Epílogo

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6 meses después...

Estaban comenzando las épocas navideñas, para ser más exactos estábamos a 5 días de que fuera Noche Buena y Alonso y yo íbamos a visitar a mi madre en su nueva casa con su nuevo esposo.

Después de haberle dicho a Alonso que quería estar con él me dijo que quería que viviera con él en su departamento unas semanas después.

--6 meses Cam... —dijo Alonso para después soltar un suspiro. —¿Recuerdas? Hace 6 meses tocaste a mi puerta y me hiciste el hombre más feliz del mundo. —reí ante su comentario y me acerqué a darle un beso en la mejilla.

—Lo recuerdo perfectamente. —dije volviendo a incorporarme, me costaba trabajo moverme mucho con esta gran panza que tarde o temprano desaparecería.

—Y tú ya tienes nueve meses... ¿Cuánto tiempo más tenemos que esperar? —preguntó con un puchero.

—Una semana más, tranquilo Alon. —dije riendo para después acercarme un poco más a él y recargarme en su pecho.

—¿Por qué no querías que el doctor te dijera el sexo del bebé?

—Quiero que sea sorpresa. —me encogi de hombros, él se levantó lentamente del sofá no sin antes hacerme a un lado con cuidado.

—Bien. Iré por algo de comer, ¿quieres algo en especial? —preguntó mientras tomaba su chaqueta y las llaves del departamento.

—No, trae lo que quieras. —se acercó a darme un beso en los labios.

—Bien, traeré algo que te guste. —volvió a darme otro beso y se acercó a la puerta. —Nos vemos en una hora. —asentí ya que sabía que en estos días había mucha gente por todos lados causando que todos los lugares estuvieran llenos.

Me quedé sentada en el sofá tratando de buscar algo bueno en la televisión, solo había un montón de programas navideños y... No me malinterpreten ni me tomen como un grinch, pero en estas épocas es muy común verlas en todos los canales y ya he visto todas.

Mi celular comenzó a sonar y con mucho esfuerzo me estire hacia la mesa de centro para tomarlo en mis manos.

—¿Aló? —contesté una vez que tomé el celular.

—Camiiii —dijo la reconocida voz de mi mejor amiga del otro lado de la línea. —Perdón, Cam. Si te digo Cami siento que hablo con tu sobrina.

Y sí, la bebé de Melina nació y fue niña. Recuerdo ese día perfectamente, Freddy quería que se llamara Alfreda pero Mel se negó rotundamente y finalmente llegaron a un acuerdo poniéndole Camila, como yo.

—No te preocupes. —reí. —¿Qué se te ofrece?

—Necesito que me acompañes a buscar mi vestido, y después a ver las invitaciones y ayudarme a convencer a Bryan para que el color de nuestra boda sean tonos pasteles porque Bryan dice que es muy de niñita y él no quiere que... —dejé de prestarle atención cuando me levanté del sofá a buscar algo de comer.

—Ah... —decía mientras continuaba buscando, en este momento lo único que quería era algo de comer.

—Además el quiere que den tequila para el brindis pero yo quiero que sea vino... ¿En qué clase de boda brindarían con tequila, Cam?

—No, en ninguna. —dije mientras continuaba buscando

—¡Ya lo sé! —continuaba quejándose mi amiga.

Cuando por fin encontré un paquete de galletas de chocolate que Alonso me había comprado ayer un fuerte dolor en mi vientre me hizo quejar.

—¿Cam? ¿Qué pasa? —preguntó Sam preocupada.

A Tu Lado (DCUD #2) Donde viven las historias. Descúbrelo ahora