hasta que me di cuenta de que estaba pasando.

—Oh Dios!

Iron Man mi Guardaespaldas ❨sin editar❩Donde viven las historias. Descúbrelo ahora