Fernando me miraba tan detenidamente que daba miedo. Me tenía agarrada de los brazos,sujetándome fuertemente, mientras clavaba la vista en mí, esa mirada de terrorque de vez en cuando sacaba, estaba haciéndose presente.
– ¿Realmente eres Azul? - preguntó, sin dejar de prestar atención a cada gesto mío.
– ¿Soy azul? No sé-divagué un momento por mis pensamientos, para así, tratar de asustarlo un poco,lo cual sorprendentemente función, ya que se quedó un rato sin respiración, con el rostro pálido- descuida- añadí, después de unos minutos de tensión y"misterio"- soy yo, tu mejor amiga.
Una sonrisa se le dibujó en el rostro al escuchar mis palabras finales. La verdad, aún no podía creer el hecho que medio año estuve dormida, aunque ya todos me lo habían dicho, inclusive el mismo Doctor, mi cabeza no podía asimilar aquella idea.
Hasta ver a Fernando se me hacía la cosa más extraña del mundo, sentía que algo en él había cambiado, que algo estaba diferente con él. Que algo estaba diferente con el ambiente, incluso con el propio aire que respiraba en este momento, ¿esto era lo que debía sentir al despertar de un coma? ¿Habría alguien que pudiera responderme a esa duda existencial? Sin previo aviso, Yael apareció entrando por la puerta con el más mínimo cuidado de no hacer demasiado ruido, ni nada que fuera molesto para mí.
–¿Cómo sigues? - preguntó, sentándose en la orilla de la cama, tocando mis mejillas, para comprobar que no tuviera fiebre ni nada por ese estilo.
Aparté su mano, embozando una ligera sonrisa, como dije, todo se me hacía muy extraño.
– Estoy bien, no hay nada de qué preocuparse-seguido de mis palabras, Karen entró a la habitación bastante exaltada,comportándose de manera muy extraña.
Los tres volteamos a verla, ella no decía palabra, se mantenía con boca cerrada, mirándonos como si no hubiera nada de que preguntar.
– ¿Pasa algo? -preguntó Fernando, mirándola fríamente.
– No, nada- me quedé anonada ante aquella "conversación", ¿desde cuándo ellos se hablaban de esa manera? ¿Qué había pasado con la pareja amorosa de siempre?
Noté que Karen tenía ojos cristalinos, pero no era porque quería llorar, sino porque ya había llorado.Estaba segura de que el motivo de su llanto fue Fernando. Ellos salieron de la habitación unos segundos después, sin decir nada. Se notaban vaya que diferentes, muy diferentes.
Yael me contó que las cosas entre ellos dos no había ido nada bien desde que el doctor dio la noticia que quedé en coma, me dijo que prácticamente ellos estaban peleados por mi culpa. Fernando se asustó mucho al enterarse, pensaba que todo podía ocurrir, que inclusive podría morir sin haberme despedido de él. Karen en estos días había estado muy deprimida, no mencionaba palabra casi nunca, parecía un fantasma rodeando por la escuela, según me narraba Yael.
– La vi llorar- susurró él, con la mirada al suelo- sé que casi no conozco a Karen como tú la conoces, pero sí sé que ella es alguien fría, alguien que no le gusta darse por vencido, ni verse débil- asenté la cabeza, ella es "algo así"- estaba pasando por la cafetería,había pasado un mes desde que quedaste en coma. La vi tirada en el suelo, en la oscuridad de las mesas. Lloraba de la peor manera, su llanto era realmente de dolor. Ella se sentía culpable, pensaba que, si tu no lograbas despertar, en si todo se iba a derrumbar. Estuve unos segundos ahí, debatiéndome si debía irme o consolarla, al fin no pude y me di la media vuelta yendo al lado contario.
ESTÁS LEYENDO
Detrás de la enfermedad
Teen FictionAzul es una chica que con tan solo dos meses de edad fue abandonada en un parque. Ella creció siendo cuidada por una mujer de nombre Cristina, la cual le daba una vida normal. Cuando entra a Preparatoria, comienza a tener una serie de extraños dolor...