Capítulo 9.

4.6K 363 42
                                    

—Bien, creo que me has convencido de tomar un poco de agua con un genio. —reí graciosa.

—Excelente. 

Me hecha una sonrisa pequeña. Con su simple paso, me lleva hasta la barra, donde me sirve un vaso de agua, mientras camino hacia él, antes de sentarse siento un ligero golpe en mi pierna, que se convierte en un dolor un poco más fuerte. Comienzo a forzar la pierna a seguir, pero de pronto, ya no es posible.

—Ah. —suelto un jadeo mientras me detengo en la mitad del camino. Me tiro en el suelo mientras intento saber que será.

Inmediatamente Tony reacciona y corre hacia mí.

—¿Qué pasa?! —pregunta un poco abrumado.—¿Estás bien?

—Me duele. —confieso.

Me toma de los muslos y me carga hasta el sofá. Se inclina hacia mi y revisa, sube un poco mi vestido —aunque por un momento me asusté, pero era tan profesional su modo de tratarme que no lo considere como algún aprovechado—, cuando al mismo instante sus ojos se encuentran con lo mismo que yo veo... moretones. Entre ellos unas rasguñadas que se llegaron a abrir.

—Ese infeliz te lastimó... —gruñe en tono bajo, esperando que no escuchara, pero fue muy poco el esfuerzo que hizo para conseguir lo que él quería—. Georgie... ¿no te hizo algo más? Dímelo, dime que está todo en orden... —me mira alterado—. ¿realmente te encuentras bien?

Habían sido incontables las veces que pregunto si estaba bien que incluso me hizo sentir un poco de mareo. A pesar de todo... consideré un hermoso gesto el que hacía de preocuparse por mí.

—Sí, descuida... —trato de calmar un poco su ansiedad.

—Iré por algo para limpiarte eso... —dice mientras se levanta, y de un momento a otro desaparece por las escaleras.

De pronto me pierdo en tan sólo ver las increíbles estructuras de aquella casa, el diseño y el estilo, simplemente como él... no dudo en que sólo a una chica ha traído aquí y no a tomar sólo un trago.

Me sobresalto al ver que Tony traía entre manos un poco de alcohol y algunos algodones. 

—Eso me arderá... —le digo.

—Créeme cuando te digo que te servirá... —me informa mientras se sienta a mi lado—. Sólo evitaremos las probabilidades de que esto puede infectarte. —ahora era su turno para tranquilizarme, lo cual venía logrando con sólo hablarme, mientras tanto humedecía un poco aquel algodón y después me dirige su mirada—. ¿Puedo? —me pregunta antes de hacerlo. Tímidamente le asiento con la cabeza.

El aroma del alcohol me hacía sentir como mi cabeza daba vueltas. El olor era tan fuerte que mis fosas nasales lo percibían lo suficiente como para sentirme asfixiada. 

El ardor del alcohol ir directo con la herida abierta. No dolía. Ardía. Ardía y mucho. Pego un jadeo, pero enseguida Tony me logra calmar y sigue.

—Ah! —vuelvo a jadear.

—Sólo será un momento.

Deje pasar el minuto más doloroso, cuando volvía a tomar conciencia, observaba como me vendaba las heridas. 

—Diablos! ¿Que le diré a mis padres si me ven así? No quiero ni imaginarme la cara de Jack cuando sepa lo que me ha pasado. —musito—. No regresaré a casa así, pasaré la noche con Ana...

—No. —y antes de cualquier cosa, me corrige—. ...pasarás la noche aquí. -comenta mientras termina de dar vueltas con la venda sobre las heridas.

—¿Qué dices? —frunzo el ceño

—Como oíste. Es tarde y no dejaré que tomes un taxi a este hora, mucho menos por lo que acaba de pasar. Así que quieras o no pasarás aquí la noche.

 Así que quieras o no pasarás aquí la noche

¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.
Iron Man mi Guardaespaldas ❨sin editar❩Donde viven las historias. Descúbrelo ahora