Capitulo cuarenta

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Aquella vez que mi padre me advirtió, y se enfureció, fue realmente algo muy escandaloso, incluso los empleados escucharon tal situación. No podía sentirme menos avergonzada por todo.

-¿Cómo las cámaras no habrán captado cuando Stan salió?

-No lo sé, Jack. -le respondí mientras lo veía caminar de lado a lado, enfadado-. Seguro se las ingenió. Debemos reconocer que es inteligente..

-¿Estás segura que salió por la puerta principal? -se detiene para mirarme, mientras esperaba escuchar lo que le diría.

-Te he repetido más de diez veces que sí. -le dije, convencida y segura de mi respuesta.

Mi padre se había marchado, y mi madre tomaba el té. Jack y yo volvimos a mi habitación para hablar a solas, y evitar cualquier malentendido o personas de más escuchando...

-Maldito imbécil! -gruñe mientras daba un golpe contra la pared-. Ese idiota las pagará cuando lo vea.

-No es necesario, Jack.

-Pero ve ahora en qué lío te metiste por él. Quiero decir que tú también tienes la culpa, pero al igual el tuvo algo que ver, y de esta no se escapa..

En eso entro mi madre a la habitación, anunciando su presencia.

-Jack, pídele al chófer que encienda el auto. -dice ella.

-¿A donde irás? -pregunté con gran curiosidad.

-Los vestidos para la noche en la embajada están listos, y sólo me han dicho que debo ir por ellos..

-¿Vestidos? -volví a preguntar, pero sin esperar con eso una respuesta, pues había vuelto a cuestionar-. Nunca me dijiste nada de vestidos.

-Aquí no necesitas saber cuando me he hecho cargo de los vestidos.

En ese momento no supe que más hacer, seguro que aclarar todo esto, pues nada me cuadraba perfecto.

-Pero es mío, se supone que yo debía de haberlo elegido... -me levanté de la cama, hablando con la insistencia de que almenos yo tuviera la razón.

-Lo siento hija, pero esta no es la ocasión... -dice ella, como si eso fuera el problema más mínimo, simplemente como si no le importara, porque así era-. Mucho menos después de lo de anoche...

-Pero no!! No no no! -empece a levantar la voz, aunque supiera que a ella le disgustaba aquello, sabía en qué lío me estaba metiendo-. ¿Cómo pueden hacerlo? Esto va en contra de mi voluntad. ¡No me vestiré con trapos de tus gustos, madre! SON ASQUEROSOS!

Y entonces fue suficiente para que ella enfureciera.

-Basta ya! Iré por esos vestidos, y te lo podrás aunque sea en contra de tu voluntad!

-Iré yo! -exclama Jack. En eso toma la atención de las dos. Sabía que él estaba un poco aturdido-. Por favor, madre, permíteme hacerlo por tí...

Mi madre tomó aire profundamente, cerró por un segundo los ojos y después asintió con la cabeza.

-Están a nombre de la señora Stone. -hace una pausa y después continúa-. Dos vestidos confeccionados. De alta costura. El pago está hecho...

Dicho esto, Jack se marchó después de echarme una rápida mirada. Y antes de que mi madre saliera se acercó y me miro seriamente..

-...

-Espero no vuelvas a hacer otra de tus escenas dramáticas. -y entonces, se fue también.

...

Tomé una ducha fría, y al salir de la regadera llevaba una toalla amarrada desde arriba del pecho hasta los muslos. Había olvidado mi ropa para dormir. No la encontraba por ningún lado, seguí buscando por todas partes. Pero entonces algo me llamó la atención. Venía del balcón de mi habitación, me gire lentamente y miré con atención. Caminé a pasos detenidos, cuando por fin llegué ahí, abrí la puerta... y ahí estaba, era Tony. No lo dudó y se lanzó a mí para besarme los labios mientras me tomaba de las mejillas. Me hizo retroceder mientras nuestras lenguas hacían una batalla pesada.

Al llegar al tope de la orilla de la cama se quitó la playera que llevaba puesta, me acercó más hacia el, y me rocostó con delicadeza. Aún no podía creer lo que pasaba, no me esperaba encontrármelo de esta manera.

-Espera.... -le dije intentando safarme de sus labios-. Estoy casi desnuda...

Pude sentir su sonrisa formarse aunque yo tuviera los ojos cerrados. Quería abrirlos, pero no me nacía hacerlo.

-Es perfecto... -susurró mientras bajaba a mi cuello para besarlo también-. Y creeme, me estoy tardando en quitarte esta cosa de encima... -tomó del nudo, y volvió a mis labios, estaba por desabrochar aquel nudo enredado, cuando se apartó un poco para hablarme-. Georgie.... -dijo una vez-. Georgie... -dijo de nuevo.

Los sonidos se distorsionaban, era como si cambiara el tiempo, como si fuera otro momento, entonces escuché la voz de Jack...

-Georgie! -exclamó-. Despierta!! Ya volví.

Abrí los ojos, y los frote con mis manos para intentar acostumbrarme a la luz que entraba por la ventana.

Cuando lo miré ahí estaba, junto a mi, sentado en la orilla de la cama con unas grandes bolsas.

-Lo siento, me.. quedé dormida. -dije mientras soltaba un bostezo-. ¿Qué es todo eso? -le pregunté refiriéndome a todo lo que había ahí, todo aquello que no había visto antes de que el se fuera.

-He ido por todo lo que usarás en la fiesta.

-Ni pienso ponerme el estúpido vestido que mi madre ha elegido sin mi consentimiento..

-De eso quería hablarte... -dijo, mientras se acercaba un poco más a mí para bajar la voz. Seguro se trataba de algo que quería que yo solo supiera-. Por eso mismo fui... -miró a la puerta, y de nuevo volvió a mi-. compré otro vestido...

-¿Qué? -quedé perpleja, ¿qué podía decir?-. ¿Cómo de que compraste otro vestido? Mamá se enteraría si esa noche no me ve con el vestido que ella eligió..

-Eso no es nada, le di la excusa de que hubo un contratiempo con el vestido.. pagándole un par de billetes al costurero para que lo hiciera desaparecer.. por lo que yo mismo he ido a elegirte otro vestido, uno del que se que almenos te gustaría.. -entonces sacó de la bolsa más grande que llevaba, una caja de perfectamente cuidada, con la marca de un costurero exageradamente más bueno (quizá mejor que de donde mi madre había pedido los otros) de todo Estados Unidos.

-Jack.... -había quedado sin palabras una vez que la abrí, viendo un precioso vestido largo de tono morado, descubierto de la espalda, con tela fina y una caída preciosa, detalles divinos, y accesorios como pequeños diamantes.

-Los zapatos y accesorios están aparte, pero igual te los he comprado, claro con un poco de ayuda, pero se que todo será el conjunto perfecto.

-Dios mío, Jack. Seguro debió de haberte costado demasiado.... ¿Cómo lo has hecho?

-Eso es lo de menos, y como te he dicho, tuve un poco de ayuda, de un viejo amigo...

Iron Man mi Guardaespaldas ❨sin editar❩Donde viven las historias. Descúbrelo ahora