A Tu Lado (DCUD #2)

Capítulo 19

—¿Saliendo? O sea que... ¿Son novio y novia? —preguntó con un claro gesto de confusión.

—Así es —respondió Jos sonriendo orgulloso. —Si me disculpan iré a cambiarme —dio un beso en mi frente y se levantó del sofá para salir de mi departamento dejándome con una muy confundida Sam.

—¿Cómo fue que sucedió? Digo, tú y él... Me habías dicho que sólo serían amigos —mi amiga parecía decepcionada, traté de ignorar su reacción.

—Pues eso cambió —me encogí de hombros.

—¿Estás segura que quieres estar con él, Cam? —preguntó sentándose junto a mi.

—Jamás había estado tan segura en mi vida —sonreí mientras que Sam se levantaba del sofá.

—Como quieras —se encogió de hombros. —Solo venía a saludarte pero al parecer estarás muy ocupada ahora, así que nos vemos Camila. —y sin dejarme responder salió deprisa de mi departamento.

Su reacción me había confundido a mí. ¿Qué le sucede? Debería estar feliz por mi, después de todo siempre estuve enamorada de Jos y que ahora estemos juntos es como un sueño para mi.

Sam.

No, no y no. Mi plan va a fracasar. Yo no fracaso.

Llegué alterada a mi departamento dando un portazo llamando la atención de Bryan quien inmediatamente se levantó a ver qué me sucedía.

—¿Qué ocurrió? —preguntó deteniéndome tomándome de ambos hombros.

—Mi plan va a fracasar —hice un puchero y Bryan me miró confundido.

—¿Por qué? —me solté de su agarre y caminé hacia el sofá sentándome y recargando mi cabeza en la parte de atrás para ver hacia el techo.

—Camila está saliendo con Jos —Bryan llegó caminando hacia mi.

—¿De verdad? —volví mi mirada a él para asentir. —Y... ¿Qué vas a hacer?

¿Aún podría hacer algo? Digo, estoy muy segura de que Alonso es el chico indicado para Cam pero de lo que no estoy segura es si debería interponerme en su nueva relación.

—Haré que recapacite —Bryan alzó una ceja mientras yo sonreía orgullosa.

Camila, no dejaré que vuelvas a meter la pata.

Camila.

Unos minutos después de que Sam saliera de mi departamento Jos regresó y Fernanda lo acompañaba.

—¡Cami! —saludó Fer una vez que me vio y ambas nos abrazamos. —No sabes lo feliz que me hace que tú y mi hermano sean pareja —ella no dejaba de sonreír y Jos se había acercado a mi para abrazarme. Miré hacia afuera y pude ver unas maletas.

—¿Te irás? —pregunté señalando las maletas, ella suspiró para después asentir lentamente.

—Debo regresar a España —se encogió de hombros para después volver a sonreír. —Solo venía a despedirme de ti y a decirte que mi hermano de verdad de ama demasiado —me sonrojé e instintivamente volteé a mirar a Jos quien aún no me soltaba.

—Lo sé —sonreí.

—Bien, cuídense chicos. Esto no es un adiós si no un hasta pronto. —guiñó un ojo y salió de mi departamento.

—¿Ahora te quedarás solo en tu departamento? —pregunté a Jos una vez que ambos nos dirigimos a la sala.

—Eso parece, aún debo seguir cobrando la renta de la casa en la que vivía así que tendré para pagar el departamento. —asentí lentamente mientras ambos nos sentábamos en el sofá.

—Y si... ¿Vienes conmigo? —Jos dirigió su mirada hacia mi con el entrecejo levemente fruncido.

—¿A dónde? —preguntó confundido y yo sonreí.

—A vivir. Aquí. Conmigo. —él continuaba mirándome de igual manera hasta que sonrió.

—Me encantaría, pero con una condición —asentí dándole a entender que prosiguiera. —Yo pagaré tu departamento cada vez que debas pagar la renta.

—No, no y no. Jos no puedo permitir que hagas eso. —él me miró con una ceja arqueada.

—Por favor. Déjame hacerlo por ti. —hizo un puchero y yo estaba debatiendo mentalmente sobre si debería dejarlo.

Yo seguiría trabajando en la cafetería y ese dinero podría usarlo para comprar la comida mientras que Jos solo se encarga de la renta, bien creo que podría aceptarlo.

Repentinamente las fantasías que tenía hace unos años en los que Jos y yo formábamos una familia feliz comenzaban a hacerse realidad, o al menos eso sentía yo. Será como si fuésemos un matrimonio y cada uno se reparte los gastos.

—¿Cami? —habló Jos sacándome de mis pensamientos.

—Bien, pero con la condición de que yo usaré mi dinero para comprar todo lo demás que es indispensable, como la comida —Jos sonrió pero finalmente aceptó.

—Como deseé la mujer más hermosa —me sonrojé un poco ante su comentario y él sonrió. —¿Te han dicho que te vez hermosa cuando te pones rojita? —preguntó a lo que un pequeño recuerdo llegó a mi.

«Encontré la mirada de Alonso parecía estarme contemplando lentamente.

—¿Tengo algo? —pregunté

—Sí —dijo sin dejar de mirarme, sus ojos tenían un lindo brillo.

—¿Qué tengo? —pregunte asustada, espero no tener algún insecto. Agh, soné como Rebecca.

—Una hermosa mirada —me respondió, sentí una sensación extraña en el estómago, puedo apostar que estoy ruborizada, así que baje la mirada. —Hey, no te pongas nerviosa, te vez hermosa cuando te pones rojita —dijo levantando la mirada haciendo que lo vea directamente a los ojos.»

Me limite a sonreír ante la pregunta de Jos y él me envolvió en sus brazos quedando así abrazados en el sofá terminando de ver la película que no habíamos terminado a causa de la visita de Sam.

Por cierto, ¿qué ocurre con ella? Su comportamiento fue muy raro.

—¿En qué piensas? —preguntó Jos sacándome de mis pensamientos.

—En Sam —suspire y el volteó a mirarme. —Se comportó muy raro cuando estuvo aquí —hice una mueca.

—Deberías ir a hablar con ella, yo también noté su comportamiento raro —ambos nos mirábamos fijamente hasta que yo asentí.

—Tienes razón, iré a platicar con ella —me levanté decidida del sofá y Jos imitó mi acción.

—¿Quieres que te acompañe? —preguntó a lo que yo negué.

—Quiero hablar a solas con ella —Jos asintió y se acercó a besar mi cabello.

—De acuerdo, yo prepararé mi ropa y todo lo que necesito para venir a vivir aquí —sonreí porque me emocionaba la idea de vivir con Jos, como una familia.

—De acuerdo —dije sin borrar la sonrisa de mi rostro. —Yo iré a ver a Sam.

—Bien, entonces nos vemos en la tarde. —asentí y me puse de puntas para alcanzar a darle un pequeño beso.

Iría a platicar con Sam y preguntarle por qué se comportó así, tal vez sea algo raro pero si es mi amiga debió alegrarse por mi.