Capitulo doce

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(...)

-¿Enserio te dijo eso? -me mira con asombro mientras caminabamos por el pasillo, Ana no podía creer todo lo que sucedió.

-Si.. -suspiro-. Pierde la paciencia muy rápido.

-¿A eso le llamas perder la paciencia? -arquea una ceja-. Georgie, eres mi mejor amiga, y creeme que el aún no te ha perdido la paciencia. Sólo te ha dado lo que tanto quieres.

-Pero se arrepintió de cuidarme. -me encojo de hombros.

-No se arrepintió, tiene algo entre manos..

-¿Como lo aseguras?

-Se que es perder la paciencia contigo, y creeme que no le llega ni a eso. -dice-. Y para disimular un arrepentimiento de trabajar para tu padre, finge estar desesperado.

Vaya! Las sabías palabras de Ana me había dado a entender por completo lo que no dude que fuéra. Estaba de acuerdo con ella.

Cuando por fin salimos, me encontré Tony desde su auto. Aunque llevara gafas oscuras, noté que me observaba. Eso me subió el color de mis mejillas mientras me ponía un poco ruborizada. Me observaba serio, quizá seguirá algo molesto por...

-Vaya vaya! Con esas gafas es todo un galán. Si fuera tu, me quedaría en su casa, y creeme que no a dormir. -dice mientras se mordía el labio inferior.

-¿Quieres dejar las incoherencias para otro momento? No quiero seguir con esto -. disimulo la mirada y mejor observo a Ana.

-Bien bien... -se gira para dirigirme sus lindos ojos marrones-. Escucha. Hazle creer su jueguito.

-¿Hacerle creer... ¿a que te refieres?

-No te veas interesada a sus intentos. Trata de ser nada más que una niña inocente que olvidó la noche que pasaron en la mansión y no sabe nada.

-Pasa algo ¿señoritas? -escucho su ronca voz detrás de mí.

Logró sobresaltarme en mi sitio. Inmediatamente me giré y me paré al lado de Ana.

-Tony! -hablo exhaltada-. ¿Porque bajaste? Ya iba en un momento.

-Quería saber la razón por la cual tardabas mucho en venir.

-Me estoy despidiendo de mi amiga.

-Hazlo rápido, anda. Debemos ir con tu padre, nos está esperando...

Pongo los ojos en blanco un segundo después de girarme para que el no lo notara. Por último me despedí de Ana y caminé en pasó rápido adelante de Tony. Sin esperar a que me cerrará la puerta ya dentro del auto, yo misma lo hice. El rodeo a su lado y también subió a su auto.

-Creí que ya no me cuidarías más.

-Y así será. Sólo te llevaré con tu padre.. quiere verte.

(...)

-Georgie, hija mía. -extiende sus brazos para recibirme con un lindo abrazo justo después de entrar a su oficina. Le respondí al gesto aunque no me encontrará–. Tony, cierra la puerta y acercate. Por favor. –dicho esto, Tony obedeció.

-¿Pasa algo? –le pregunto confundida. Mientras veía a Tony junto a mi padre. Juraría no haber visto a mi propio padre tan feliz conmigo desde hace tiempo

–¿Porque debería pasar algo para pedirle a mi hija que venga a verme? –rie divertido. Cosa que me ocasionaba miedo–. Son excelentes noticias sobre ti, querida.

–¿Sobre mi? Venga, dime que es..

–El señor Stark me ha dejado en claro la buena conducta que has llevado últimamente.

¿Buena conducta? ¿Esto es enserio? Tony lo está haciendo de verdad.

–Oh, gracias padre.. al parecer ya no necesito un guardaespaldas. Mi conducta ha sido bastante buena ¿no crees?

–Estoy en desacuerdo contigo en eso. La razón por la que llevas buenas actitudes es por el señor Tony. No permitiré que dejes a esa razón. Por lo que el señor Stark será tu guardaespaldas hasta que yo decida.

¿Que? Demonios! Esto no sale como pensaba.

–Pero, padre...

–Gracias, una vez mas por esta excelente oportunidad, señor Stone. –le sonríe Tony, mientras le daba un apretón de mano.

–No, no... –exclamo.

–Tony, lleva a Georgie a casa.. –le ordena mi padre.

Sin pensarlo, cuando me giré, Tony ya llevaba abriendo la puerta. Sin otra opción tuve que salir.

–Eres un engreído. –le aseguro, cuando nos encontrábamos en el elevador.

–¿Ahora yo? –ríe sarcástico.

–Si. Habíamos quedado que no me cuidarías más...

–Y eso hago. Recuerda... disfrazaremos mi trabajo para que tu padre crea que te cuido cuando en realidad no es así–. Sólo cosas básicas como llevarte a casa o recogerte del colegio lamentablemente tendré que hacer.

Vaya! ¿Lo dice enserio?

–Ya quisieras que te ordenará que te acostarás conmigo. –hablo fastidiada.

–Como te dije. Lo que el me ordene lo haría sin pensarlo dos veces. –me guiña un ojo.

Lo miro con asco.

–Esto no era parte del plan, Tony. –le digo mientras las puertas del elevador se abren.

–Eso no me interesa. No tardes, te espero en el auto. –me dice sin dirigirme la mirada. Camina antes que yo y de un momento a otro me encontraba sola, mientras lo veía salir del edificio hasta subir al auto.

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Iron Man mi Guardaespaldas ❨sin editar❩Donde viven las historias. Descúbrelo ahora