Capítulo 9

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Michael, su novia y yo íbamos riendo de lo sucedido con Atenea.

- No debiste hacerlo, pudo molestarse.

- Jajaja...Nick, es la típica niña rica caprichosa que cree merecer el mundo y el universo.

- Me doy cuenta que ambos tenemos percepciones diferentes, conmigo, las pocas veces que hemos charlado no parece ser así.

- Amigo, por favor, esa clase de personas no tiene sentimientos.

- Si tu lo dices...- En todo el camino ya no dije más, Michael y su chica charlaban de planes para la semana, aún no me la presenta formalmente, ni su nombre se. El trayecto del Instituto a mi nueva casa no era muy largo, a 20 minutos en auto, a una hora a mi paso.- Listo, hemos llegado.

- ¿Te quedas a cenar?

- No, no hoy, debo llevar a mi nutria a casa.

- Está bien, nos vemos luego, adiós nutria de Mike.- Con tropiezos llegué a la puerta de mi casa, trate de abrir pero estaba cerrada con llave, saqué mi celular para llamar a mis padres, no es común que estén fuera.- ¿Mamá?... Estupendo es el buzón de voz-. Intenté con todos los números y fue exactamente lo mismo. Me senté en el escalón pensando que podía hacer, ¿ir a explorar los alrededores? Podría, si tuviera bastón ¿llamar a Michael? No puedo, esta con su novia y no quiero hacer mal tercio; mike conduce 8 horas para venir y la gasolina no es algo que sea barato. Decidí quedarme aquí y simplemente esperar a que lleguen checando constantemente mi celular por si enviaban un mensaje, esa es una mejor idea. Después de una hora y media escuché que un auto se paró cerca.

- ¿Nick...?- Esa voz me sonaba familiar, pero no se de donde.- Soy Atenea.

- Hoo, Atenea disculpa, aún no reconozco del todo tu voz.

- No te preocupes, ¿que haces aquí?

-Aquí vivo... al parecer no hay nadie.

- ¿De verdad? Eso es interesarte. Bueno, daré una fiesta en mi casa, hoy es cumpleaños de mi novio y me gustaría que asistieras.- Ella tiene novio, que chico tan más afortunado de estar con alguien como Atenea. Me ayudó a llegar al auto y a entrar también, el trayecto se me hizo increíblemente corto, el auto se detuvo, y me pareció que abrieron la puerta pero seguía ahí.

- Vamos Nick- Me tomó de la mano y me sacó del auto, caminamos por un camino algo largo y seguía sin poder acostumbrarme a la manera en que Atenea me guiaba pero no la culpo, no es algo que haga a diario, la primera vez realmente estaba apenadopor decir algo y lo admito no me importó haber chocado con un muro, la segunda tropecé y pude caer pero aún así no quise decir nada.- Nick, ¿estas bien?

-Si, es sólo que no sabía que ahí había un escalón.

- Lo lamento,no quise que eso te sucediera...

- Tranquila, esta bien... no queria decirlo pero no puedo caminar como tu me guias

- Entonces, muéstrame como debo hacerlo, no quiero que te lastimes. Con la ayuda de su mano que me sostenía encontré sus hombros, fui cuidadoso paro no tocar su intimidad, sin soltarla dirigí su mano para que tomase la mía.

- sólo necesito tomarme de tu hombro o de tu antebrazo, así será, así fácil.

- Ahora lo entiendo, quiero mostrarte mi habitación... medición, Nick en verdad lo siento mucho

- Descuida, cuando recién quede ciego mis hermanos hacían lo mismo, es entendible, no lo haces a diario.- En el trayecto fue contándome cosas increíbles que ha hecho,yo no quería y no podía interrumpir, al escucharla hablar tan efusiva sentía que podía ver, que nunca fui ciego, que siempre llevé una vida normal como mis hermanos, mi mejor amigo, como cualquiera.
Me hizo sentir viví otra vez, hizo sentirme una persona con vista que no depende de nada no nadie.

El Braille De Tu Amor|| EDITANDODonde viven las historias. Descúbrelo ahora