Capitulo 48

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Irak.

Él no salía de mi cabeza. Por más que quisiera dejar de pensar en él, no podía, de alguna forma siempre lo recordaba.

Ya habían pasado dos semanas y él no aparecía, no había rastro de él, es como si se lo hubiera tragado la tierra. Por parte agradecía, por la otra no tanto. Estaba preocupada y odiaba estarlo.

— ¿No has pensado que tal vez eres bisexual? —Palmer le preguntó a Albert.

— Lo he considerado, pero no lo sé. Siento más atracción por los hombres, sin embargo... —me miró—. Es extraño. Solo es con Harmony.

Sonreí.

— Siempre supe que algo le veías a Harmony —comentó Julián.

— Claro que sí, siempre le veo la cara, las manos, las piernas, los pies, sus dedos, sus pechos... la veo siempre.

— No estaba hablando tan así —rió.

— Aun así, Albert sigue siendo increíblemente adorable y guapo —dijo Palmer.

— ¿Yo dónde quedo?

— Julián, eres mi novio. Ya bájale, Albert es mi mejor amigo.

— ¿Y eso a mí qué?

— Los mejores amigos están primero que el novio —le respondió.

— ¿Entonces por qué te vas a Francia con él? —pregunté.

Todas las miradas se dirigieron hacia mí.

— ¿Palmer se irá para Francia? —preguntó Calvin al salir del lago.

— ¿Me están jodiendo? —esta vez habló Albert.

— Harmony... —apretó sus labios—. ¿Le dijiste, Julián?

— Yo creí que tú ya le habías dicho, me dijiste que le ibas a decir cuando saliste de nuestra habitación.

— ¿Ustedes tienen habitación junta? —preguntó una vez más mi hermano.

— ¿Quién te está metiendo en esta conversación, Calvin? —Palmer lo miró.

— Cierra esa hermosa boca, bonita —le guiñó el ojo.

— ¿Podrías dejar tu coqueteo, calvo? —fruncí mis cejas.

— Cuando tienes pareja ¿no duermes con ella? —le preguntó Julián.

— Pues no sé, Gabriela no ha querido acercarse a mí desde el año pasado —bufó—. Es tan difícil esa chica.

¿Ellos habían tenido algo?

Sacudí mi cabeza.

Eso lo arreglaría luego, tenía que recuperar mucho tiempo junto a Calvin.

— El punto es que obvio dormimos juntos —aclaró Julián.

— El punto es que yo le diría sobre Francia a Harmony, no tú —habló Palmer—. ¿No podías mantener tu boca cerrada? —se levantó del césped.

— No me dijiste que no le tenía que comentar sobre eso a Harmony —se excusó.

— No tenías que tocar ese tema con ella de todos modos.

— ¿Podrían irse a pelear a otra parte? —preguntó Calvin.

— ¡Cállate! —gritaron Palmer y Julián al unísono.

Rodé los ojos.

— No puedo creer que todavía sigas con ese estúpido problema —dijo ella.

— ¿Podrías dejar de ser exagerada, bonita?

Nueva princesa, nuevo problema [LHC #1]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora