El Braille De Tu Amor|| EDITANDO

Capítulo 11

Atenea se escuchaba muy entusiasmada con la fiesta,ella es una chica de gran sociedad al igual que su posición y no me podía permitir ser la Maniicha en una blanca alfombra.
Me permitió quedarme en su alcoba, estuve ahí largo rato, su mucama seguido venía a verme y a preguntar si necesitaba algo, a lo que mi respuesta era la misma... no.
Tenía la ligera sospecha su mis padres aún no volvían pues estarían llamando con desesperación, así que me relaje. Me movía en su alcoba con precaución de no tirar algo y romperlo.

Localicé un sillón y me acomode ahi. Admito que el sueño ya estaba invadiendome,tuve una gran lucha entre quedarme despierto y mis párpados cayendo lentamente.

********
¿ Que está sucediendo?...
¿ Acaso me he vuelto loco?
No puedo creerlo, puedo ver... de verdad, mi visión ha vuelto.

Puedo ver los autos, las personas , a... a mis padres y a mis hermanos.

¡ RAYOS! Creí que este día jamás llegaría. Hoy por fin mi vista se ha recuperado...

Eso quiere decir que por fin podre ver a Atenea...

Localice a una chica alta al fondo donde me encontraba sólo que... no podía ver su cabello y menos su cara.

- ¿Que está pasando? ¿porque no puedo verte?- Me arrodille y tome mi cabeza desesperado.

**********

Caigo a la cruda realidad de golpe, todo fue un estúpido sueño, no puedo ver nada... sigo siendo un ciego.

- ¡ ESPERA CAMERON! ¡NO ENTRES!- Comencé a girar mi cabeza para localizar las voces, Atenea le estaba diciendo a alguien que no podía entrar, al escuchar esto un miedo increíble recorrio mi cuerpo, me levanté y como pude busqué una puerta, al sanitario, al armario, a donde fuera... Localice torpemente una, estaba sin seguro así que entré

C- ¿Que escondes que no quieres que vea?

- ¡Nada sólo!...no... entres.- Su dulce voz fue bajando hasta oírse mas relajada.- Ahora lo ves, aquí no hay nada, es hora que bajes yo te alcanzo en un minuto.- Escuché los pasos alejarse mintras la puerta se cerraba.- Nick, ¿donde estas?- Empuje la puerta para poder salir.

- Aquí estoy, ¿tu donde estas?

- ¡Nick!, por aqui,ven.- Caminaba con mi mano extendida tratando de encontrarla cuando ella me tomó del brazo.

- ¿ Te metiste en problemas?

- No, gracias a que te escondiste, ¿ Como sabías que alguien iba a entrar?

- Escuché que hablabas y sus pasos acercándose, sabía que no podían verme aquí, así que busqué algún lugar donde ocultarme.

- Nick, muchas gracias...no se que hubiera pasado si te veían aquí.

- Está bien, no me iré de aquí.- Estuve a punto de decirle otra cosa cuando alguien tocó la puerta.

S- Atenea, ¿Estas ahí?, necesito decirte algo importante.

- Espera un momento Sally... Ya vuelvo Nick.- Sentí como el cojín del sillón volvía a su normalidad, seguido de Atenea abriendo la puerta.

S- ¡Al fin!... muy bien, se que hemos sido amigas desde siempre y que básicamente confiamos mucho una en la otra y... ¿ quien es el?

- Es un amigo... ¿ porque?

S- Bueno pues, siento conocerlo de algún lado...- Sentí como alguien se sentó a mi lado y no pude evitar ponerme algo nervioso.- ¿ Nos hemos visto antes?

- Vernos... realmente lo dudo ya que yo soy ciego

S- ¡MIERDA! en verdad lo siento mucho.

- Descuida...

S- Pero no puedo evitar sentir haberte visto en otro lado.

- Tu voz se me hace conocida...

X- Oye linda... ya me harté s esperar aquí afuera-. Esa voz yo la conozco, pero no identifico de donde, el ruido de la música me confundía.- ¿ Nicholas?- Escuché como se cerraba la puerta dejando el silencio natural de la alcoba.

- S-Si, ¿quien eres?

M- Hooo, de verdad es muy triste que a pesar de lo años sigas olvidando ni voz...

- ¡ Michael! ¿ Que haces aquí?

A- Esperen un segundo, ¿ se conocen?

- Si, mike es mi mejor amigo...

S- Sobre eso, Atenea quiero presentarte a mi novio Michael... Nick ahora se donde te he visto, hoy en el auto de Mike

- Así que este patán es tu novio...

M- Oye, no fue mi intención hablarte así, además ya te dije Nick es mi amigo y así nos llevamos.

-El tiene razón, así nos hemos llevado desde siempre.

La noche pasó, mis padres no habían llamado y ya era bastante tarde y raro que no lo hicieran,pero le tomé la mínima importancia. El sueño nos venció, Atenea dejó cerrada su habitación para evitar que alguien entrara. Mike, Sally, Atenea y yo nos quedamos dormidos en la alcoba expracidos.
Era increíblemente cómodo estar así, nada me preocupó en ese momento. Nada.