Capítulo 3❇

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Seguía en mi alcoba leyendo un libro y después de un rato me cansé, puse un separador y lo deje a un lado. Escuché que alguien subir la escaleras, no le di importancia hasta que escuche que tocaron mi puerta.

- Diga

- Hijo, te buscan en la sala, baja por favor.- Busqué mi bastón en la cama pero no lo encontraba, me hice algo dependiente de el, ya que caminar solo pierdo el equilibrio y llego a chocar o caerme. No tuve más opción que bajar así, me daba un poco de miedo las escaleras, y más porque aún no dominaba esta casa, nos habíamos mudado aproximadamente medio año.

- Nick, ¿que estas haciendo?

-Larissa, podrías ayudarme a bajar por favor, le temo a las escaleras.

- Claro, sostén mi brazo- Me aferre a su brazo y sentía que ella se iba agarrando del barandal.- Bien aquí empiezan los escalones. Uno...dos...tres...cuatro...cinco...seis...siete...ocho...nueve...diez...once...doce...trece...catorce y quince. No fue tan difícil.

-Para ti es fácil decirlo, no dependes de un bastón o de alguien más.- Le dije a mi hermana en tono de burla mientras mi corazón se calmaba.

-No estarías así de habernos hecho caso de no quitarte el cinturón.- Se me hizo un nudo muy grande en la garganta...es la primera vez que me hablaba así. Eso dolió, dolió mucho.

- Tienes razón, lamentó haber quitado algo de tu valioso tiempo.Y... solo tenía 8 años, era un niño.

- Nicholas, no fue... perdón, no sabía lo que decía.

- Esta bien...- Me sentía muy inferior en ese momento, muy inútil...

- Hijo, te están...¿que ocurrió, está todo bien?

- Si mamá todo bien...estoy preocupado porque no encontré mi bastón, es todo.

- Bueno, te llevaré hasta la sala y yo iré a buscar tu bastón.- Me tomó de la mano y me condujo hasta un sofá.- Bien aquí está, si necesitan algo sólo griten y vendré.

- Esto es incómodo porque no se con quien estoy.

- ¿Quieres decir que no recuerdas a tu mejor amigo desde la más tierna infancia? Eso me indigna.

- ¡Michael!, no reconocí tu voz.

- Me doy cuenta, ¿como han ido las cosas con tu centro de ayuda?

- Aburrimiento total

- Lo imagino, si de por si la escuela normal aburre no me imagino la tuya.

- Hijo, encontré tu bastón estaba tirado bajo la cama aquí tienes.-Lo puso en mi regazo y se marchó.

- Bueno ahora que tienes esa cosa, vamos a dar una vuelta, estoy aburrido.

- Ok, ¿A donde quieres ir?

-Sólo a caminar.-Escuché como se levantó y yo hice lo mismo, extendí el bastón y caminé a la entrada. Michael abrió la puerta para salir.- Oye viejo, será mejor que cubras tus ojos con lentes oscuros, me dan algo de miedo.

- Que lindo amigo.- Ambos reimos y el me colocó unos lentes, no acostumbro a usarlos ya que no salgo.

- ¿Como van las cosas?, es decir tú,como te sientes con respecto a todo esto de ser ciego.

- Me frustra demasiado, depender de algo de alguien para poder movilizarme, también extraño ver todo, sólo era un niño cuando perdí la vista, pensar que han sido 11 años en la oscuridad.

- Lo has manejado bien, no se que haría si estuviese en tu situación.

- ¿Quieres intentarlo?

- ¿Me arrojaras a la carretera?

- No, obvio no.¿ traes algo con que taparte los ojos?

- Si una bufanda, pero si me harás ciego por un día quiero que empiece en el parque, ahí hay donde sentarse.

- Bien.- Fuimos al parque y una vez ahí se sentó en una banca y me dio su bufanda, le cubro los ojos y lo ayudé a pararse. ¿Ves algo?

- Nada, ¿como se supone que haré esto si tu estas ciego?

- Tu nos llevarás,me tomaré de tu hombro y tu llevarás mi bastón.- Con algo de dificultad lo tomé del hombro y comenzó a caminar.

- Viejo, no puedo hacerlo soy demasiado miedoso...

- Esta bien.- Seguimos caminando hasta que nos cansamos por el sol tan ardiente que había.- ¿Podemos volver a mi casa?

- Si, vamos.- Entramos y nos quedamos en la sala. Al poco rato Michael se marchó y yo me quedé ahí.

- Buenas noches familia, traigo excelentes noticias.

- Es un gusto mi amor, lleva esas buenas noticias a la mesa que vamos a cenar.

- ¿ A que debo el honor de que estés aquí en la sala?

- Mike vino a verme.

- Ese chico me agrada, bueno vamos a cenar.- Mi padre me tomó del brazo y me condujo a mi lugar en la mesa.

- Cual es la gran noticia que debes comunicarnos

- Familia, ¡NOS MUDAMOS!.- El silencio se apoderó de la mesa, papá era el único que se sentía feliz

- Papá, ¿mudarnos? Es mi últimos semestre...

-Lo se, tu puedes quedarte aquí en la casa o puedes ir a la mejor de las universidades. Mi jefe al fin accedió a darme un aumento y con ello una nueva casa, mas grande con más oportunidades.- Todos callamos,sonaba genial pero no tanto para alguien ciego, una mudanza implicaba empacar, subir y bajar y es algo si yo no podía manejar.

El Braille De Tu Amor|| EDITANDODonde viven las historias. Descúbrelo ahora