Nueva princesa, nuevo problema [LHC #1]

Capítulo 63

Canción: 

Bring Me The Horizon - Follow You.

—Eso fue divertido —dije al entrar por la gran puerta—, de verdad, pero lo que me entristeció es que no pude tirar tu cuerpo por allí —le di un codazo en la costilla a Irak.

—Con cuidado que tú tienes fuerza —sonrió—. Yo iré a darme un baño, porque me hiciste correr mucho.

Reí.

—Lo siento —susurré—. Es que estar allá fue divertido y más cuando te enojaste porque te estaba sacando fotos sin que tú te dieras cuenta.

Rodó los ojos.

—Recuérdame no volver a ir contigo a la torre Eiffel, por favor —me cogió de la cintura, me acercó a él y me besó.

Puse mis manos sobre su pecho para separarlo, pero él me lo impedía.

Mordí su labio inferior con fuerza.

—¡Ay! —se quejó—. ¿Qué pasa ahora? Creí que estábamos bien.

—Y lo estamos —sonreí—, sólo que... estoy cansada y... no sé.

—¿Hice algo mal? —acarició mi rostro.

—Todo —escuché la voz de mi papá.

Sentí el corazón de Irak acelerarse y su rostro se notaba la preocupación o el miedo, no estaba segura que qué era lo que él estaba sintiendo.

—Harmony, necesitamos hablar.

—¿Ahora? —pregunté, sin animo alguno.

—Sí, ahora.

Uh, ese tono de voz era mucho más grave y eso significaba que estaba enojado o estresado.

Me alejé un poco de Irak.

—¿Puedo irme primero a bañar? —miré sus ojos verdes—, de verdad vengo muy cansada y...

—Ya te hablé, Harmony.

—No, iré primero a bañarme, estoy muy sudada.

—¿Por qué no estás durmiendo en el cuarto que tenías cuando llegaste aquí?

Lo miré, confundida.

—Yo... yo pensé que tú... que tú sabías.

—¿Saber qué? —elevó sus cejas.

Miré a Irak.

Él cogió mi mano y la entrelazó con la suya.

—Ah, ahora comprendo.

Miré a Cristopher de nuevo.

—Estás acostándote con él otra vez ¿verdad? —sonrió sin gracia—. Pensé que ya habías aprendido a valorarte.

Eso sí me había dolido.

El agarré de Irak se hizo más fuerte y al fijar mi vista en él, noté que sus músculos estaban tensos, su cuello rojo y las venas en él se marcaban.

Me acerqué a su oído y le susurré:

—Ve a la habitación, yo luego subo, nombre de país.

Asintió.