Muchos lo conocen como "Tony Stark", otros como "Iron Man". El es reconocido por ser un genio, millonario, playboy y filántropo. También por ser quien salva a la ciudad. Hijo de Haward Stark, inventor de armas.
¿Yo? Sólo sé que él es mi guardaespal...
–Ey! Dejala! –intervino el Capitán–. A ella no tienes porque meterla en esto.
–¿Por que me lo dices tú? ¿y no Tony? –su pregunta era un tanto retórica, no comprendía a que quería llegar–. ¿ves, linda? –se acercó más a mi para hablarme cerca del oído–. ¿comprendes el miedo que tiene Tony de salvarte? ¿por qué mejor el no fue quien te intenta salvar? ¿Tu sabes por qué?
Mientras me hablaba observaba como Tony también me miraba. Lo veía débil.. débil por verme así.
–Tienes razón! –dijo Tony–. tengo miedo de salvarla, porque también temo a perderla. A hechar todo a perder.... –confesó –. ya he perdido todo, no quiero perder algo más..
–Oh cierto! –interrumpió Bucky–. Seguro igual que tus padres. –soltó una pequeña burla.
Me había sentido por un momento mal, sabía a lo que se refería. De inmediato conseguí notar el pesar que le ocasionaba a Tony por más fuerte que intentara parecer.
–¡Sueltala! –habló Tony–. Vamos, Bucky, es sólo una niña.... –gritó.
–Sé que no eres tú, Bucky, el verdadero jamás haría algo como esto. –dijo el Capitán.
Fruncí el ceño, merecía una explicación a aquello, quizá como Tony. Bucky quedó callado, y a un lado de nosotros... salió un hombre, llevaba lentes y pelo corto.
–Esperaba visitas.. pero no demasiadas. –dijo el hombre quien se iba ahora también involucrando.
–Doctor, por favor... –pidió amablemente el Capitán–. devuelvame a quien verdaderamente es mi amigo.
–Si eso deseas...
–Antes de lo que vayan a hacer... –empezó a hablar Tony, con su reconocido y sarcástico tono–. greñas, por favor baja esa arma enserio me estás estresando si me apuntas todo el tiempo. –dijo dirigiéndose a Bucky.
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Sabía que lo hacía para hacerme reír, lo hubiera conseguido en lo absoluto si no estuviéramos rodeados de quienes podrían estar intentando amenazarnos a muerte.
Quien suponía ser el aquel doctor sólo rodeó los ojos un poco fastidiado. Enseguida le dirigió una breve sonrisa a Tony.
–Señor Stark... –empezó–. es un gusto para mi volver a encontrármelo después de mucho..
–¿Si?, bueno para mi no. –Tony movió de lado la cabeza un poco frustrado. Y vaya que se le notaba.
–Sin mencionar extrañar su auténtico sarcasmo.
–Eso si me da gusto que le agrade. –habló con rapidez.
–Bien. Haré un trato con ambos. –el doctor comenzó a hablarles a Tony y a Steve quienes los dos fruncieron al mismo instante el ceño–. les devolveré a su querido amigo si....
