Capitulo 39🎇

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Nick

No sé cuanto tiempo ya pasó desde que Molly se fue... pero no tiene nada que temer, esto es un hospital no es como que hoy vaya a morir, se preocupa demasiado y creo que olvida que no soy un niño.

Me siento en la orilla de la cama dejando que mis pies toquen el piso frío, recorro el borde con mi mano y me estiro para poder tocar el extremo de la cama, hago lo mismo para tocar el otro borde; desde que recuerdo y perdí la vista he hecho esto para sentir que tengo el control del lugar donde me encuentro, eso siempre me ha dado tranquilidad de cierta manera al saber que espacio estoy ocupando. Retiro el pulsioxímetro de mi dedo para poder recorrer la habitación libremente; lo primero que hice fue caminar por el borde de la cama tratando de encontrar algún mueble o algo que pudiese lastimarme, le doy la vuelta y encuentro una silla un poco pegada de la cama; en este momento quisiera tener mi bastón y poder guiarme pero debo conformarme con mis manos y mis pies.

Después de un rato recorriendo la habitación he descubierto que del lado derecho hay 7 pasos hasta la única ventana del cuarto la cual de largo miden mis brazos extendidos, del lado Izquierdo hay 4 pasos y medio hasta un sofá individual y 8 y medio para llegar a la puerta. Me quedé sentado en el sofá pensando en cómo está mi familia ahora que me ha visto, pienso en Molly y Sadie... y por alguna extraña razón mis pensamientos vuelan hasta Atenea, mi primer amor. Es curioso, pero en ocasiones pienso que ella no se interesó en mi realmente, que solo fui algo diferente en su mundo lleno de lujos y extravagancias y por eso le fue tan sencillo olvidarme pero yo no la puedo olvidar del todo... aún necesito tiempo para olvidarla correctamente, sé que tengo a Molly y ella es maravillosa en mil aspectos pero Atenea tenia o tiene algo que aún no ha podido salir de mi cabeza.

Despierto al escuchar algunos ruidos y voces, me acomodo mejor en el sillón y trato de escuchar lo que hay afuera pero no distingo nada, hay demasiado ruido y alboroto en los pasillos pero de lo que alcanzo a escuchar es que una enfermera se detuvo a decirle a otra que acaba de llegar un chico en muy mal estado, aparentemente tuvo un accidente después de ingerir una cantidad considerable de alcohol y drogas; no alcancé a escuchar su nombre pero cuando dijo todo eso tuve un escalofrío bastante raro y me quedé sumido en mis pensamientos, tanto que no escuché cuando se abrió la puerta.

— ¿Hola?— Creí que podría tratarse de Molly, ya no tenía noción del tiempo que he estado aquí. Sin embargo la respuesta que obtuve me asustó ya que fue un grito de miedo. — ¿Está todo bien?—me levanté del sofá por instinto pero no sabía que pasaba en realidad.

E—Disculpe el grito pero no esperaba verlo fuera de la cama, me tomó por sorpresa entrar a oscuras y que de pronto hablara desde otro punto de la habitación. — Escuché como dejó una bandeja en algún lugar y pude sentir como se acercó a mí. — Permítame orientarlo a su cama, no debería estar aquí en primer lugar.

—Me encuentro bien, la verdad creo que es innecesario que permanezca aquí más tiempo, quiero ir con mi familia. — Con su ayuda volví a la cama pero solo me quedé sentado, no tenía ganas de seguir acostado y tampoco se me permitió permanecer en el sillón.

E—Lo lamento mucho pero esa decisión tiene que venir del médico que lo está atendiendo. —Escuché que levantaba algunas cosas, imagino que se cayeron cuando se asustó.

—Entonces ¿puedo hablar con él?

E— Me temo que no, el llegará hasta mañana a las 11 y le sugiero que descanse. — Se paseaba por la habitación, tal vez acomodando todo, supe eso por los tonos distintos que se oían y a pesar del ruido sus pisadas las oía claramente.

Ya no le dije nada más y me quedé sentado escuchando cada uno de los ruidos y movimientos que hacía tratando de imaginar cómo sería sino viera. Poco pasó cuando se acercó a mí y volvió a ponerme el pulsioxímetro porque según esto les avisaría si me pongo mal; escuché que tomó su bandeja y conté sus pasos hasta la puerta y antes de que saliera le lancé la pregunta que me aquejaba desde el escándalo en el pasillo.

El Braille De Tu Amor|| EDITANDODonde viven las historias. Descúbrelo ahora