Capítulo 12

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—Lamento molestar a esta hora —dijo con una tímida sonrisa.

—No hay problema, acabo de llegar. —me encogí de hombros y me hice a un lado invitándolo a pasar.

—Lo sé, yo igual. —dijo una vez adentro de mi departamento, fruncí el ceño pero después recordé que él también estaba en el bar.

—¿Qué se te ofrece? —caminé hacia el sofá y me senté, Jos me seguía con la mirada.

—Solo venía a preguntarte si querías salir en la tarde. —se encogió de hombros mientras sonreía a la vez.

—No lo creo. —respondí haciendo una mueca, ya había quedado con Alonso para salir y no podía cancelarle para salir con Jos.

—¿No? —preguntó un poco desilusionado, negué con la cabeza lentamente. —Bueno, no importa. —volvió a sonreír. —Será mejor que me vaya, ya es tarde y tanto tú como yo debemos descansar.

—Claro. —lo acompañé a la puerta para que saliera, vi como comenzó a caminar hacia su departamento, el cual estaba a tres más del mio, trató de abrir la puerta pero no se abría.

—No se abre. —dijo y comenzó a tocar la puerta tal vez con la esperanza de que su hermana le abriera.

—¿No tienes llave? —pregunté a lo que él comenzó a buscar en sus bolsillos pero solo logró sacar una pequeña moneda.

—No. —sonrió avergonzado. —Tendré que dormir afuera. —se sentó en el suelo frente a la puerta de su departamento, no puedo permitir que duerma en esa condición.

—Entra. —le dije y él me miró con el ceño fruncido. —Puedes dormir en mi departamento... Si quieres. —le dije tímida.

—¿No será mucha molestia? —preguntó sonriendo.

—Claro que no, pasa. —se levantó de el lugar en donde estaba y caminó nuevamente hacia mi departamento.

—No quiero molestar, Cam. —se quedó parado en el marco de la puerta mirando hacia adentro.

—No es molestia, pasa. —me acerqué a él y lo tomé de la mano para meterlo al departamento, una extraña sensación recorrió mi cuerpo, la ignoré y lo lleve a una habitación que estaba desocupada. —Puedes dormir aquí. —él entró observando todo a su alrededor.

—Gracias. —sonrió. —No sé por qué Fernanda cerró, ella sabía que estaba afuera. —se aventó a la cama y yo sonreí.

—Que descanses. —le dije antes de salir de la habitación, tenía sueño y en la tarde debía salir con Alonso.

(...)

Mi celular comenzó a sonar anunciándome que me estaban llamando, con esfuerzo logré divisar el nombre de quien me estaba llamando.

Melina.

—¿Qué sucede? —contesté aún adormilada.

—Cami, necesito que me acompañes al doctor. —susurró.

—¿Al doctor? ¿Por qué susurras?

—Sí, Cam. Porque Freddy aún sigue dormido, no quiero despertarlo.

—¿Ahora mismo?

—¿Puedes? Tu hermano tal vez despierte tarde así que tendremos tiempo. —recordé los síntomas que Mel había tenido el día anterior y comprendí lo que quería ir a hacer.

—Paso por ti en media hora.

—Ok, te espero. —y colgó.

Me estire tratando de apartar la flojera que tenía, agradecí internamente que hoy tenía el día libre. Me levanté pesadamente de la cama y comencé a buscar algo de ropa para ponerme.

A Tu Lado (DCUD #2) Donde viven las historias. Descúbrelo ahora