Muchos lo conocen como "Tony Stark", otros como "Iron Man". El es reconocido por ser un genio, millonario, playboy y filántropo. También por ser quien salva a la ciudad. Hijo de Haward Stark, inventor de armas.
¿Yo? Sólo sé que él es mi guardaespal...
La "salida de emergencia" en realidad no era una... era más bien una entrada a otro edificio, quizá era el de al lado. En algunas partes estaba muy oscuro, pero donde apenas alcanzaba a ver, me di cuenta que estaba en unas oficinas, podría ser de contadores, o algo similar.. estaba todo desordenado, habían papeles en el suelo, computadoras, las sillas tiradas al igual que los escritorio. Sabía que éste lugar más bien había sido abandonado no hace mucho. Cuando levanté la mirada a lo lejos vi que del techo adornada un domo, el cual estaba roto, podía notarse que ya era noche. Ese lugar donde estaba era un edificio con mas de unos diez pisos. Al principio resultaba algo curioso todo esto, pero poco a poco empezaba a darme miedo. Sola, en un lugar así... Mis manos empezaron a sudar, debía salir de ahí, pero no había ninguna salida que yo pudiera ver. Detrás mío, una luz parpadeaba cada segundo, por lo que me giré, y cuidadosamente caminé a aquello. No pude distinguirle forma por más cerca que estuviera, pero estaba segura de la luz que tenía que no dejaba de prender y apagar cada momento.
Fuí agachándome a eso, manteniendo el ceño fruncido, poco a poco, cada vez lo veía mejor, hasta que oí unos propulsores acercarse, cuando me giré me encontré con Tony que se aproximaba hacia mi a velocidad, apenas descendiendo, tan rápido que venía, que apenas pude sentir la brisa de aire tibio chocar con mi cuerpo. Me tomó por la cintura, el impulso hizo que mis brazos los alzara encima de sus hombros, tomándolo con mucha fuerza, y enseguida volvió a tomar vuelo, saliendo por el domo con la misma velocidad que con la que venía... fue tan poderosa la adrenalina que mi estómago experimentaba cosquilleos, y por lo mismo, solté un grito bastante agudo, mientras que aquel edificio explotaba de repente y después... cayó.
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Tony me llevó lejos de ahí, hasta llegar a un lugar seguro, más bien diría un helipuerto. Una vez que descendió nuevamente y pude sentir el suelo me incorporé.. mientras que trataba de calmar mi respiración que se encontraba demasiado alterada. Él me seguía tomando por la cintura, y con fuerza logré quitarlo empujándolo lo suficientemente lejos de mi, quizá un metro mínimo. Cuando estábamos se quitó el casco de encima.
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–Enserio.. ¡basta! –le regañé–. No puedo seguir con esto! –dije–. esto es demasiado..
–¿Y yo que?! –preguntó algo exhaltado–. ¡MIRAME! –gritó.
