Muchos lo conocen como "Tony Stark", otros como "Iron Man". El es reconocido por ser un genio, millonario, playboy y filántropo. También por ser quien salva a la ciudad. Hijo de Haward Stark, inventor de armas.
¿Yo? Sólo sé que él es mi guardaespal...
-Gracias por traerme. -musito al sentir el auto detenerse. Sin dirigirle la mirada.
-Entra, anda. -me ordena, tan frío como si me odiara.
No quería salir. Bueno quizá me he portado demasiado fatal con tal punto de llegar hasta aquí. Joder, me arrepiento tanto..
Cierro los ojos y dejó que una lágrima me rodé por la mejilla. El mueve un poco su cabeza.
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-Lo siento Tony.... -hablo con la garganta hecha un nudo-. Cuidate, por favor. -digo antes de pegar un sollozo.
Corro hasta la puerta, una vez dentro subo a mi habitación sin avisar mi llegada.
-¿Pasa algo, Georgie? -me pregunta Jack mientras entra a mi habitación y cierra la puerta al paso de que me observa detenidamente.
-No Jack. He hecho algo mal. -me limpio los ojos-. No le digas nada a mamá y a papá por favor.
-De acuerdo. Dime que sucede.
En ese momento de oírlo hablarme, me arrepentí de haberle dicho que no estaba bien. Sabía que con algo como esto si le dejaría en claro al mundo que es lo que sucede. Ahora no quería que supiera nada.
-Mmm. Copié en el examen. -mentí.
-¿Que? -frunce el ceño, en desacuerdo.
-Se que estuvo mal, no se que era lo que estaba pensando en ese momento. Pero....
-Pero tu eres aplicada. No haría falta que copiaras.
-Lo se. Pero las escribí en un acordeón. Me veía necesitada en hacerlo. No estaba segura de que hacer.
Este momento de mi vida era uno que no quería que llegará a pasar. En donde no puedes ni fiarle lo más mínimo a tu propio hermano y verte con la única opción de mentirle.
-Ven aquí.. -me jala hacia el para abrazarme. Le llegaba en el pecho, era mi oportunidad de seguir llorando sin que el me viera.
-Lo siento... -susurro.
-Esta bien. Descuida, no tienes porque preocuparte. Tu secreto está guardado conmigo, lo prometo. -me besa el pelo. Dejando en claro que el lo decía enserio.
(...) Horas más tarde..
No podía dormir, mantenia los ojos abiertos mirando la pared mientras que abrazaba una de las almohadas. Estaba empezando a cerrar los ojos, cuando escucho una máquina ascendiendo, logrando mucho alboroto en mi habitación, los papeles y hojas que tenía en mi escritorio salieron volando mientras que las cortinas se movían seguidamente violentas. Sin dudarlo, sabía quién era, me giré para verlo.
-Tony... -incorpore la espalda, mientras fingía una cara de cansancio como si me hubiera despertado de un profundo sueño.
-No finjas que te he despertado. -dice mientras su armadura le dejaba ver la cara.
-¿Que quieres? -le pregunté. Volviendo a mi trato cortante, quizá para disfrazar lo que en realidad siento-.
-Venia por ti. -responde.
-¿Por mi?
-Quiza podrías darte un momento conmigo. Quiero llevarte a un lugar.
-¿Que? No! -me niego-. Escucha-. Me levanto y camino hacia el-. Estas haciendo un escándalo.. -empiezo a bajar la voz-. Si Jack de entera que estás aquí.... -quedo sin palabras-. Y... si se dan cuenta que... no estoy aquí... -paso saliva-. No tendré una vida bien que digamos.. -me cruzo de brazos y nuevo la cabeza a un lado y a otro contemplando lo que acabo de decirle.
-Llegaras rápido, lo prometo. Sólo dame un momento.
-¿Acaso crees que me dejan salir a estas horas? Ahora es imposible poder salir por la puerta...
-Yo no he dicho que tienes que cruzar la puerta. -alza una ceja, mirándome sonriente.
-¿Que? -lo miro razonable, al saber a qué se refería-. No! No! No! No iré contigo en ese traje... -le digo tímida.
-¿Es miedo?
-Tal vez... -miro al suelo.
-¿Enserio? ¿Conmigo? -me alza la mirada-. Si sabes que irás por los aires de Malibu con tu propio guardaespaldas, con el que deberías de fiarle más, y que debes saber que el jamás dejara que nada te pase. ¿sigues teniendo miedo?
