Capítulo 32🎇

434 30 1
                                    

Mi padre y yo salimos de mi casa 45 minutos después de que Nicholas se fue, ambos teníamos cosas que hablar con el y no sabíamos donde estaba, sólo mencionóque había estado en Ámsterdam pero de ahí no se más. Hubiera salido antes pero las cosas eran tensas.

Estuvimos casi todo el día buscando y  ya entrando al atardecer llegamos a un parque y a punto de rendirnos, creyendo que tal vez está sería la última vez que lo habríamos visto apareció sentado en una banca que da hacia un lago.

Corrí junto con mi padre para alcanzarle pues ya se había puesto de piey comenzado a caminar. Aún estaba lejos de el y temí no alcanzarlo y perderle el rastro otra vez.

-¡NICK!- Al escuchar su nombre se detuvo en automático, no se que tanto recuerde mi voz.
Aproveche que se detuvo y logre alcanzarle, puse mi mano en su hombro y lo detuve para darle tiempo a mi padre llegar. -Espera, no te vayas. No tienes idea de cuanto te he extrañado

N- L-Larissa, me asustaste

- Lo lamento pero tenía miedo de perderte otra vez, cuando saliste de la casa no dijiste nada; si volverías, donde estas o algo.

N- Lo siento, en serio pero mamá...- Un nudo se formó en mi garganta, muchas lágrimas amenazaban en salir imparables tras el recuerdo de lo ocurrido

- Lo se, en casa nada ha sido fácil. Papá y yo queremos charlar contigo ¿Aceptas?

N- Claro.- Tomé su mano y la coloqué en mi hombro Y lo dirigí hacia donde estaba mi padre, quien ya se veía cansado.
Con la supuesta muerte mi padre se veía más cansado y acabado, ya tenía arrugas visibles y varias canas en su cabellera que siempre tenía bien peinada.
Lo puse frente a mi padre en el momento en que llegamos

P- Nick...- Mi padre lo miró fijamente, no sabía si iba a romper en llanto o explotar de alegría. Entiendo que es casi imposible que esté vivo, aún recuerdo cuando nos enteramos en que avión iba y el mismo habia quedado destrozado... y ahora tener a Nick aquí es... es lo mejor que pudo pasarnos.- Aún no puedo creer que esto sea real, siento que es un sueño y pronto despertare

N- Papá... esto no es un sueño, en verdad estoy aquí, estoy bien,estoy sano y mejor que nunca...- Sus palabras se vieron interrumpidas por intempestivo abrazo de mi padre, claro que Nick no se quedó atrás y le correspondió. Yo no me uní, no quería dejar de ver está hermosa escena; está vivo, sano y salvo.

Mi padre de separó de el Sólo para verlo mejor y parecía no creer en lo que se ha convertido y para ser sincera yo tampoco. Ahora está más torneado, su cuerpo, su cara y el cambio radicalmente. Tengo que me ha hecho pensar que fue mejor que se fuera, en casa estaba encerrado y no hacía nada más que ir a terapias.

Un relámpago me sacó de mis pensamientos. Una lluvia tempestal estaba aproximándose y si nos quedábamos ahí nos mojariamos y podríamos enfermar.

P- Creo que la tormenta se aproxima, Hijo ¿quieres acompañarnos?

N- Claro que si, vamos a donde quieras.- Tomó su brazo y lo colocónuevamente en su hombro, nos empezamos a dirigir a una cafetería que solíamos frecuentar.

Al entrar no había nadie, el lugar estaba vacío y pude notar alivio en el rostro de mi padre quien dirigió a Nick a una mesa.

P- ¿Qué ha sido de ti en este año? ¿Por qué no llamabas?

N- Lo intenté, en serio que si... Pero jamás respondieron, así que asumíque estarían mejor sin mi, sin su carga. Mi número de celular ya no me sirvió en Ámsterdam.

L- Pero, ¿Cómo fue que llegaste?¿ donde vivías? ¿como sobrevivías?

P- Tranquila, no queremos abrumarlo..

N- Bueno, es algo muy curioso. En el aeropuerto encontré a un amigo de la infancia pero el no sabía de mi condición, más de unavez me mencioné la idea de que iría a visitarlo a Ámsterdam y creo que desde que empecé a decirle todo eso iba seguido y ese día coincidimos. Pasé a vivir con ellos, me dieron empleo de profesor y en las instalaciones hacia ejercicio con los aparatos recreativos.

P- ¡Vaya! Te ha ido bastante bien... Me alegro mucho hijo mío. Aquí te hemos extrañado muchísimo, tu madre no soporta salir de la habitación porque encuentra una casa vacía cuando no estamos. Nos haces falta. Por favor vuelve a casa.

N- Papá, en verdad me encantaría pero no puedo hacerlo...

Mi padre y yo palidecimos ante sus palabras. Mi padre está suplicando su regreso y el simplemente se niega...

El Braille De Tu Amor|| EDITANDODonde viven las historias. Descúbrelo ahora