Dejé escapar un grito de emoción, estaba segura que se escuchó en gran parte del pasillo.
Aquello no me importó, nada de eso me importaba en este preciso momento, sólo podía mantener esa sonrisa en mi rostro, esa sonrisa tan marcada que iba de oreja a oreja.
Lo que estaba frente a mí era la lista de los resultados de las audiciones y sí, como ya se creía, o más bien, mis amigos y unos cuantos ¡Me había quedado con el protagónico!
Yo Azul Vega o Azul Martínez (ni yo sabía cómo llamarme), lo había conseguido, había conseguido ganarle a Noa, algo raro que no creí que ocurriría.
Una sonrisa de egocentrismo de igual manera apareció en mi rostro, daría todo por ver la reacción de Paulina Costa al ver los resultados, pegaría el grito en el cielo, estaba segura.
Mi felicidad se notaba a kilómetros, saltaba por todos lados y quería volver a gritar aún más fuerte que antes. Me sentía realmente emocionada.
Me dirigí al salón, en el momento que entré, Kristal corrió a mis brazos, dándome un vaya que apretado abrazo. Me tuve que poner de puntas para poder alcanzarla.
En cuanto se separó de mí, Yael y Gael igual me rodearon en un abrazo. Fue sorpresivo, no me esperaba aquella muestra de cariño por parte de ambos. En cuestión de segundos, Gael se fue a su lugar junto con Kristal, dejándonos a Yael y a mí para poder platicar. De inmediato volvió a felicitarme.
– Te dije que lo lograrías- mencionó, dándome un golpe en el hombro, de manera leve, se lo devolví al segundo.
– Pensé que Noa me ganaría, era una contrincante fuerte- admití, así era la situación, mi mente vagaba con ese pensamiento desde el momento que adicioné. Algo que no ocurrió.
Me di cuenta que, en el momento que mencioné su nombre, la vi aparecer en el marco de la puerta. Abrí los ojos y levanté las cejas de los nervios de verla, no sabía si ya había visto los resultados, esperaba que no. Temía que se enojara, ella tenía el papel asegurado en su mente, estaba segura de ello. Aunque... ahora que lo pensaba, los papeles estaban por toda la escuela, era imposible que no los viera, era imposible que no estuviera enterada de la noticia.
– Hablando del rey de Roma- mencionó Yael, señalando con la cabeza a Noa.
Asenté.
Ella estaba ahí, ¡ya la había visto Yael!
– No sé qué esté pensando en este momento, puede que esté enojada conmigo, puede que no, puede que me deteste y quiero arruinarme la vista o puede que no guarde rencores, además ¡yo no hice nada! Sólo adicioné para un papel, si era profesional tiene que aceptar la realidad.
– ¿Sabes que, para ella esto es su orgullo? Que tú te hayas quedado con el papel significa que eres mejor en la actuación, ¿no crees que se sienta mal consigo misma?
Volteé a ver al castaño, odiaba que dijeras cosas así en este momento.
– No ayuda en nada tus comentarios, cállate- dije, cruzándome de brazos.
Volví a ver en dirección de Noa, estaba viniendo ahora a donde yo estaba.
El pánico me invadió por completo, ¿Qué debía hacer? Nunca me dijeron cómo actuar en este tipo de casos.
Sin pensarlo (porque claro que era pésima idea) me colocó detrás de Yael, ocultando parte de mi rostro y cuerpo, él era más alto, más no lograba esconderme por completo.
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Detrás de la enfermedad
Teen FictionAzul es una chica que con tan solo dos meses de edad fue abandonada en un parque. Ella creció siendo cuidada por una mujer de nombre Cristina, la cual le daba una vida normal. Cuando entra a Preparatoria, comienza a tener una serie de extraños dolor...