Capítulo 13

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Camila.

Estacioné mi auto una vez que llegué al edificio, espero que Alonso no haya llegado aún.

Caminé rápidamente al interior del edificio para entrar al elevador y ver si Alonso se encontraba fuera de mi departamento.

Una vez el elevador se detuvo en el piso donde mi departamento se encontraba me encontré con unos lindos ojos azules frente a mi.

Alonso sí había llegado.

—Lo lamento tanto. —me disculpé inmediatamente a lo que él me miró confuso.

—Creí que no querías abrirme. —sonrió para después soltar una pequeña risa.

—No, no es eso. Tuve una pequeña emergencia. —él entró al elevador junto a mi y presionó el botón que nos dejaría en el primer piso.

—No hay problema. —sonrió a lo que yo también sonreí.

—Y bien... ¿A dónde iremos? —pregunté una vez que llegamos al primer piso.

—Al bar de ayer. —ambos salimos del edificio en donde pude divisar su mustang rojo, el mismo que llevaba a la universidad, el mismo en el que me llevaba a nuestras citas, el mismo en el que una vez nos quedamos varados.

—Me parece bien. —sonreí y él abrió la puerta del copiloto para mi en donde muchas veces me había sentado.

«Malditos recuerdos que me ponen nostálgica.»

(...)

La música estaba a todo volumen igual que anoche, aún siendo tarde había mucha gente aquí.

Seguí a Alonso a una mesa que estaba desocupada y cerca de la barra, me sentía un tanto incómoda, ¿de qué podría hablar con él?

—Y bien... —habló él rompiendo el silencio. —¿Cómo está tu hermano? —pude notar que él tampoco sabía de qué podíamos hablar, todo esto era tan extraño y un poco incómodo.

—Bien, está muy bien y sigue feliz con Melina. —sonreí a lo que él asintió sonriendo.

—Me alegro. —dijo y yo asentí mientras él sonreía.

Y nuevamente silencio incómodo.

—Iré por una bebida, ¿quieres una?

—Claro. —asentí y él caminó hacia la barra, a pesar de que estábamos cerca de ella habían personas que impedían el paso por lo tanto Alonso se perdió entre la gente dejándome sola.

—Hola. —saludó un chico castaño, cuando lo reconocí me lancé a sus brazos.

—¡Ryan! ¡Dios, cuánto tiempo! —dije sin dejar de abrazarlo, él me regresó el abrazo y una vez que me aparté de él pude ver que tenía una sonrisa en el rostro.

—Con que saliendo con alguien nuevo, eh. —movió sus cejas de arriba a abajo y rodé los ojos.

—No es alguien nuevo. —bajé la mirada.

—¿No? —preguntó confundido a lo que yo negué lentamente. —¿Quién es?

—Aquí tienes. —dijo Alonso llegando junto a mi dejando un vaso con un líquido extraño en la mesa.

—Oh. —exclamó Ryan una vez que vio a Alonso. —Me voy, te veo luego Cam. —sonrió y se fue volviéndome a dejar en un incómodo silencio con Alonso.

—¿Quieres bailar? —preguntó de repente, asentí sonriendo y me tendió su mano para guiarme a la pista de baile.

Una vez estábamos bailando en la entrada pude observar a mi hermano entrando con Melina y Jos.

Jos está aquí también, ¿por qué me pasa esto a mí?

Jos.

Seguí a Cam hasta llegar al edificio, esperé afuera, no quería que notara que la había seguido. Unos minutos después bajó junto a un chico rubio, espero que no sea el mismo del bar.

No pude ver su cara, solo vi que le abrió la puerta del copiloto a Cam y el rodeó su auto, ese auto... Lo conozco de algún lugar... No lo creo, debe ser mi imaginación.

Comencé a seguirlos una vez que este comenzó a avanzar y me di cuenta que aquel chico la había traído al bar de anoche y entonces llegué a la conclusión que efectivamente era el chico rubio de ayer.

Tomé mi celular y busque entre mis contactos el número de Freddy, espero que sea el mismo. Después de unos tonos al fin contestó.

—¿Hola?

—¡Freddy! ¿Qué dices sobre salir a festejar ahora mismo? —traté de sonar lo más alegre posible.

—¡Por supuesto! ¿En qué lugar? —preguntó emocionado y le dicte la dirección del bar. —De acuerdo, te veo en unos minutos. —y colgó.

Ahora tengo una excusa para poder ver a Cam.

(...)

Después de que Freddy, llegara junto a su novia, entramos al bar. Inmediatamente comencé a buscar a Camila o al chico rubio con el que venía acompañada. Busqué y busqué pero no la encontraba, se me hacía difícil tratar de encontrarla con tanta gente reunida en este lugar.

—¿Buscas a alguien? —preguntó Freddy y volteé a mirarlo.

—No.

—Pues eso parece. —dijo y dio un sorbo de su bebida.

Continuaba buscando con la mirada a Cam hasta que después de unos minutos di con la cabellera rubia de aquel chico quien estaba de espaldas y frente a él estaba Camila, nuestros ojos chocaron y noté como frunció el entrecejo.

Aquel chico al ver la mirada de Camila volteó hacia mi dirección y fue entonces cuando lo reconocí.

Nuevamente ese chico interponiendose entre Camila y yo.

A Tu Lado (DCUD #2) Donde viven las historias. Descúbrelo ahora