Final Alternativo

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Canción: 

FRND - Substitute 




 —Despierta dormilona —me dijo Irak, acariciando mi rostro.

—¡Déjame dormir, Irak! —pedí, haciendo un puchero.

—Pero es cinco de enero —reclamó—, ¡tu cumpleaños!

Abrí mis ojos y observé los de él.

—Exactamente, es enero, estamos en invierno y hace un frío de mierda —fruncí mi ceño, molesta—, así que mi regalo será que me dejes dormir.

Él se rió y se acercó a mí a besarme.

Bien, Irak sabía cómo ponerme de buen humor.

—Mmm... Es una buena forma de despertarme —sonreí.

Besó mis labios unos segundos más y después se alejó de mí, para salir de la habitación, pero antes de irse, dijo:

—Levanta tu lindo trasero y arréglate, ya vendrán los demás.

Sonreí nuevamente. Porque, se sentía muy bien saber que todo se había solucionado y al final había terminado a mi lado.

Todo salió bien, aceptó irse por los tratamientos adecuados y aquí estaba, junto a mí. La verdad es que no podía imaginar un mundo sin él, se me era imposible.

También nos vinimos a vivir a Muston, ya íbamos a cumplir un mes aquí. Y era un lugar extremadamente hermoso —aunque estuviéramos en invierno— era hermoso, el lugar, Irak y Félix, mis padres dejarían vivir a Félix conmigo.

Era como estar en familia, tenido a Irak y a Félix. Todo era perfecto, todo había salido bien. Lo importante era que, Irak terminó a mi lado.

Estuve media hora duchándome y cuando salí, Irak estaba sentado en nuestra cama, observando el vestuario que tenía para mí.

—Nombre de país —lo llamé, y él no tardó en mirarme—. ¿Qué sucede?

—Estoy pensando en que tengo suerte de estar aquí contigo y que podremos construir una familia —acarició la tela del vestido—. ¿Qué hubiera pasado si yo no hubiese elegido los tratamientos al final?, estaría muerto, no estaría junto a ti. Estarías triste y llorando mientras ves el vídeo que grabé al saber que podía morir.

Yo ya me encontraba llorando, me sentía triste pero también feliz.

—¿Cuál vídeo? —pregunté, ahogando un sollozo.

—Ven aquí, hermosa rubia —me invitó a sentarme en sus piernas—, tienes que ver algo que era para ti.

*     *     *

—¡Feliz cumpleaños, chiquilla! —exclamó Albert—. Camilo está por llegar. Y yo lamento llegar algo tarde.

Lo abracé y besé su mejilla.

—No te preocupes, es lindo que por lo menos hayas venido.

Me alejé de él para saludar a Palmer y a Julián.

—Es bueno que tú sí te hayas dignado a venir, estúpida —entrecerré mis ojos—, casi que te quedas por allá en Francia con tu noviecito.

—Volveremos a Francia, así que no te acostumbres —Julián rodeó la cadera de Palmer con su brazo.

—Ah, deja tus celos, Julián —Palmer rodó sus ojos—, discúlpalo, cree que me arrepentiré algún día de haberme ido con él.

Nueva princesa, nuevo problema [LHC #1]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora