Capítulo 1

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Me encontraba en mi departamento, después de terminar la universidad me vine a vivir sola, mi madre se encargaba de las empresas de la familia y Freddy jugaba en un equipo de fútbol americano del estado, por supuesto se había llevado a Melina con él durante sus partidos. Así es, ellos siguen juntos.

Jos se había ido a vivir con su hermana y con su mamá a España por una temporada.

Alonso se había ido a Francia a despejar su mente.

Han pasado 5 años y ninguno de los dos ha regresado.

Así que solo quedaba yo, yo sola después de aquella estúpida confusión.

¿¡Por qué fui tan idiota!?

No estoy completamente sola, aún tengo a Sam, Ryan e Isaac.

Cabe mencionar que Ryan en algún tiempo quiso hacerme olvidar a mis amores del pasado intentando que saliera con su hermano.

Sus planes fallaron. Sentía que salía con mi mejor amigo y eso no es nada bonito.

Yo no quiero a nadie más.

Isaac en algún tiempo comenzó a sentir algo por mi, pero si algo aprendí es que no debo jugar nuevamente con lo sentimientos de alguien más. Así que lo rechacé, aunque fuera el hermano de mi mejor amigo.

Estaba totalmente destruida. Me encontraba en la sala de mi departamento viendo televisión, ya casi no salía, no me arreglaba, siempre tenía el cabello como un nido de pájaros, en algunas ocasiones olía mal, no tenía ganas de nada, el saber que jugué con los sentimientos de los dos chicos a los que quise como a nadie en el mundo derrumbó mi mundo por completo.

Estaba tranquila viendo un programa en la tele hasta que mi celular sonó. Era un mensaje, así que lo tomé para revisarlo.

Bryan:
Cami, dice Sam que levantes tu gordo trasero del sofá y vengas a nuestro departamento.

Estos dos desde que están juntos se volvieron muy mandones. Oh sí, mis pequeñas copias lograron juntarlos.

Para Bryan:
No. Tengo muchas cosas que hacer.

Mandé el mensaje y lo dejé de nuevo junto a mi para seguir viendo la televisión. Unos minutos después volvió a sonar.

Bryan:
Por muchas cosas que hacer... ¿Te refieres a ver televisión todo el día?

Teclee rápidamente un mensaje.

Para Bryan:
Llego en unos minutos.

Me levanté pesadamente del sofá, necesitaré bañarme si saldré, así que ahí voy, después de tres días a darme un baño.

Cuando salí me puse lo de siempre: unos jeans holgados y una camisa que le robé a Freddy que me quedaba muy grande. Ese es mi nuevo look.

Salí de mi departamento, tomé el elevador hasta el primer piso ya que yo me encontraba en el quinto y una vez abajo salí para encontrarme con mi bebé. Mi hermoso auto, ¡por fin conseguí mi licencia!

Conducí hasta el departamento de Sam y Bryan que estaba a 20 minutos de donde yo vivía actualmente así que no tarde demasiado.

Una vez que llegué y subí hasta el piso en el que ellos vivían toqué el timbre y unos segundos después salió Bryan.

—Hola Cam. —dijo sonriente.

—Hola. —dije seria. —¿Para qué querían que viniera? —Bryan se hizo a un lado y me indicó que pasara, lo cual hice.

—Sam quería verte. —dijo sentándose en su sofá.

—¿Y en dónde está ella? —pregunté ya que no la veía por ningún lado.

—En el baño. —susurró a lo que yo reí.

—Hola, Camila. —dijo Sam apareciendo por detrás y al verme hizo una mueca de asco.

—Que gusto verte también. —le respondí sarcástica.

—Definitivamente haremos lo que tenía planeado. —habló dirigiéndose a Bryan el cual asintió efusivamente.

—¿Qué? —dije confundida mirando a ambos.

—Querida Cam, iremos de compras. —dijo Sam tomándome por los hombros.

—¿Para qué? —pregunté aún confundida, si necesitaba ropa hubiera llevado a Bryan con ella, yo quería ver televisión en casa.

—¿Podrías decirme qué es lo que tienes en tu guardarropa? —dijo con su dedo índice en la barbilla.

—Jeans...

—¿De qué tipo? —preguntó interrumpiendome.

—Holgados... —dije tímida.

—Bien, con eso es suficiente, iremos de compras. —tomó su bolso. —Te veo en la tarde, Bry. —se despidió con un beso de Bryan y me llevó afuera.

(...)

Estábamos en el centro comercial, ese en el que un día unos tipos golpearon a Ryan.

Entramos a la primer tienda de ropa que vimos, las encargadas del lugar se encargaban de mirarme con asco cada vez que pasaba junto a ellas.

—¿Tienes tacones? —preguntó Sam mirando ropa.

—Un par, tal vez. —dije tímida a lo que ella volteó a verme con los ojos abiertos.

—¡Camila, por Dios! ¡Ya han pasado 5 años! ¿Por qué no los superas? — gritó en un susurro.

—No es tan fácil. —dije en un susurro y continué mirando ropa.

Sam eligió toda la ropa por mi. Prácticamente fueron muchos jeans ajustados, algunos shorts, faldas... En resumen: ropa que me haga ver femenina.

Ahora íbamos en busca de zapatos, los cuales no me preocupan ya que tengo un sólo par que, por cierto, casi no uso y mis adorados Converse, pero Sam dijo que aprovecharía para comprar para ella.

(...)

Después de que Sam comprara sus zapatos salimos del centro comercial hacia el estacionamiento subterráneo.

Un recuerdo llegó a mi mente al estar aquí, fue cuando golpearon a Ryan y ellos estuvieron aquí para ayudarnos.

—¿Qué pasa Cam? —preguntó Sam con el ceño fruncido.

—Nada. —suspiré. —Es hora de irnos. —dije y caminé hasta mi auto, guardamos las bolsas en la parte trasera y subimos.

(...)

Una vez de regreso en mi departamento me encontraba reemplazando mi antigua ropa por la nueva, solo saqué los jeans holgados, me quedaría con las blusas grandes y holgadas que tenía, las podría usar para dormir.

No me cambié para irme a dormir, sólo me aventé a mi cama y estuve mirando hacia el techo recordando los momentos que pasé con Alonso y Jos.

Desearía poder regresar al pasado y cambiar lo que hice mal.

Pero como dicen: lo hecho, hecho está.

A Tu Lado (DCUD #2) Donde viven las historias. Descúbrelo ahora