-Rodríguez, lo escuche. Así que habla ahora. ¿Qué dijiste?
-No dije nada, Bieber. Solo olvídalo. – Intente pararme, pero no me dejo.
-Enserio, ________. ¿Qué dijiste? – Pregunto serio.
-Que te quiero – murmure seria al igual que él.
-Está bien – Menciono no muy convencido, me comencé a mover incomoda, ya que él seguía impidiéndome el pararme.
-Lo siento – Se disculpó en susurro. Lo sabía, estaba molesto. Pero no podía decirle que lo amaba, eso iba a ser muy incómodo, sabiendo que él no siente nada por mí y no quiero dar esta amistad. Enserio no quiero. Y menos por mis estúpidos sentimientos que pronto se irán de mí. Me acosté y él hizo lo mismo. Tenía la mirada perdida en el techo y estaba serio. Su brazo en su frente, gesto que hacia cuando se encontraba maquineando en su cabeza.
-No estés molesto – Susurre.
-No lo estoy – Murmuro y se dio la vuelta, dándome la espalda. Bufe, infantil.
-No que va - Hable sarcásticamente.
-Enserio, no lo estoy. – Dijo aun despaldas de mí. Ya, ahora si me moleste.
-¿Y por qué me das la espalda entonces? Te dije lo que había dicho, pero no, piensas que dije otra cosa. Esto me harta a veces ¿sabes? Desde que terminaste con ella estas diferente, ya no eres el mismo y eso me jode tanto. Porque sé que ella tuvo que ver en esto. Dame la espalda, haz lo que se te de la real gana, Bieber. Pero no vengas a pedirme perdón después. ¿Sabes qué? No dije te quiero, pero lo que dije prefiero mantenerlo para mí. Y no me jodas pidiendo que te diga, porque no te diré. Espero que recapacites y te olvides de esa perra. Ya ni se quién eres... – Explote, no pude más. Él se volteó y pensé en lo que había dicho. ¿Puede pasarme algo peor? – Maldita sea esta maldita vida que tengo. Me hubiera quedado en Canadá – Hable y me metí en el baño. Suspire para tratar de calmarme. No podía verlo a los ojos. Sé que no me arrepentía de haber venido, pero cada vez que se habla de ella, cada vez que ve una noticia de ella, cada vez que la mencionan, él se pone así. No me enoja el hecho de que este triste piense en ella. Me enoja el hecho de que ella este muy feliz de la vida y él no.
-_______ - Tocaron la puerta, cerré con llave – Abre la puerta – Hablo detrás de la puerta. Negué mirándome al espejo.
-Déjame sola – Hable, él siguió tocando la puerta. Me deslice por la puerta y se me salió un sollozo. Sentí la puerta moverse más rápido.
-¡_____! Abre la puerta, por favor – Me pare del piso y me dirigí a la bella bañera que había. Abrí la pluma para que empezara a llenarse. - ¡______! ¡_______ Por favor abre! – Dijo tocando la puerta, yo seguí ignorándolo. Necesitaba estar sola unos minutos. Asimilar lo que dije.
-¡Rodríguez, sé que me escuchas, por favor abre la maldita puerta! – Hablo más alto, cuando por fin estuvo lo suficientemente llena, me quite mi ropa hasta queda en interior. Me metí en ella y cerré mis ojos.
Luego comencé a pensar en lo que le dije a Justin, en mis padres y me acorde de mi abuela, ella murió cuando tenía 12 años y la extraño mucho. Ella era la única que me entendía, la que me daba consejos y siempre me escuchaba. Fue mi segunda madre y el simple hecho de que se me haya ido, me duele y me sigue doliendo aun. Ruego cada noche el poder despedirme de una forma correcta de ella... pero si así lo quiso Dios, debo adaptarme y sé que desde allá arriba ella me cuida. Como nos cuida a cada uno de nosotros. Me daba tanta risa ya que cuando le contaba que me gustaba un niño, ella siempre me decía: "Déjate de cosas _____ Primero la universidad y después el novio, déjate de calentura" Reí, como la extraño. Pero sé que está en un mejor lugar ahora. Llore un poco, la forma más fácil de relajarme era hundirme. Respire hondo y me hundí. Tratando de quitar todos esos pensamientos de mi mente y tranquilizarme.
-¡_______!________ abre la maldita puerta ahora mismo o juro que la romperé. – Hablo, salí del agua y rodee los ojos – Me estas asustando, Rodríguez. Abre la puerta – Hablo y me metí nuevamente en el agua. Escuche un par de golpes y luego algo fuertemente caerse. Salte del susto y salí del agua. Y Justin se encontraba ahí, con la puerta frente suyo.
-Maldita sea, ________ - Gruño y sus brazos me rodaron. De pronto me sentía tan cansada que cerré mis ojos y me deje llevar por sus brazos.
Narra Justin.
Grite, grite y grite. No me abría la puerta y me estaba comenzando a preocupar. Sé que cuando pide estar sola es porque lo necesita. Pero eso hace que piense en su abuela y no es bueno. La última vez que me pidió que la dejara sola, casi se corta. Por eso tengo miedo de que eso vuelva a pasar, aunque me prometió que no lo iba a hacer y que eso lo encontraba algo estúpido. La mente humana actúa mal.
Escuche la pluma apagarse y suspire. Como no me abra la puerta en diez minutos, juro romper la puerta. Esto me está dando ansiedad.
Toque la puerta más fuerte y grite su nombre. No aguante más y la eche abajo. Saco su cabeza del agua y me asuste.
-¡________! – Grite y de pronto sentí lágrimas en mis mejillas. No se por qué. Simplemente la agarre en mis brazos y me le lleve a la habitación. No me importaba el hecho de que se encontraba medio desnuda. Solo me importaba darle calor para que no se enfermara.
Y supe ahí, que de verdad sentía algo por ______ y eso me aterra. Suspire y me metí en las cobijas. No podía quitarle la ropa interior, pero podía darle calor con las sabanas. Además, eso se secara rápido. Espero
La abrace y la calenté con mis brazos.
-¿Por qué lo hiciste? – Suspire, ella se acercó más a mi cuerpo y la abrace. En ese momento la sentí mía, sentí que debía protegerla más de lo que ya lo hacía. Nos tape con la sabana y la mire fijamente.
Sí que era hermosa, ¿Por qué no me había fijado en ella antes? ¡Inútil, Justin! Suspire. Me pare de la cama y la arrope hasta el cuello. Puse algunas almohadas a su lado para darle algo de calor y baje la temperatura del aire.
Fui a la enorme cocina y comencé a buscar té o chocolate caliente para cuando se despertara. No había nada, claro, esto es un hotel de lujo, inútil. Debes pedir por el teléfono. Me pegue mentalmente.
Fui a la sala esta vez y agarre el teléfono. Llame al Lobby.
-Hola, buenas tardes, señor Bieber. ¿Qué le puedo ofrecer?
-Sí, mire... lo que sucede es que. Tuvimos que tumbar la puerta sin querer ya que no sabíamos cómo se utilizaba – Mentí, la señora entendió y dijo que iba a mandar a alguien. – Vera, ¿Puede ser más tarde? Es que mi mejor amiga está durmiendo ahora y no quiero despertarla.
-Perfecto, no se preocupe. Cuando usted nos avise. ¿Algo más que pueda hacer por usted?
-Sí, ¿Me podría traer un chocolate caliente o un té? ¿Con unas medicinas para el resfriado? – Pregunte.
-Claro que si, en unos momentos lo mando.
-Perfecto, muchas gracias. Y disculpe el daño, prometo pagarlo.
-No se preocupe, Sr. Bieber. Nos suele pasar. – Menciono, yo me disculpe nuevamente y colgué.
Fui a la habitación y ________ comenzó a moverse. Mordí mis labios. Por un momento pensé que la iba a perder, lo sé, estúpido. Pero enserio me asuste.
No sé qué haría sin ella, se ha convertido en alguien tan importante para mí. Me maldigo cada momento que la abandone por irme con Selena, es algo que me arrepiento y quedare arrepentido eternamente por eso. Sabía que ella no lo había olvidado, ya que siempre trata de recordármelo.
Abrió los ojos y se movió incomoda. Se levantó rápido de la cama, como si tuviera un mal sueño y tuve que quitar mis ojos de ella. ¡Por Dios, tenía a mi mejor amiga medio desnuda frente a mí!
Agarro las sabanas y se tapó, para luego mirarme. Me acerque a ella y me senté en la cama. Se acercó a mí y me abrazo, rodee mis brazos por su cuerpo y respire profundo. ¡Dios!
-Lo siento – Susurro y la sentí temblar. Supe que estaba llorando. La abracé las fuerte.
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Mejores amigos enamorados - Fanfict EDITANDO/TERMINADA
FanfictionMe llamo _______ Rodríguez, sí, soy mitad latina pero nací en Canadá. Mis padres y el colegio al cual asistí me enseñaron los dos idiomas. Mi madre, Karla, es de República Dominicana y mi padre es de Canadá. Tengo 18 años, soy morena gracias a mi ma...