Capítulo 18

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Alonso.

Bryan me había mandado un texto en el que me decía que Sam quería verme lo antes posible, así que me arreglé y salí de mi departamento para caminar con dirección hacia el de Bryan y Sam el cual estaba a solo 4 departamentos del mío.

Una vez parado frente a la puerta Sam salió jalandome del brazo sin darme oportunidad de siquiera tocar la puerta, por que ella ya me estaba esperando.

—¿Para qué querías verme? —pregunté una vez que ella me soltó para que me sentara en el sofá.

—Ya sé como será la primera fase. —dijo sonriente y yo la miré con una ceja encorvada.

—¿Cómo? —cuestioné a lo que ella sonrió para después sentarse junto a mi.

—Nos han invitado a la boda de su primo Alan, le he contado que tu estás de regreso y me pidió que te diera esto —me tendió una invitación en color crema con las iniciales A&M escritas en frente en letras doradas. —Así que durante la boda tú te acercarás a ella.

—¿Sólo así? —ella pareció dudarlo un poco pero finalmente asintió.

—Sólo acércate a ella, pídele que bailen o cualquier otra cosa. —sonrió y yo asentí.

—De acuerdo, ¿sólo eso? —ella asintió y me levanté del sofá.

—Cómprate algo lindo para usar, la boda es en dos semanas. —Sam seguía sonriendo, al parecer estaba confiada con su plan, y espero que funcione.

—De acuerdo, gracias. —ella asintió y salí de su departamento para dirigirme al mío.

Espero que al menos pueda enamorarla un poco.

Camila.

Estaba dormida, después de aquel sueño tardé un poco en volver a quedarme dormida ya que comencé a recordar todo lo sucedido hace unos años.

Me desperté ya que mi celular comenzó a sonar, lo tomé y pude ver que era un mensaje de Jos.

Jos❤ :
Buenos días hermosa. 😘

Sonreí instantáneamente al leer su mensaje iba a responderle pero llamaron a la puerta, aún traía mi pijama puesta pero me levanté a recibir a quien quiera que sea.

—Buenos días. —dijo Jos una vez que abrí la puerta, sonreí al verlo parado frente a mi. Lo examine de pies a cabeza y pude darme cuenta que solo traía puestas unas bermudas. Vaya.

—Buenos días, ¿por qué sólo traes puestas unas bermudas? —pregunté haciéndome a un lado para que él pasara lo cual hizo para después besarme.

—Hoy te haré el desayuno. —dijo sentándose en mi sofá palmeando junto a él para que me sentara e ignorando mi última pregunta.

—¿De verdad? —cuestioné sentándome a su lado, Jos asintió y dio un beso en mi frente.

—De verdad, para celebrar nuestro primer día de novios. —lo mire con el ceño levemente fruncido para después reír. —¿Qué? —preguntó inocente.

—¿En serio vamos a festejar nuestro primer día? —él sonrió orgulloso para después asentir.

—No se cumple un día de novios todos los días. —reí y me recargué en su hombro. —No sabes cuánto tiempo deseé estar así contigo. —pasó su brazo sobre mis hombros acercándome más a él.

—¿De verdad? —pregunté y él asintió.

—Moría de celos cada vez que veía que aquel chico te abrazaba y besaba. Lo único que pensaba en esos momentos era: yo debería ser él. —su mirada estaba perdida mientras me contaba aquello.

—Entonces... ¿No querías a Rebecca? —su mirada se dirigió a mi, después de unos segundos finalmente negó.

—Cuando me contó que sería padre me paralice, no sé si recuerdes que incluso me golpeaste para que volviera a la normalidad. —sonreí mientras él me miraba con una ceja encorvada. —Pensaba en cómo iba a darle una buena vida a mi pequeño o pequeña si ni siquiera quería a su madre.

—¿Verdaderamente pensabas hacerte cargo del bebé? —Jos se levantó del sofá quedando frente a mi.

—Te seré sincero, pensé en huir y dejarla sola con el bebé, pero después tú me hiciste recapacitar en aquella fiesta. —continuaba mirándome fijamente. —Pero como sea, basta de recuerdos. Haré un desayuno especial. —se inclinó para darme un beso en la frente y después caminar a la cocina para comenzar a preparar el desayuno.

—¿Qué se supone que vas a preparar? —pregunté llegando a la cocina.

—Algo especial, para una mujer especial. —me guiñó un ojo y no pude evitar sonrojarme.

Definitivamente Jos es mi decisión correcta.

—Por cierto... En dos semanas es la boda de Alan.

—Oh, sí, me ha invitado. —sonrió mientras caminaba de un lado a otro buscando ingredientes.

—Entonces, ¿irás?

—Por supuesto, no me perdería la boda de mi ahora primo por nada en el mundo. —habló mientras sacaba la harina.

—Me alegro. —dije y Jos continuaba buscando los ingredientes. —Déjame ayudarte. —él sonrió y caminé hacia él para ayudarle con los ingredientes.

(...)

Después de que Jos terminara de preparar el desayuno, que por cierto fueron unos hotcakes deliciosos, ambos nos encontrábamos sentados en el sofá abrazados mientras veíamos películas.

—¿Qué te pondrás para la boda? —preguntó de repente y yo giré a mirarlo.

—¿Para qué quieres saber? —Jos sonrió para después encogerse de hombros.

—No quiero desentonar.

—Jos, es una boda, no un baile de graduación. —soltó una pequeña risa y besó mi frente.

—Como sea, con lo que sea te verás hermosa. —iba a acercarme para darle un tierno beso pero el timbre sonó.

—Vuelvo en un momento. —di un beso en su mejilla y me levanté del sofá para caminar hacia la puerta y recibir a la persona que interrumpió tan emotivo momento.

—Hola Cami —saludó Sam del otro lado de la puerta.

—Vaya, pensé que ya no te acordabas de mi —mi amiga alzó una ceja.

—Digo lo mismo —dijo y entró a mi departamento.

Llevo días sin platicar con ella, ¿a qué se deberá su repentina visita?

Una vez llegué a la sala vi a Sam mirando a Jos con el ceño fruncido.

—Camila, ¿puedes explicarme que hace Jos medio vestido en tu sala? —interrogó sin dejar de ver a Jos.

—Pues... Verás —dije comenzando a caminar hasta sentarme nuevamente junto a Jos. —Ahora estamos saliendo. —los ojos de mi amiga se abrieron en forma de dos perfectos platos redondos.

A Tu Lado (DCUD #2) Donde viven las historias. Descúbrelo ahora